EL RASTREADOR

IX

Cuando desperté estaba de nuevo en mi celda, recostado sobre la superficie gélida y oscura. Sentí que algo iba mal desde que abrí los ojos y pude ver. Todo lo que sabía sobre lo que hacían los Moliere era que te llevaban, te quitaban los ojos y los recuerdos, así que, ¿por qué yo todavía conservaba los míos?

El miedo a lo desconocido se incrementó. No sabía que era lo que seguía ni que pasaría conmigo. Entonces una voz firme y serena me habló desde la puerta. Era Nyx.

— ¿Te duele algo? —cuestionó al dar un paso al interior de mi celda.

Me incorporé de inmediato, asustado y mareado.

Fue con ese acto con lo que descubrí el nuevo peso en mi brazo y la presión de un cuerpo ajeno.

— No mires —ordenó Nyx—. Si no estás listo, no mires.

— ¿Qué me hicieron? —lloriqueé, deseando que me hubieran arrebatado los ojos.

— ¿Te duele?

Nyx siguió avanzando hacia mí, extendiendo su brazo izquierdo ante mi mirada desquiciada.

— ¿Qué me hicieron? —repetí con más enojo de lo que pensé y antes de que la mano de Nyx pudiera alcanzarme, mi propio brazo reaccionó.

Levanté la mano involuntariamente y la cosa enroscada a su alrededor se movió por sí misma.

— Eso es tu brazalete biológico —respondió Nyx, cuando vio que no entendí, siguió hablando—. Es tu artilugio de búsqueda y reconocimiento. Está ligado a ti genéticamente, igual que el mío, ¿ves? —señaló su hombro izquierdo, apenas cubierto por la playera que usaba—. Responde a tus emociones, así que tranquilízate. Ya tendrás tiempo para aprender a controlarlo. Al principio es raro, pero, créeme, te acostumbrarás. Tiene un código de asignación que solo ellos entienden, lo escanean al entrar y salir de la Ciudad Abovedada. No tengas miedo. Estás aquí para ser un Rastreador.

Porque durante todo este tiempo los Moliere estuvieron buscando algo que les pertenece, pero los humanos lo escondimos de tal manera que les resultó imposible detectarlo, así que nos modificaron para que nosotros lo busquemos por ellos.

Tras numerosos intentos y resultados endebles, yo lo he encontrado.