Capítulo 30: La Declaración

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Nos organizamos junto a los esclavos y nos armamos con todo lo que pudimos, creamos escudos y armas hechas de tenazas de cangrejos y cauros de la zona y del campamento, venenos y arcos y flechas en caso de tener que luchar.

Gato: Bien, escuchen todos, tenemos que dar toda la vuelta por la izquierda hasta el primer ascensor que encontremos ya que, según Kitty, hay varios en toda la zona.

Dovahkiin: No enciendan antorchas, ni hablen fuerte, ni hagan cualquier cosa que haga ruido o deje olor.

Guante: Bien pero vamos a necesitar un vigía que nos avise sí hay peligro.

Gato: ¿Y cómo lo haríamos sin hacer ruido?

Guante: Fácil, con una señal cómo algún objeto que refleje luz.

Dovahkiin: ¿Cómo qué luz? Los objetos en este lugar no brillan lo suficiente como para hacer una línea concentrada?

Dulcinea: ¿Qué tal mi espada?- dijo mientras desenfundaba el Quebrantador de Amaneceres.

Perla: Eso es, pero tal vez podamos hacerlo brillar más sí usamos alguna lente frente a su luz ¿Pero cuál?

Timoteo: ¿Qué tal el telescopio?

Gato: ¿Cuál telescopio?

Timoteo: Este- dijo mientras sacaba un catalejo que me parecía muy familiar.

Me acerqué a verlo y cuando lo tomé me percate que tenía un nombre borroso y lo único que se distinguía era una letra H.

Gato: ¿De dónde lo sacaron?

Gonzalo: Lo encontramos en el desierto en una de nuestras aventuras, estaba enterrado junto a un enorme tallo de planta seco, el que usted cortó.

Timoteo: Si quiere, quédeselo.

Gato: No, ustedes lo merecen más- dije mientras se lo regresaba- Pero ahora que lo pienso si lo necesitaré usar ahora.

Timoteo: Jaja, es verdad.

Kitty: Otra cosa, necesitaremos asegurarnos de que no hayan enemigos por lo que podríamos hacer una distracción.

Dovahkiin: ¿Qué propones?

Kitty: Gato y yo incendiaremos el campamento para que los falmers vengan y dejen sus posiciones y discretamente nos iremos hasta la estación de bomberos.

Dulcinea: Tengan cuidado, no vaya ser que lleguen a su posición.

Gato: Descuida, seremos rápidos.

Kitty y yo fuimos juntos hasta el campamento y comenzamos a exprimir huevos de cauro por el lugar, ya que según ella, los jugos que contienen son inflamables.

Una vez unimos con fluidos las chozas, corrales y la fogata, encendimos una antorcha y corrimos de ahí hasta la estación de bomberos.

Gato: Es curioso que una civilización que tenía estructuras de piedra requiriera bomberos ¿No?

Kitty: Tal ves sea por los gases que se almacenan en la tuberías, una de esas explotó en Markarth durante tu fuga.

Gato: Si, me pregunto cómo estarán allá.

Kitty: Apenas tenemos tiempo de recordar a quienes conocemos y lo que causamos, Lydia se fue sola a su casa luego de que la dejaron reposando en Paraje de Ivar, dejamos la Rosa de Sanguine en el colegio e incluso hasta olvidé que comí carne humana hace unos días.

Gato: Si todo aquí es muy alocado, es decir mira todo eso- dije mientras miraba por el telescopio de Humpty- Ahora que lo pienso no le he enviado cartas a mis amigos desde hace días, espero que no se preocupen.

El Gato con Botas - Sangre de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora