El cofre de la reina ||Miraculous Ladybug||

Te necesito.

Chloe x Luka

Chloe siempre se había considerado una mujer fuerte e independiente. Alguien que no se dejaba vencer por las circunstancias con facilidad y que más bien acababa encontrando la manera de enfrentarse a ellas. No se llamaba a si misma inteligente con demasiada frecuencia, más por su propia vergüenza que por no ser realmente inteligente, al menos podía leer los instrumentos de su nave con cierta maestría. La inteligente siempre había sido Sabrina, pero el tiempo había acabado por darle a ambas las mejores oportunidades.

Mientras el horizonte se pintaba con los colores del atardecer, Chloe trataba de mantenerse concentrada en su misión y no dejarse llevar por las notas musicales y voz angelical de su radio. Para su suerte, la voz de su comandante se dejó escuchar por los auriculares internos interrumpiendo su diatriba personal. Aunque la música no desapareció en sí misma, sino que se convirtió en un sonido ambiental que aún le acompañaba.

—Abeja, reporte situación en sector norte T menos 36 oeste, cambio — dijo su comandante con voz firme y serena.

A Chloe le gustaba creer que el comandante Agreste aún tenía un poco de aprecio por ella.

—Aquí Abeja, situación despejada — respondió tan profesional como siempre — sin señales del enemigo, cambio.

—¿Alguna señal de disturbios? Cambio — preguntó el comandante.

—Ninguna, en este sector solo hay urbanizaciones tranquilas y campos amplios — dijo Chloe ahora con cierto tono divertido en la voz — a menos que cuentes como disturbio a unas señoras discutiendo frente a una escuela.

—Esto no es un chiste, Chloe — respondió otra voz.

Chloe solo sonrió.

—Claro que no, mariquita — comentó con una amplia sonrisa.

La rubia observo aparecer sobre el costado derecho de su pantalla el rostro rojo de la teniente Dupain. En el resto de la misma se seguía mostrando el campo sobre el que sobrevolaba, por lo que la visión no le importó mucho. La teniente se la traía contra ella desde el momento en que había sido asignada a ese escuadrón, lo cual no era culpa de la rubia.

Si le preguntarán a Chloe, ella hablaría sobre como la teniente Marinette Dupain Cheng tenía envidia de que una niña mimada sin talento hubiese sido asignada al mejor escuadrón de la base con solo veinte años y recién graduada. La teniente no había dejado de expresar su disgusto, incluso acusándola de nepotismo al enterarse de su relación con la Primera Oficial Sabrina Raincomprix del centro de control. Su acusación probablemente hubiese tenido más peso si la hubiese acompañado con historias sobre la corrupción a la que se había enfrentado su padre antes de haber sido destituido de su puesto como capitán hacía quince años.

—¡¿Qué se supone que significa eso, Chloe?! — demandó la teniente Dupain, probablemente esperando un enfrentamiento a través de la pantalla de su tablero.

Pero Chloe había aprendido por las malas a no enfrentarse a la teniente. Al principio, no había tenido reparos en contestar a sus comentarios malintencionados. Chloe siempre había tenido cierta habilidad para encontrar el punto débil de las personas y exprimirlo tanto como fuera posible. Su mejor amiga solía decir que se trataba de su veneno especial, Luka decía que tenía madera de bully y que tenía suerte de que nadie la hubiese puesto en su lugar.

Hasta que el comandante Agreste había presenciado una de sus peleas. Decir que no le había gustado como la rubia le había hablado a su segunda al mando era quedarse corto, el comandante estaba furioso mientras escuchaba por detrás de la puerta la última contestación de la rubia ante las acusaciones de corrupción de su superior.