Responsabilidad y fragilidad

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- Mara, te escuché la primera vez. Estaré bien. No necesito que nadie venga conmigo, tengo mi arma, y ​​solo voy a pasar la cresta donde encontramos lo que buscamos. Plantas necesarias para las pastas antibacterianas locales. Necesitamos esto.

Adora miró hacia su hermana mayor, su rostro ya estaba dibujado en una línea obstinada.

- Adora, por lo menos consideralo ¿Por qué no te llevas a uno de los chicos contigo? ¿Glimmer, Teela o incluso Sea Hawk? Estoy segura de que estarán felices de acompañarte.

- Tú solo quieres que lleve un alfa como guardaespaldas.

- Si aparece un Magicat necesitaras que alguien te proteja.

Adora podía sentir que sus ojos se ponían en blanco. No quería molestar a nadie, todos estaban ocupados y ella podía ir sola. No habían visto a un solo Magicat cerca en semanas. Era más probable que tuviera problemas con cualquiera de los chicos que con cualquier Magicat que pudiera estar ahí fuera, pero esto no era algo que estuviera dispuesta a decirle a su hermana por el momento.

- Tengo mi arma. Conozco el terreno mejor que ellos, ya que rara vez salen de New Brightmoon. Mara, no necesito un 'alfa' para protegerme. El sol se esconderá en unas pocas horas, no puedo perder más tiempo. Hay uno de esos búnkers cerca que puedo cerrar y mantenerme protegida. Tengo una de las radios de Entrapta. Estaré bien.

Mara miró un rato la expresión del rostro de su hermanita. Podía ver la obstinada expresión de su mandíbula y sabía que Adora iría, le gustara o no.

- ¿Qué no me estás diciendo, Adora?

- No entiendo por qué una caminata de dos horas por el bosque te ha vuelto tan ...

- Te conozco, Adora. Algo te molesta. ¿Ahora qué? ...¿Desde cuándo tu primer instinto es correr y ocultarte donde nadie pueda hablar contigo?

Adora suspiró y solo miró a su hermana. El rostro de Mara estaba cansado y demacrado. Un reflejo de lo que habían tenido que pasar en solo algunos meses. Desde que comenzó todo el día del Gran Huracán las hermanas Grayskull, en especial Mara, habían hecho todo para mantener a todos los sobrevivientes unidos y poder empezar de nuevo. Adora apenas y había visto descanso dado al flujo constante de heridos que había en el nuevo hospital, ya sea por algunos accidentes de caza, enfermedades nuevas o incluso heridos así mismos con las armas.

Encontrar este lugar había sido como un oasis en medio del Sahara, pero después las cosas empeoraron. Primero descubrir que no estaban solos y después descubrir que sus vecinos no eran nada amistosos. Su nuevo hogar no era cómodo y como siempre hacia con las cosas que no podía controlar: Adora se preocupó. Ella se preocupaba por todos, y estaba preocupada por esta creciente guerra entre su gente; los Eterianos y los Magicats. Y para rematar, aparentemente, tenían un nuevo enemigo además de la pestilencia, la enfermedad, la amenaza constante de dónde obtener alimentos y la amenaza constante de guerra con los Magicats. Y aparentemente, el Príncipe Magicat la quería muerta después de destruir la presa y provocar que todo un batallón de guerreros Magicat fuera arrastrado por la corriente.

Bueno, puede venir a buscarme si quiere, no le tengo miedo. La presión se estaba volviendo mucha para Adora y ni Bow ni Glimmer podían hacer mucho para ayudarla ya que ellos también estaban haciendo su parte para poder volver este lugar un nuevo hogar o al menos uno digno.

Los pensamientos de Adora estaban oscuros y sabía que tenía que detenerse antes de que sus puños se cerraran y rompiera algo en la enfermería. Sacó algunas cosas más para caber en su bolsa de primeros auxilios de emergencia. Por si acaso y eso solo parecía hacer que su hermana se preocupara más.

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