Dolía.
Algo era sumamente doloroso para Atem.
Y eso eran sus oídos.
Pues desde que despertó hace un momento en una manera extraña en la cama gracias a los rayos del sol, fue que pudo notarlo. Un par de gotas secas de sangre manchando la almohada que descansaba bajo su cabeza, eran suficientes testigos como para hacerle saber que el daño era mayor del que pensaba.
Sus dedos delineando el contorno de sus orejas solo corroboraban la punzante sensación de dolor. Así como un siseo que no pudo evitar dejar salir ante las punzadas molestas que vinieron después, aquello siendo lo suficientemente malo como para notar que ya pasaban de las diez de la mañana.
Su rutina abandonándose solo por ese simple hecho. Logrando molestarle antes de que los recuerdos del día anterior llegaran a él, rememorando entonces como es que Mahad había salido, y como es que la noche pareció volverse todo un aterrador momento de película de horror.
Esto siendo suficiente para hacerlo saltar fuera de la cama para dirigirse en un estado de pánico hasta la primera planta de su hogar, casi tropezando un par de veces antes de llegar a la cocina. Lugar que, para bien o para mal, se mantenía intacto y justo como lo había dejado la noche anterior. Los utensilios utilizados siendo depositados en el fregadero y la llave completamente cerrada.
¿A caso había alucinado?
El silencio de la mañana opacándose por un par de aves y halcones que sobrevolaban hasta la altura de su hogar. Borrando lo que él había visto en algún momento, dejándole aturdido lo suficiente para que sus piernas perdieran la fuerza que lo mantenía de pie. Dejándose caer en consecuencia, lentamente hasta que sus rodillas pegaron en el duro suelo. Mientras una mirada perpleja observaba todo con detenimiento.
¿Fue un terrible sueño producto de su cansada mente?
El azulejo blanco, así como los detalles de la madera de los muebles siendo analizados e inspeccionados, antes de que Atem diera un suspiro lleno de alivio. Consiguiendo calmarse de esa manera, sacudiendo su cabeza al menos por casi un minuto para después asentir.
No había nada ahí, y mucho menos había algo molestándolo.
Era más que obvio que todo fue un sueño.
Uno muy malo, producto quizá de algo que vio recientemente en internet, o quizá por algo que escucho y su mente trajo en una mala pasada.
Eso era lo que había sucedido, pues nada estaba fuera de lugar, la televisión de la sala incluso estaba apagada, tal y como la dejo.
Qué decir del pequeño desastre que hizo al comer en el sofá, seguía exactamente ahí, no había nada que corroborara lo que... No, no iba a seguir en ello, cuando sabe que es imposible que fenómenos poltergeist sucedan de un momento a otro y con esa intensidad.
Era imposible, por no decir, nulo.
Además, él no era un creyente de aquellos fenómenos sobrenaturales. Bien podría escuchar una buena historia o una leyenda, pero nada en verdad que atrajera su tiempo y atención. Porque exactamente eso era, solo historias que la gente inventaba para asustar a los demás.
Así que, concluyendo en eso, fue que su color volvió a ser rosado y sano, mientras que sus piernas volvían a retomar la fuerza que hace momento se había ido. Ayudándose a levantarse del suelo lentamente para después dirigirse al sofá, en donde había dejado su celular, el cual rápidamente tomo antes de ver los numerosos mensajes y llamadas perdidas que tenía. El principal culpable siendo su querido esposo, encabezando la lista con al menos treinta llamadas perdidas y ochenta mensajes que expresaban su preocupación al no recibir respuesta. Siendo seguido por sus colegas y por último sus amigos que le deseaban un buen día.
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Balcón
FanfictionUn balcón puede guardar muchos secretos, y a veces contar historias. Nuestro Faraón no es la excepción. One-Shot *Mahad x Atem. (Por qué no hay suficiente Sealshipping/Loyaltyshipping) *La imágen en portada no es mía. Así como los personajes.