Miyuk sintió un gran vacio al ver aquella gran habitación completamente vacia si no fuera por cuatro camas demasiadas separadas. Miró las figuras que se veían en las paredes, cada una representaba cada juego que hicieron y sintió enojo. Enojada porque nunca los había notado.
El quinto juego había terminado como ella nunca hubiera esperado, solo habían pasado cuatro jugadores, contando a ella. Lo único que la aliviaba, era que Sae-byeok estaba junto a ella.
Gi-hun y Sang-woo se pusieron a pelear sin disimulación, pero Miyuk no pudo prestarles atención. Solo quería descansar para siempre, se sentía muy cansada y como si en cualquier momento se desmayaría.
Caminó hacía la cama más cercana a ella, acostandose en esta misma, mientras miraba su mano ensangrentada.
Era su sangre.
Al cruzar el puente de cristal, los vidrios que no se habían roto terminaron siendo explotados y esparcidos por todos lados. Miyuk al ser una de las últimas, se encontraba más cerca de los vidrios y el cubrirse no fue de mucha ayuda.
Su costado ardía y sentía como su remera se estaba pegando a su piel gracias a la sangre. Era una suerte que todavía tuviera la campera para taparse.
¿Cómo se lo diría a Sae-byeok?
─Miyuk..
Abrió los ojos que no se había dado cuenta de que los había cerrado, mirando a Sae arrodillada frente a ella.
Sae suspiró, fijandose que Miyuk aún seguía sudando y su fiebre había empeorado.
─Estás empeorando. Iré a ver si podemos ir al baño.
Sae-byeok empezó a alejarse, trotando hasta llegar a la puerta antes de que la gran puerta se abra y dejen ver a cuatro hombres sosteniendo cada uno una caja, y otro en el medio.
─Los felicitamos y celebramos que hayan ganado los cinco juegos. Ahora son los finalistas y les preparamos un regalo especiel. Antes de mostrarles el regalo, por favor, pónganse la ropa que preparamos.
Sae-byeok miraba cada segundo a su novia, viendola cojear mientras se diriguian al baño. Pero cada vez que le preguntaba qué le pasaba, le mentía.
Entrando al baño, Miyuk se quedó en el fregadero mientras mojaba su rostro y le decía a Sae que ella se encargaría para que pudiera vestirse en paz y con privacidad.
Sae-byeok entró a uno de los cubículos, abriendo la caja mirando un traje negro junto a su número.
Miyuk miró su reflejo, de verdad estaba peor que hace unos días. Tenía ojeras, sus mejillas sonrojadas, sus labios mordidos, ojos cansados y si no se hubiera mojado el rostro hubiera visto su sudor.
Su instinto estaba dando sentido.
Quitandose su campera y remera, se fijó en el gran vidrio inscrustado en su costado. El mismo lugar donde había sentido la punzada.
Aguantó la respiración mientras acercaba su mano cada vez más al vidrio, mientras con la otra mano colocaba una parte de la remera en su boca y luego se sostenía del fregadero para no tambalearse y hacer ruido que pudiera alertar a Sae.
Miró nuevamente su reflejo, ahora podía ver como en cualquier momento se pondría a llorar y acurrucarse en Sae-byeok como una niña pequeña que se había caído de su bicicleta.
No quería morir.
Apretó los dientes contra la tela, intentando por no hacer los quejidos tan notorios. El vidrio ensangrentado cayó al suelo, rompiendose en más pedazos pequeños y salpicando pequeñas gotas de sangre en el suelo.
Sintió pánico cuando escuchó ruidos detrás suyo, mirando por el espejo, vió a Sae-byeok mirar el suelo. Los segundos pasaran y parecía que la mayor seguía sin creerse lo que estaba viendo. O estaba tratando de creer que no era lo que ella pensaba.
─Te ves muy linda con ese.. t-traje ─la cabeza de Miyuk cayó inconscientemente, como si la sintiera pesada y todo su cuerpo empezó a sentirse igual de pesado─. Sae.. me siento.. c-cansada..
