Stephen Vicent Strange un neurocirujano famoso en New York junto con su esposa Christine Palmer llevaban unos meses de casados, a lo cuál esperan con ansias su primer hijo cuyo nombre es Peter pero una terrible tragedia sucedió para el matrimonio. S...
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Ancestral veía a Strange con atención mientras que Strange se encontraba confuso por la repentina aparición de aquella persona, se supone que las horas de visitas habían terminado desde hace horas. Iba a preguntarle algo pero esta se adelantó.
-Stephen Vicent Strange, por fin nos conocemos-Habló con total tranquilidad en su voz-. Soy ancestral.
Stephen no sabía que decir ya que no la conocía, pero sus modales son primero.
-Al menos conoce mi nombre...-Comentó el neurocirujano tratando de sonreír lo único que apareció fue una mueca de dolor-. Usted no debería de estar aquí, las horas de visita han terminado hace horas.
Ancestral aún mantenía su semblante tan tranquilo, al igual que su voz.
-No he venido para verlo, pero veo que sus manos han sufrido en una accidente-Ancestral fijó su mirada en la ventana donde daba la cuidad aún con vida-. Si quieres que tus manos funcionen a la perfección tendrás que ir a buscarme, solo te daré el nombre en dónde podrás encontrarme. kamartajahí podrás encontrarme.
Strange confundido por aquello, iba a responder algo pero no sabía que decirle.
-Al menos dime la ubicación-Reprochó Strange con cierta molestia. Ancestral solo mencionó el lugar.
-Katmandú, Nepal-Respondió para encaminarse a la puerta de la habitación-. Si te decides ir, no te preocupes por tu esposa que ella estará en buenas manos.
Sin esperar alguna respuesta del contrario, ella desapareció de la vista del neurocirujano dejándolo en sus pensamientos, estaba tentando en recuperar la movilidad de sus manos. Pero por otro lado no quería dejar a su esposa sola, tendría que hablarlo con ella por el momento tendría que dormir un poco.
Cuando aquel manto oscuro que cubría la cuidad comenzaba a desaparecer dejando el paso libre al amanecer, Christine había despertado a la primera hora, quería ver a su esposo a lo cuál le ayudaron ir a la habitación donde se encontraba su esposo durmiendo.
Al entrar a la habitación lo observó para tomar asiento aún lado de él, miró cada facción de su rostro con atención aún mantenía algunos rasguños y moretones debido al golpe. Minutos después Stephen despertó, al girar su mirada se encontró con su esposa.
-Despertaste... Al menos ahora sé que estas mejor, Christine-Stephen se alivió al saber que su esposa se encontraba bien-. Tenemos que hablar sobre algo... Tal vez pueda recuperar mi movilidad de mis manos...
Torre Stark. . .
Tony había despertado algo tarde, hizo lo de siempre darse a ducha, elegir su perfecto atuendo para después tomar dirección a la habitación de su hijo, al entrar miró como su pequeño aún seguía durmiendo tranquilamente.
-Pete... Cariño... Despierta-Movió con suavidad y cariño a su hijo para despertarlo, a lo cuál funcionó ya que abrió sus bellos ojos avellana acompañado de una bella sonrisa.
