¿Qué tan reales podemos sentir nuestros sueños? Ver a esa persona, escucharla, olerla, sentirla.
Como si todo fuera un bonito sueño, San fue un bonito sueño.
Había despertado esa mañana agitado, su corazón latiendo a mil por segundo, su rostro y cuerpo en general sudoroso, asustado, emocionado, conmocionado, había abierto sus ojos y se había sentado en su cama palmeando a su lado, buscando a San, no estaba ahí.
San había sido un bonito sueño.
Jamás creyó haber sentido aquel grado de dolor en toda su vida, sus padres, su pareja, sus amigos, su trabajo, sus estudios, había tenido perdidas, pero estaba seguro que nada se comparaba a aquel aquel que sintió esa madrugada cuando descubrió que todo había sido u sueño, un bonito sueño.
Había gritado, se había roto esa misma madrugada, cayendo de rodillas al lado de su cama queriendo ir en busca de San, esperanzado que estuviera ahí, en casa, en la cocina o en el baño, no pudo, no pudo avanzar más antes de caer al suelo, su corazón doliendo, su respiración fallando y su cuerpo mojado, sudoroso, asustado.
San había sido un sueño.
Soñó con los brazos de San envolviendo su cuerpo, con sus labios besando los propios y su rostro, había soñado con esos bonitos ojos mirarle con amor, con aquella hermosa sonrisa con hoyuelos mientras escuchaba su voz: no fue un sueño, estoy vivo, sobrevivi al accidente Woonie. Él lo había creído, porque él siempre creería en San.
Soñó con palabras tranquilizadoras, con sentimientos cálidos y embriagantes, con oportunidades nuevas y con futuro adelante.
Él Soñó con San, suplicando que no lo despertarán, que le dijeran que no era un sueño, que aquello era real.
Él despertó, San era un sueño y aquello no fue real, San realmente se había ido.
Hace dos años atrás en esa fecha estaba envuelto en lo brazos de San, amaneciendo en aquella oficina luego de haber dormido juntos, habría recibido el mensaje de Yeosang pidiéndole fuera ayudar con los preparativos para la fiesta de Yunho y San le había sonreído, besado su mejilla y pedirle que se quedará con él.
Él no se quedó con San, y ahora esa decisión dolía.
Si se hubiera quedado, quizás hubiera aprovechado más el tiempo con San, quizás pudo haberle respondido que también lo amaba, quizás... Quizás...
Otro grito desgarrador salió de sus labios, dolía, dolía demasiado.
Quería pedir ayuda, necesitaba ayuda, Sannie... A Sannie no le gustaba que llorara ni que sufriera, pero él no podía detener su llanto, dolía, todo dolía y no había alguien para sostenerlo.
Su sostén había fallecido dos años atrás, llevándose toda su felicidad en aquel estúpido accidente de coche, su amor se había ido dos años atrás por culpa de aquel estúpido hombre que bebía mientras conducía.
Si tan solo hubiera detenido a San ese día...
No sabe cuanto tiempo fue que lloro esa noche ni las noches siguientes, solo sabía que despertaba llorando, buscando a San a su lado para luego caer en cuenta que no estaba ahí, caer al suelo llorando, lastimado, herido, solo.
Nadie más sabía de aquello, nadie más sabía de sus noches en vela ni llantos intensos, nadie sabía del dolor de su corazón, nadie sabía nada, porque todos tenían su propia vida y su soporte se había ido.
La gente si puede morir de un corazón roto, y él solo anhelaba que fuera su momento, pero aquello jamás sucedía.
San lo continuaba manteniendo ahí, de pie, lo seguía soñando, él no quería dejar de soñarlo porque San era un bonito sueño.
-Estoy por casarme- murmuro sobre aquella tumba, yacían 8 años de la pérdida de San, un nudo en su garganta, era incorrecto, aquello era incorrecto pero era lo que San hubiera querido, San hubiera querido que se enamorara y formará una familia, aunque él no amaba a esa mujer era era que San hubiera querido- Estoy por casarme y no es contigo hyung- repitio- ¿Por qué no vienes a impedir la tonta boda?- sollozo lastimado, molesto- ¿Por qué no vienes a decirme que soy tuyo? ¿Por qué...? No quiero casarme... Sannie no quiero si no eres tú- admitió roto.
Aunque los psicólogos habían sido de ayuda en todos esos años era imposible sanar un enamoramiento, él estaba enamorado y ningún especialista podía quitarle aquello.
Así que no se caso, porque no era con San.
-Eres un bonito sueño- murmuró viendo aquel pequeño cuerpo sobre aquella cuna, había adoptado un bebé, era un pequeño pelinegro con un lindo hoyuelo que sonreía mucho al verlo- Eres muy bonito bebé- repitió viendo al pequeño dormido- papá y yo te amamos- le recordó besando su cabecita con cariño.
Se metería a su habitación donde abrazaría la almohada de San y se quedaría dormido para volver a soñar con su hyung, amaneceria llorando por el dolor de su pecho y entonces, caminaria hasta la habitación del bebé y lo tomaría en sus brazos para llevarlo con él a su cama, lo dejaría a su lado y él entonces sería arrullado por el calor corporal de su hijo.
Si estaba ahí era por San, porque quizás... Más adelante... En otra vida...
-Tu papá era increible- le susurraba al pequeño dormido entre sus brazos, sonriendo triste- quizás en otra vida lo conozcas, si en otra vida me caso con Sannie hyung iremos juntos a adoptarte, lo prometo- le susurro al pequeño- pero no le digas nada de esto a tus tíos- le pidió, el bebé bostezando para tomar su dedo mientras continuaba durmiedo- Es un secreto amor...
Era una promesa.
[FIN]
...
Confesión moment:
La idea principal era hacer que San sobreviviera al accidente, pero pensé: No todas las historias son un cuento con un final feliz y tampoco todos superan la pérdida de un ser amado.
Así que decidí dejarla de esta manera, lamento los traumas, espero les haya gustado esta historia tanto como a mi escribirla.
Gracias por su apoyo, se despide:
Sannie_soft 🖤🌸

ESTÁS LEYENDO
ᴘʀᴏʏᴇᴄᴛᴏ: ¡𝑬𝒔 𝒖𝒏 𝑺𝑬𝑪𝑹𝑬𝑻𝑶! ♡ 𝘚𝘢𝘯𝘞𝘰𝘰
Fanfictionsub!Woo/ dom!San. Wooyoung encontró una página interesante con personas interesantes. Él solo quería hablar una vez, nunca se espero seguir contestando aquellos mensajes.