Un ruido seco se oyó. Sae-byeok salió de sus pensamientos y corrió hacía su chica, colocandola boca arriba al caer de costado. Agarró la remera de Miyuk y rasgó muchos pedazos, para luego usar uno y enrolló el pequeño cuerpo débil de Miyuk. Los otros pedazos los guardó en su bolsillo como pudo, para luego usarlos cuando sean necesarios.
─Miyuk.. ¿p-por qué no dijiste nada? ─murmuró entre dientes mientras mojaba uno de los pedazos en agua y lo colocaba en su frente.
─Sonará loco pero.. me daba pena ─rió, intentando ignorar el inmenso dolor para distraerse.
Sae se levantó, saliendo del baño para enfrentarse al guardia y pedirle que la ayudaran. Pero como era de esperarse, el guardia solo se quedó quieto y mirando al frente, como si la estuviera ignorando. Y Sae-byeok lo hubiera golpeado si no fuera porque la violencia no estaba permitida hacía ellos.
─Mierda, ¡mierda! ─maldijo, entrando de vuelta al baño y sacudiendo la cabeza de Miyuk al ver que sus ojos se habían cerrado.
─Sae.. me d-duele.
La mayor acarició su rostro, corriendo los cabellos pegados a sus mejillas y frente.
─Estarás bien, ¿si? Solo no cierres los ojos y dime si la tela se ensucia ─pasó sus manos por su rostro, secando sus lágrimas bruscamente que habían salido sin darse cuenta─. Saldremos de aquí juntas, ¿entendiste?
Miyuk asintió, sin fuerzas para hablar.
Sae-byeok hizo todo el trabajo de vestirla, sin dejar que Miyuk se moviera ni un milimetro. Temia de que cualquier movimiento pudiera soltar más sangre.
Miyuk se recargó contra Sae, tambaleandose mientras caminaban por los pasillos hasta llegar al gran salón. En el centro se encontraba una gran mesa simulando un cuadrado, y en cada parte se podían ver cubiertos, platos y vasos y algunas decoraciones, mientras unas velas iluminaban el lugar que a Miyuk hubiera admirado.
─¿Segura de que estarás bien?
Miyuk le sonrió, aunque fingiendo.
─Tranquila, solo serán u-unos minutos y.. l-luego nos junt-taremos.
Sae-byeok no se sintió convencida, le estaba costando hablar, la sentía cada vez más pesada y podía sentir su tambaleamiento.
La ayudó hasta que Miyuk estuviera bien sentada, para luego ir a su puesto, a su costado.
Un gran pedazo de carne se presentaba frente a ellos, haciendole agua la boca al ver ese milagro. Miyuk se sintió deseada de comer.
─El banquete se preparó como muestra de gratitud por el sacrificio y esfuerzo que hicieron los finalistas, y para alentarlos a hacerlos mejor en el último juego. Por favor, no se preocupen y disfruten su banquete.
456, 218 y 67 empezaron a comer rápidamente, disfrutando de la comida. 70 maldijo en voz baja por ver sus manos temblorosas y sintiendo dificultad al levantarlas. Deseaba tanto comer aquel pedazo de carne, pero no pudo, ni siquiera la mitad llegó a comer.
Miyuk dejó de intentar comer, sintiendo que era inútil. Sintió tres miradas encima de ella cada segundo que pasaba y la abrumada.
Gi-hun la observaba preocupado y queriendo saber lo que le pasaba.
Sae-byeok deseaba que todo ya terminara y pudiera llevar a Miyuk al hospital.
Sang-woo la miraba con sospecha.
Y Miyuk sintió que la peor mirada fue la de él.
Ustedes primero me quieren matar, luego me aman, y ahora sí que me matan.
Pero aún falta, ahrebromita. 😋
Les quiero, muAk.<3
Ni se quejen, algunos/as querían que Miyuk recibiera el vidrio, cómo le pueden hacer eso a mi niña??*+*@ 😡
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solo un poco más, kang sae-byeok ✓
Fiksi Penggemar꩜ - 🜸 ⩩ᝬ squid game ! ❝ Sae, vine porque quería ayudarte con tu hermano y tu madre, quiero que al fin puedas cumplir tus deseos, no me importa si tengo que arriesgar mi vida en esto. yo solo te tengo a tí, pero tú sí tienes algo para hacer ❞ donde...