Capítulo 1

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CAPÍTULO 1
Era la mañana del 4 de marzo de 2020, el mundo estaba amenazado, un nuevo virus se había instalado. México estaba en un estado de tensión y nadie sabía a ciencia cierta cómo sería la vida a partir de ahora. Sin embargo, en una habitación en particular, en un condominio en el centro de Cidad del México, nada de eso importaba. Lo único que importaba era el ir y venir de la cama de matrimonio, los ojos fijos el uno en el otro y la piel ya sudada que se tocaba con cada movimiento y hacía que ambos cuerpos explotaran de lujuria y amor. En cuanto ambos alcanzaron su placer extremo se tumbaron uno al lado del otro y se miraron durante varios minutos, sin decir una palabra, porque no lo necesitaban, el amor estaba ahí, escrito y descrito en los ojos del otro, el amor estaba presente y ni siquiera una pandemia sería capaz de sacudirlo, o eso pensaban ambos.
Poco después de la ducha llena de caricias, Martín y Alicia bajaron a desayunar con las hijas de Alicia. Yuri, aunque casada con Cholo, decidió seguir viviendo con su madre, lo que alegró a Alicia ya que podía estar cerca de su nieto Pietro. Miranda había terminado el colegio y empezaba sus estudios en la facultad de Informática, quería convertirse en una gran jugadora. Sólo Gonzalo, que no quería volver a casa con su madre, estaba muy contento con Lorena y con el negocio de comida que llevaban él, su madre y su prometida. Todo parecía estar bien y por fin en paz, pero las cosas iban a cambiar esa mañana.
Alicia: -Buenos días Yaya. Dijo Alicia al final de la escalera, justo detrás de ella llegó Martín que también saludó al ama de llaves.
Yaya Buenos días Sra. Alicia, Buenos días Sr. Martin.
Martin: Yaya, ya hemos hablado, no hace falta que me llames señor, sólo Martin.
Alicia: Mi amor, es inútil hablar, le he dicho mil veces que no tiene que llamarme señora Alicia, pero no aprende, dijo juguetonamente.
Yaya- Siento que sea lo de siempre.
Alicia: Sé que Sergio e incluso mi madre te obligaban a tener este comportamiento Yaya, pero ahora soy la única dueña de la casa y te autorizo a que sólo me llames Alicia y sólo tienes que respetar mis órdenes. - dijo Alicia dulce y sonriente.
Yaya- Sí Alicia- dijo Yaya devolviendo la sonrisa.
Alicia- Mucho mejor. Ahora dime, ¿dónde está la gente de esta casa?
Yaya- La señorita Miranda está terminando una tarea de la universidad, pero dijo que bajará enseguida, la señorita Yuri y el señor Cholo están terminando de cambiar a Pietro y bajarán enseguida.
Alicia: -¿Y mi madre? - dijo Alicia preocupada, era el primer fin de semana de Eva tras un año de rehabilitación por su adicción a los juegos.
Eva: -Ya estoy aquí- dijo la señora cruzando la sala -No puedo creer que este hombre esté aquí, creo que ya ni siquiera tiene casa- dijo Eva insinuando con Martín, poco sabía que el periodista prácticamente vivía con Alicia hace unos meses.
Alicia: - Mamá, ya te dije que Martín es mi futuro marido, nos casamos en unos meses y eso no lo vas a cambiar tú ni nadie. Y como mi prometido, tiene todo el derecho a pasar aquí todos los días que quiera, incluso a dormir y despertarse a mi lado, esta casa es mía. - dijo con dureza y seriedad.
Eva: -Todavía te arrepentirás de esta locura. - protestó la señora antes de callarse.
Yuri: - Buenos días familia - llegó Yuri acompañada de su marido que llevaba a su hijo en brazos.
Cholo: - Buenos días a todos, buenos días Yaya.
Alicia: - Buenos días mis queridos.
