Carta Especial #2. Parte 2

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Pero entonces nadie podía imaginar
que aquel encuentro fortuito sería el
inicio de una historia que habría de
trascender generaciones y geografías
Federico Andahazi

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Anna...

Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, ni cientos de días tristes podrán opacar los pocos días que me hiciste tan feliz. Te amo más de lo que se debe amar a una persona, yo te pongo a ti por delante de mi, en el momento en que te fuiste de mi vida te llevaste mi felicidad y mi corazón; tal vez por eso nadie más ha podido encontrarlo, y siento que tardaré años en poder estar con otra persona y poder amarla, aún así dudo que deje de pensar en ti. Estarás presente en mi mente por el resto de mi vida, el primer amor no se olvida como dices tu, eres una persona increíble y no tengo palabras para describirte porque eres simplemente tan gigante para mi, eres un sueño, una estrella fugaz que ya pasó y no volverá a pasar. Tienes que ser feliz como sea pero tienes que serlo y yo sé que no estoy en esa felicidad, pero al menos me quedo tranquilo de que tú lo estés... como te dije te pongo por delante de mi, prefiero mil veces que tu estés bien a que yo este bien, en este momento no se como sacarte de mi vida pero con los años encontraré la forma, tratare de buscar algo tan parecido a ti que no pueda notar que no eres tu, sé que será difícil pero no imposible.

Espero en un futuro encontrarte y saludarte, que no me duela, que solo te vea como una etapa superada de mi vida *eso espero*, tienes una familia increíble, cuídala y quiérela  muchísimo porque tu mamá y tu papa son buenas personas... y tu hermano sé que tambien lo es, no te quieras comer el mundo en un solo bocado vive todo a su tiempo y quema etapas, prepárate porque la vida es dura y no es nada fácil, si algún día tienes un problema sabes muy bien que muevo cielo y tierra por ti así que tu solo me llamas y listo. Te seguiré pensando todos los días, disfruta tu vida y vive al máximo que eso es lo que importa.

Me despido de ti con el te amo mas fuerte que te pudo decir alguien alguna vez en tu vida...

Te amo mi Enana.
Hasta que el destino nos vuelva a juntar

Orlando.
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Parece imposible de creer, algunas veces intentamos convencernos de que no es así pero por dentro sabemos que es lo que es. Algunos creen que son las casualidades las que unen hilos y personas, situaciones y cosas, momentos y sensaciones, otros creemos que no hay casualidad que valga, que nada sucede porque si, que cada encuentro pequeño trae algo muy grande detrás de sí. Cada palabra que digas, cada sensación que tengas, cada decisión que tomes, cada persona que conozcas, cada estrella que veas trascenderá en el tiempo e impactará (seguramente) de la forma más inesperada en tu vida.

Algunos deciden no hacer nada al respecto, pensar que la vida es aburrida o que no tiene sentido absoluto creer en los azares pero allí solo hay ignorancia, una mente que no comprende lo maravilloso en la simpleza de los hallazgos inesperados vive en desidia eterna. Las historias más maravillosas se escriben de los momentos más extraños de nuestra existencia y con el tiempo se convierten en poesía, el que diga que nuestra historia es olvidada con el tiempo no habrá entendido entonces el deseo y el placer que se experimentan del hecho de existir y simplemente existir.

Querida persona que me lee, ya habrás pasado cada página y me habrás escuchado hablarte de los pilares más importantes de la vida que habré entendido hasta entonces en mi corta edad, habrás estado aquí una noche, una mañana, con un café o sin nada de beber, bajo el frío o el calor, pero justo en la situación perfecta, aquella que sin saberlo te trajo hasta aquí y que hasta ahora estará escribiendo los hechos más maravillosos que jamás habrán sido vistos. Y digo jamás porque nada se repite, porque cada historia es tan única que hasta la ruptura de ese tacón fue inspiradora y genuina, que aquella vez que te mojaste en la lluvia por no llevar paraguas fue graciosa como ninguna otra comedia, que aquella vez que tomaste ese auto y escapaste del caos de tu mente por unas horas fue tan audaz que ningún superhéroe se te compara.

Léeme y escúchame querida estrella que tengo el placer de decirte que lo comprendí, comprendí que estar compartiendo esto es la historia que se está escribiendo para mi y para muchos, comprendí que este efecto desencadena en muchos efectos más y que yo decido que cada uno de ellos sea más memorable que el anterior. Tal vez Orlando no encuentre a su próxima amante o tal vez ahora mismo esté siendo feliz y no lo sepamos, tal vez Anna nunca lea eso, tal vez ella va en camino a verlo. Seguramente Orlando tenga razón y la vida sea complicada pero en lo crudo de la realidad hay una belleza invaluable y te juro estrella mía que pese a las dificultades es por ti y por el cielo incomparable que se posa cada noche para nuestros ojos, por quienes me esfuerzo cada día en comprender que más allá de cada obstáculo que nos detiene también nos espera una luz que nos guiará, una estrella tendiendo su mano, una simple casualidad que de repente en un día de rutina nos pueda cambiar la vida.

Te comparto estás cartas especiales de encuentros personales que se me han permitido mostrarte como también mi discernimiento sobre aquel encuentro fortuito que tuve con mi estrella, aquellas charlas y la felicidad que me brindo tras sus apariciones, te doy consejos y te tiendo mi mano en este camino que aunque duro tiene su belleza de una forma única casi invisible ante los ojos humanos.

Léeme diez veces, encuentra los secretos tras cada palabra, comparte esto y finalmente déjate encontrar que las casualidades no existen, que esto también está escrito para ti y para que tu historia trascienda generaciones.

Querida estrella, más cerca de despedirnos espero que encuentres en mis escritos aquellas cosas que te recuerden a nuestras charlas, los consejos y aquellas anécdotas detrás de los silencios. Que leas esto y sepas que es para ti, que no olvides aquella vez que en vez de escucharme en silencio y yo verte a ti para contarte mis cosas, nos quedamos viendo al cielo en silencio, felices y orgullosos de divisar en él tantas estrellas brillantes.

Antes de irme quiero preguntarte...

¿Tu encontraste esto? ¿O estos escritos te encontraron a ti?

Tú que me lees: espero que cuando mires al cielo por la noche y veas las estrellas brillar antes de pensar en cualquier cosa te acuerdes de mí. Nuevamente un placer encontrarte, gracias por recorrer esta pequeña aventura conmigo. Por siempre tu estrella. Dannae Peterson

Entre las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora