One more day

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—Terminaras quedándote sin dedos, Mara.— fue lo primero que le dijo Angella cuando se paró al lado de la alfa, que lo único que hacía era morderse las uñas con ansiedad mientras miraba a la distancia las puertas del campamento.

—Se supone que Adora debe regresar hoy, ya han pasado casi cuatro días y casi anochece y no hay rastro de ella. — dice Mara sin poder contener su preocupación.

—Mara, no ha dejado de llover desde el día que Adora se fue. Lo más probable es que este resguardándose del clima y por eso no ha regresado.

—O...se perdió y no sabe cómo regresar o esta herida y sola o ¡fue atacada por un magicat y está siendo torturada para que revele información sobre nosotros! — Mara estaba empezando a entrar en pánico ante la perspectiva de que algo malo puede haberle pasado a su hermanita. Aunque, tal vez estaba exagerando un poco.—Llamemos a Duncan. Debemos enviar un equipo de búsqueda en este momento. Sabía que no debía dejarla salir sola y sin protección. Debemos...

—Mara, cálmate. — dijo Angella tomando del brazo a la alfa más joven para que no se fuera— Adora está bien. Sé que te preocupa y a mí también, pero ella sabe cuidarse sola. Ella es fuerte y sabe lo que hace. Debes confiar más en ella.

—Confío en Adora. Pero eso no significa que deje de ser peligroso salir del campamento para cualquiera. Solo quiero proteger a mi hermana — "Como no pude hacerlo con mi hermano" quiso decir, pero no pudo. Mara ya había fallado una vez, no pensaba fallar una segunda.

Angella sabía que no podía hacer nada para calmar los temores de su Primera ministra, temores muy válidos, pero no podían mandar un equipo de búsqueda. Estaban cortos de personal y de suministros, además que lo más probable es que Adora solo este protegiéndose de la lluvia y que cuando esta pasará regresaría. Sin embargo, eso no era lo que Mara quería escuchar.

—Si Adora no regresa para mañana en la mañana enviaré a Glimmer, Bow y a Teela a buscarla. Por el momento concentrémonos en hacer nuestro trabajo aquí.

—Pero...

—Es una orden de tu Presidenta, Mara.

Mara hace una mueca, pero por fin quita su mirada de la las puertas del campamento y empieza a caminar en la dirección contraria para regresar a sus labores.

Solo rezaba para que ningún Magicat haya encontrado a su hermanita y la estuviera torturando.

***

Adora se inclina hacia adelante para inspeccionar el vendaje del abdomen de Catra. Levanta una esquina y rápidamente la despega de la piel firme y la carne musculosa debajo de las yemas de los dedos.

La magicat apenas se estremece, y la única forma en que Adora puede ver una reacción es en los diminutos músculos del cuerpo de la niña que se tensan por un breve momento.

Catra dice algo en voz baja en su idioma. Adora se da cuenta de que se está burlando de ella. Adora ahora sabe tantas palabras que ha guardado en su mente meticulosa. Ayuda que su padre haya sido un poliglota y maestro muy hábil y que Adora aprendiera rápido.

El idioma de Los Primeros, como llamaban a los ancestros de su tribu, había sido fácil de aprender, ya que lo había estado hablando desde una edad temprana gracias a su padre.

Randor había sido descendiente directo de Los Primeros y solía bromear diciendo que gracia a eso grandes secretos les serian revelados a sus descendientes, es decir, sus hijos: Mara, Adam y Adora, tal como decía una vieja leyenda de Los Primeros. La omega sonrió al recordarlo poniendo un ridículo acento falso cuando Adora había intentado leer "La leyenda de Grayskull" en el texto original.

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