Martin: - ¡Buenos días Cholo! ¿Cómo estás Yuri?
Yuri: - Muy cansado. Pietro no durmió en toda la noche, tenía fiebre. Me temo que es ese virus del que tanto se habla.
Martín: -No creo, parece que el virus es más dañino en personas mayores, a partir de los 60 años, no he visto ninguna información sobre bebés. Creo que debe ser una enfermedad de la infancia.
Yuri: -Dios te escuche Martin. ¿Y mi hermana? ¿Dónde está Miranda?
¡Aquí! Acabo de terminar el trabajo y he venido a pasar un tiempo con mi hermosa y disfuncional familia.
Alicia: - Miranda, no empieces.
Estoy bromeando, mamá.
Martin: ¿Y cómo va la universidad Miranda? ¿Lo estás disfrutando?
Miranda: - ¡Mucho! Pero acabo de recibir la noticia de que vamos a parar por el virus de la corona. Parece que todas las ciudades de México van a estar en cuarentena.
¿Qué? ¿Qué quieres decir?
Miranda: Sí mamá, ¿no te has enterado? El alcalde ha decretado un cierre.
Alicia: ¿Cerrar qué?
Yuri: Bloqueo de la mamá, algunos países están adoptando esta medida para contener la propagación de la enfermedad. Incluso en Estados Unidos, parece que se prohíbe a la gente salir de sus casas durante un periodo de tiempo, sólo los negocios esenciales permanecen abiertos, el resto de la ciudad está cerrada y la gente tiene que quedarse en casa.
Alicia: -¿Pero tendremos eso aquí?
Miranda: -Según el comunicado del colegio y por lo que he leído, aquí será lo más severo, a partir de hoy la gente sólo podrá salir de su casa con autorización y quien salga por cualquier otro motivo será multado.
Martin: -¿Pero estoy atrapado aquí?
Miranda: - Así parece, querido suegro, ya que no estás aquí.
Eva: Por Dios, ¿y cuánto durará esto?
Yuri: Al principio 15 días, pero puede extenderse debido al número de muertos...
Martin: -Alicia, mi casa está en reformas y al parecer no podré volver tan pronto, ¿hay algún problema si me quedo aquí tanto tiempo?
Alicia: -Claro que no, puedes quedarte aquí todo el tiempo que necesites. - dijo, besando a su prometido.
Miranda: -Genial, será muy divertido tener al ex de mamá y a su actual marido viviendo bajo el mismo techo durante este tiempo.
Yuri: - ¿Cómo es eso? ¿Va a venir papá a vivir aquí?
Miranda: -Me llamó, tenía miedo porque es un grupo de riesgo y está solo en casa, así que le dije que viniera a pasar este tiempo aquí.
Alicia: -¿Cómo puedes tomar esta decisión y no decírmelo, Miranda? - dijo Alicia irritada.
Miranda: -¿Qué querías que hiciera? ¿Dejar a mi padre solo en casa? ¿En medio de una pandemia? ¿Te has vuelto loco?
Alicia: -Claro que no, pero deberías preguntarme si Sergio puede venir aquí.
Miranda: -¿Iba a suponer que tú y tu prometido jugarían a las casitas durante este tiempo?
Alicia: Miranda por favor, yo no te doy la libertad de hablarme así y mucho menos de tratar mi relación con Martín de esa manera.
Miranda: -¡Ok! Lo siento.
Alicia: Muy bien- respiró profundamente- ¿a qué hora va a llegar tu padre?
Incluso antes de que Miranda responda, suena el timbre y la voz de Sergio se escucha en toda la casa.
Sergio: - ¡Buenos días, familia!
Pronto Yuri y Miranda se levantaron para abrazar a su padre. Alicia y Martín se limitaron a mirarse, no hacía falta decir nada, sólo con mirarse comprendían que los próximos días no serían fáciles.

Una oportunidad para Marlicia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora