Ni eso ni lo otro

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El tiempo se vuelve sigiloso cuando
se le reclama por los vestigios que
deja a su paso
Charly Sanz

Ni el pasado ni el futuro querida estrella, ni lo que fue ni lo que será, muchas veces nos hemos preguntando mutuamente el por qué nos aferramos tanto al pasado o a lo que pasará, hemos cometido el error de vivir en un tiempo o en el otro y así perdimos múltiples oportunidades, arruinamos situaciones y seguimos tomando parte de ambos para matar el presente en ideas ahogadas de lo que pasó o no sabemos si pasará. ¡Ay estrella mía! si tan solo tus consejos no fueran entonces tan sabios no estaría aquí escribiendo cartas, no estaría aquí contando los secretos para sobrevivir a esta realidad tormentosa pero cautivadora a su vez, claro que recuerdo con frecuencia ese consejo que alguna vez me diste... el como fue que con tu brillo insinuaste que si alguna vez pudieras decirme algo me aconsejarías que deje de pensar tanto en lo que pasará y que disfrutara del presente del que me la paso perdiéndome.

Debo preguntarte ¿por qué acostumbramos a hacer eso? Has visto alguna otra vez a otra persona que te ha contado de sus inseguridades y entre ellas te han mencionado alguna dichosa habilidad de sobrepensar y vivir en el destiempo, y es que es una mala maña la que tengo de adaptarme a tus sabios consejos tiempo después de ya haber cometido un error, más sin embargo te he llorado mil veces y aún me has escuchado, apareces y desapareces pero tu esencia sigue, tu brillo perdura y tu lugar en el cielo conserva la noche cálida, das ejemplo y paso a las cientos de estrellas que han llegado a iluminar de manera conmovedora mi noche y he aprendido a disfrutar, me he sentado a mirar el cielo y he entendido la magia de guardar en el corazón los momentos presentes que con unos segundos se convierten en un pasado que he podido disfrutar, todo gracias a ti nuevamente de quien aprendo las cosas más valiosas y bonitas, a quien le escribo estas cartas aunque no ha de aparecer continuamente. Nunca es tarde para entrar en razón, para aprender y eso es lo que más me encanta de tener tantos puntitos brillantes en el cielo, tantos que no los puedas contar incluso aunque están muy lejos y de que la distancia se vuelve casi extrema, cuando miras hacia arriba por la noche tienes la impresión de estar cerca y de sentir su calor, tienes la impresión de que en algún momento podrás acercarte y tocarlas y es esa sensación familiar la que te indica el lugar correcto, la que te indica que caminas por el sendero hacía tu propia verdad (una llena de muy buena compañía y luz para tanto caos)

El pasado y el futuro hacen parte importante de nuestro presente y eso lo entendí, acepté tu consejo y he empezado con el fuerte trabajo de no pensar de más en todo lo que podría pasar aunque debo confesar que cometo algunos errores al quedarme vagando por el pasado un rato solo para salirme de la realidad. Mi lucesita nocturna, me gustaría ser más como tu, fuerte y decidida, me gustaría tener tanta determinación e incluso inteligencia (aunque algunos de tus silencios no me eran tan funcionales cuando charlábamos por las madrugadas sin más ni más). Puedo decir que me has reconstruido, me has hecho entender lo bonito de cada momento, de conservarlo y de seguir sembrando recuerdos bonitos por la vida de los demás así como las charlas nocturnas que te diste conmigo que hoy se han convertido en mi más bonito recuerdo. Todos los tiempos son importantes a su manera pero lo que no está bien es quedarse estancado en alguno, todo lo que pasó fue por algo, lo que está pasando seguramente así debe de ser y lo que pasará es una incertidumbre que nos come pero le da sentido a nuestra vida, el saber que el tiempo pasa, que es corto y que tiene límite (uno que desconocemos) hace que la vida en sí tome un rumbo fantástico como en los cuentos de hadas. Por eso es bueno arriesgarse, por eso es bueno disfrutar, por eso es bueno charlar por las noches, ver los amaneceres y con ello verte ir con la esperanza que nuevamente en la noche de el día que sigue tal vez te volveré a encontrar allí, es la espera la que le da valor al momento. Por eso el tiempo es lo que es, es precioso aunque caótico haciendo bonito el vivir con cuidado pero con la sensación de que puede ser la última charla, el último brillo, la última impresión que puedes dejar en mi mente, es por eso que tomé el riesgo de escribirte estas cartas ya que debía confesarte que la última impresión que me dejaste fue un brillo deslumbrante que para mí parecía ser una sonrisa, fue una charla conmovedora como todas las anteriores, fueron recuerdos que quedan impregnados en el cielo y que con un poco de esfuerzo cuando veas esto y leas lo que escribí con esa tinta invisible en el cielo podrás recordar a la perfección todo lo que esto trae.

Estrellita mi Evangeline y tú, mi estimada persona a quien le comparto esto, léeme y no me pases por alto, espero que puedas ver en estas cartas un manual para la vida uno que me ha dejado un o unos cuerpos celestes muy especiales, me han confesado secretos, me han dado consejos y me han hecho entender que la vida no funciona ni al derecho ni al revés no vamos ni hacia el pasado ni hacia el futuro, no es lo uno ni lo otro simplemente "Es" de momento y eso es lo único que tenemos para presumir, vive, ama y ríe lo que puedas, atrévete a escribir una carta o tal vez mil, consigue a tu estrella, persíguela en sus viajes y siembra miles de recuerdos junto a ella, comparte esos consejos y esa felicidad con tus miles de estrellas en el firmamento o con tus personas, tus luciérnagas pero simplemente no le des espacio al tiempo de acabar con tu realidad ni de llevarse a su paso las cosas más asombrosas de estar vivo:

—> El saber que nada de esto tiene repetición <—

Así me enseñó a ver la vida mi estrella, nos tomó cientos de noches, miles de charlas, incontables situaciones y algunas despedidas el entender que creamos durante el proceso un lazo irrompible que llevó tiempo sin darnos cuenta, que pasamos varias noches alumbrando ese cielo oscuro y nos encantó como se veía dicho momento lleno de tanta luz, fue ahí cuando sin darme cuenta dejé de encontrarte con constancia en mi cielo aunque tu lugar era ese entonces vi lo bonito de tener una estrella, de tener muchas, de conocer más, de aprovechar el tiempo sin hacer mucho escándalo, de crear muchos más recuerdos valiosos en donde el cielo y su oscuridad no dependan de una ni dos estrellas si no de miles de ellas.

Y es que aunque algunas estrellas sean fugaces me gusta ver y vivir la vida así, así como mi valiosa estrella me enseñó por si algún día nos volvemos a encontrar.

Finalmente de eso se trata, de permanecer en ese lugar donde el tiempo pase tan rápido que no te des cuenta, donde te escuchen como mi estrella a mi a pesar de mi intensa forma de saltar a charlar por las noches, donde te inviten a brillar y no les moleste que quemes con tu calidez o que parezca de día con tu fuerza para alumbrar, donde no haya tiempo de reclamarle al tiempo por los estragos que deja a su paso. Tal vez ahora estés viajando para conocer este cielo tan amplio en su totalidad y muy posiblemente te encuentres a mi estrella en el camino dejando espacios bonitos en el cielo nocturno al que las miradas mas profundas se dirigen, si le encuentras por ahi salúdale de mi parte y dile que le he estado escribiendo varias cartas, que he compartido algunas partes claves que aprendí con su poder de hacer silencio en el momento exacto, dile que si puede debería pasarse algún día por mi noche de nuevo y que tal vez charlemos de esta locura que sigo cometiendo junto a ti.

Esperando que esto no sea un desastre, (no) me despido. Tu Evangeline —>D<—

Entre las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora