solo un poco más, kang sae-byeok ✓

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Miyuk se detuvo, mirando el gran lugar que ahora se encontraba limpio, acomodado y con menos camas. No podía creer que ahora solo eran 17 jugadores.

Caminando junto a Sae-byeok, ignorando a la mujer sin hijo que por sorpresa no la mataron al quedar sin pareja, se sentaron en una misma cama, ignorando el hecho de que cada jugador tenía una propia.

Miyuk se arrepintió de mirar a los jugadores. Ali, Ji-yeong y el anciano ya no estaban.

Se recostó, mirando hacía el techo. Solo quedaban dos juegos más y tal vez podría irse al fin de ahí, solo si Sae lo hacía también.

─Sae-byeok, gracias.. por salvarme, otra vez.

─Si piensas en devolvermelo matandote te mataré yo misma.

Miyuk rió, aunque luego se quejó al sentir una punzada en su costado. Sae la miró preocupada, alzando su ropa sin pensarlo dos veces, suspirando de alivio al ver que estaba bien.

─No debió ser nada ─dijo, acomodando su remera y campera─. Es algo común, supongo, a veces me pasa cuando estoy nerviosa y.. triste. No pude despedirme de Ali y es loco porque.. ─rió para intentar ocultar su sollozo─, ni siquiera nos podemos- pudimos considerar como amigos.

Se escondió entre los brazos de Sae, cerrando los ojos al sentir unas caricias en su nariz. Sae-byeok no sabía qué hacer o decir para consolarla, no era buena en eso y no quería decir algo y que Miyuk lo tomara peor. Por lo cual, solo se dedicó a hacerle caricias, sabía que su pequeña las amaba.

De repente, Sae alzó la vista al ver unos pies frente a ellas, viendo a Gi-hun alcanzarles unas papas. Miró de reojo a los hombres de traje rojo, no había prestado atención a su alrededor que no se dió cuenta de que era hora de comer.

─No las ví levantarse a ninguna que creí que no los habían escuchado, así que.. les traje la comida, deben de comer algo ─murmuró Gi-hun, dejando las papas en la cama para luego alejarse.

─.. Gracias.

Gi-hun paró, mirando a Sae encima de su hombro. Sonriendo al ver que la chica tomaba las papas y empezaba a pelarlas mientras Miyuk la observaba con ojos cansados.

─El señor sin ropa se me hace muy tierno ─dijo Miyuk en voz baja, mientras daba a duras penas un pequeño mordizco a su papa. Todo el miedo y la ansiedad que le provocó el juego de las canicas le daban nauseas.

─¿El señor sin ropa? ─la mayor rió.

Miyuk asintió, para luego disimular que mordía otra vez la papa─. Por lo de esa noche. Aunque también lo llamé dinosaurio. Es más divertido así ─se encogió de hombros.

─Acabemos con esto. Ya no puedo más ─Miyuk miró al hombre que se paró en el centro, sintiendo pena por él. Era el hombre que estaba junto a su esposa─. Podemos parar si la mayoria está de acuerdo, si ocho estamos de acuerdo podemos salir de aquí. ¿Ninguno de ustedes quiere irse? Si quieren irse conmigo, por favor ponganse de pie ─Miyuk se hubiera puesto de pie si no fuera algo inútil, ya nadie quería irse sin ganar ese dinero y que los wones se fueran a las familas de los jugadores que ya no estaban mientras ellos volvían a su miserable vida sin nada─ ¿Cómo se hacen llamar humanos? ¿Van a seguir con esta locura? ¡Por este dinero! Todos mataron a la persona más cercana que tenían aquí por ese dinero ─Miyuk y Sae se miraron de reojo, fue una suerte que la mayor haya pensado en burlarse de las reglas─. Si salimos..

─¿Tu esposa volverá a la vida si salimos de aquí? ─interrumpió Sang-woo─. ¿Te perdonarán por matar a tu esposa? Si estás tan atormentado, ¿por qué regresaste con vida? Deberías haber muerto tú en lugar de ella. Eso.. ─dijo refiriendose al montón de wones que había en el techo─, no es solo tu esposa, sino el costo de todos los que murieron aquí.