Niño*23

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Los gritos que se escuchan por la habitación no eran un impedimento para Lummpy,la cual sin remordimiento alguno,sujetaba con correas las manos del peliverde.

Por su sangre surgía aquel líquido ardiente que lo obligaba a gritar,el quemar bajo su piel y removerse como un gusano en la cama.

Una horrenda sensación que lograba arrebatarle lágrimas y súplicas.

Desde que despertó,cada cierto tiempo llegaba a amarrarlo,lo desnudaba y colocaba miles de aguja sobre su piel;varios tubos conectaban a estas jeringas y a ellos ponía un suero que al apenas podía aguantar,sacándole espesas lágrimas.

Tras varios minutos de dolor,se fue  relajando y regulando su respiración,con un cuerpo más vivaz que antes fue soltado de las correas y pasó su antebrazo por sus ojos, limpiando sus lágrimas que quedaron entre sus pestañas y nublaba su vista.

—¿Te puedes sentar?— Escucho el peliazul,la cual con una mirada le insisto que obedeciera.

Tragó duró,apoyándose con sus brazos y logrando levantarse,en estos momentos,se estaba tragando su orgullo,ya que comprendió que todo aquello le traería grandes resultados.

Por cada choque de adrenalina,cada inyección y los extensos minutos de dolor parecían aclarar su mente,su supuesto espíritu propio y su humanidad.

Respiro al ya estar sentado,sus manos dejaron de sentirse dormidas y podía moverse con más comodidad.

Estaba agradecido.

—Levantate.

Obedeció sin más,un poco tambaleante.

—Maravilloso,no puedo creer que estés avanzando con tal rapidez —Lummpy lo elogió,con sus palabras le plantó una sonrisa en su rostro,algo altanera y presumida ¿Y como no? Su sola consciencia,su sola existencia más allá de Flippy era un logro enorme.

Dió unos cuantos pasos por voluntad,llegando a mantener el equilibrio.

—Me encanta cómo estás progresando—El peliazul tenía una gran sonrisa— Como veo que puedes caminar,te moverás con un bastón. Te lo traeré más tarde¿Estás de acuerdo?

—No tengo problemas—Murmuro,con su voz algo ronca carraspeó.

—Más tarde vendrá Flippy y como todo va tan bien;—Y parecía que no se cansaba de repetirlo, inflando el orgullo de Fliqpy—es posible que en menos de dos días puedas irte a casa.

—Eso espero—Aquello lo alegro,tanto el como sus emociones estaban floreciendo,cada día se sentía más humano.

Ya no era un trastorno sin remedio,una sombra o tampoco era un demonio dentro de alguien más,era tan irreal,que las grandes sensaciones,todo tenía un color distinto y sus sonrisas eran más radiantes que cuando estaba con Splendid.

Si las ganas de abrazar a Splendid eran muchas cuando solo era un trozo de mente,ahora que es un ser completo,con nuevas aspiraciones y mentalidad propia,se sentía como un tonto enamorado. Estaba descubriendo que estaba más que enamorado de Splendid.

Dormir con él,pasar sus tardes juntos y vivir como se debe,era ahora su más grande deseo y,por los momentos,el único que tenía.

Era estúpido,tantos años criticando el aura llena de flores y amor de Flippy para terminar en su misma condición,tan tonto y positivo que le sacaba una risilla del asco;lo dejo pasar,seguramente es el cambio,ya que era totalmente consiente que su mentalidad retorcida y su curiosidad sádica seguían reinando una parte de su cabeza,todavía poseía esas ganas de memorizar una y otra vez el interior de un cuerpo y todavía sentía cosquillas en sus manos por despedazar y descubrir una nueva y creativa forma de masacrar.

Retrocedió unos pasos hasta la cama,sus piernas se habían cansado,se sentó con una sonrisa de dientes afilados y sus ojos ámbar brillando de la excitación.

Lummpy,la cual no se había movido,decidió marcharse,prometiendo que le traería el bastón y que en unos minutos pasaría su contra parte.

—Flippy. Ese cobarde ya no me detendrá de nada—Penso risueño,acostándose en la cama con sus piernas a los bordes.

Era una nueva persona, sí;pero tenía tantas cosas rondando en su mente que no las borraría con tal facilidad.

No lo sabía,pero habían pasado varios minutos donde finalmente Flippy dió la cara ante el.

Escuchó la puerta ser tocada,esperando que fuera Lummpy con su bastón musitó un pasé. Los cabellos verdes y aquellos decaídos ojos grises le trajeron un millón de recuerdos,entre ellos,los perlados ojos del que ahora debe ver cómo su mayor.

—¿Tu?—Solto,sin esperar que se interpretará como un repudió al mayor,pero sin buscarlo logro demostrar un despreció que tenía atascado en su garganta.

—Yo;—Aseguro Flippy,regalando una sonrisa torcida y falsa a su contrario.

El silencio se mantuvo,antes del sonoro suspiró del mayor y comenzará a hablar—Hola,r-realmente no tengo mucho que decir.

—Hola,supongo—aburrido,no se podía decir más de Fliqpy—Me imagino que aquí nos presentamos como¿Hermanos...?

—Me gustaría más amigos.

—¿No lo podemos reducir a conocidos?

—Se que estás molestó—No quiso seguir por las ramas,en tan solo segundos logro pensar algo coherente más allá de su miedo—Estas muy molestó,enojado,me atrevo a decir que estás rabioso. S-solo,que en estos momentos lo único que quieres en tirarte encima de mí y despedazar me ¡Pero...! También se que todo es mi culpa,también,el no ser consiente de tus sentimientos o que de verdad eras más que lo que mostrabas. Fliqpy me quiero disculpar y-

—No quiero matarte,tampoco matar a nadie. Sólo en ocasiones,es lo que siento. Un accidente,tal vez. Me desespera oírte hablar,te estás disculpando de una manera patética—Protesto—Acercate.

—Y-yo.

—Que te acerques dije—Volvio a exigir,acomodándose en la punta de la camilla,esperando a cuando se posará frente de él,poder levantarse a encararlo.

Sin más remedios a Flippy le tocó obedecer,y en cuanto vio los pequeños pies de menor pisar el suelo se espantó,pensando que se caería.

Se había preocupado por Fliqpy sin darse cuenta.

Ahí fue donde detallo al contrario,un cuerpo tan parecido al suyo pero tan pequeño. Sus manos,sus pies y su rostro,sin rastro de arrugas más que unas pequeñas ojeras y la marca en sus pómulos por la escalofriante sonrisa que Fliqpy acostumbraba.

Le pareció verse a sí mismo de unos años atrás,de cuando apenas llegó al pueblo y su mente no estaba tan manchada.

El ojos ámbar tenía sus manos en la cama,para con eso aguantar por las tiempo su propio cuerpo.

—No te odio,pero tampoco eres mi persona favorita, Flippy—Sus palabras,duras como un martillo contra su cráneo—Espero que cuando me valla a la casa todo este ordenado.

Sin buscarlo,las palabras juguetonas lograron llenar de alivió a Flippy,quien solo asintió,dispuesto a cumplir esa orden.

—¿Te puedo preguntar algo?—Y ese repentino lado tímido del menor,le resultaba adorable,algo único de ver.

Tantos años junto a Fliqpy y pensar que alguien más logro descubrir esas facetas antes que el.

—¿P-porque...?¿Porque me parece tan brillante todo?

Eso confirmó muchas cosas para Flippy. Oficialmente, Fliqpy era una un niño, puro sin saberlo.




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¡Aloviuc' ti muun! (Terminada)Where stories live. Discover now