Capítulo 7: Recuerdos del pasado

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Oscuridad. Niebla. Un lago bañado por la luz de la luna, y en el una muchacha vestida de blanco.

Se giró y miró hacia tí con ojos azules, los cuales tornaron a dorados y empezaron a llorar sangre. Corriste hacia ella intentando impedir que fuese más allá de la orilla, pero eras incapaz de alcanzar su mano.

"Alice, recuerda quien eres"

Despertaste empapada en sudor, tal fue el shock del sueño que empezaste a llorar debido a la ansiedad acumulada de los estudios, proteger a los chicos y las exigencias de Blinky por reforzar tus enseñanzas en hechicería... No podías mas.

Llevabas dias teniendo el mismo sueño, todos y cada uno de ellos desde que llegaste a Arcadia. En principio no le diste importancia pero pasados dos meses era tal la intriga que investigaste sobre los sueños y sus significados, sin muchas respuestas.

De repente, notaste que algo se movió en la estantería. Investigaste cautelosamente, por si una pequeña lagartija se habia colado, pero no, descubriste un objeto redondo... Uno dorado escondido entre unos botes moviéndose lentamente, buscándote.

Te encontró con una mirada fulminante, en la cual le atrapaste con un simple hechizo de parálisis.

-¿Qué eres tú pequeño espía?... Espera... Eres un... ¿Ojo?...

Abriste la ventana furiosa y colocaste el ojo frente a ti, apretándolo esta vez con tu mano.

-¡Angor, maldito seas!¡¿Cómo te atreves si quiera observarme?!

Lanzaste el ojo bien lejos y cerraste de un golpe tan fuerte que por poco rompes los cristales. Cogiste un cojín y gritaste lo mas alto que pudiste para no despertar a los demas.

¿Cuanto tiempo estuvo ahi?¿Que habria visto?¿Acaso podia escuchar mediante magia?...¿Cuantas veces te vio desnuda?... Todas aquellas preguntas inundaron tu cabeza.

Miraste hacia la ventana y decidiste buscarlo. En aquel momento solo estabas cegada de ira y necesitabas soltarla de alguna manera.

...

Estuviste horas deambulando por el bosque, sin ninguna sensación que te recordase a Angor hasta llegar a una entrada exterior de una alcantarilla, la cual estaba oxidada. Bajaste por las escaleras con cuidado de no resbalar, quedaba aun una hora para el amanecer por lo que tenías tiempo de sobra para derrotarlo o huir... Sin contar que te matase, claro.

Avanzaste lentamente invocando al báculo, preparada para cualquier ataque sorpresa. Llegaste a una especie de sala que conectaba varios túneles y en ella piedras amontonadas y pequeñas rocas talladas.

-Con que aqui te escondes... Un lugar la mar que elegante, si señor.

-Sobre todo aun mas lo será cuando coloque tu cadáver en el.

Una voz profunda resonó en aquel lugar, erizado tu espalda.

-Antiguamente, en mi aldea, a los fisgones de otras tribus que se atrevían a hacernos daño o sacar información los colgabamos boca abajo. En el caso de los trolls era común apalear hasta salir el sol, en cambio, los humanos acababan con las tripas en la boca.

-No te tengo miedo, y después de estar espiándome.

Angor Rot sonrió de oreja a oreja, de manera pícara dejando ver los colmillos con los cuales no tardaría en desmenuzar la carne de tu cuerpo.

-La verdad que ha sido muy educativo, verte aprender todos esos hechizos.

-Seras...

-¿El que?- Se acercó rápidamente con su daga en la mano- ¿Acaso vas a decirme quien soy? ¿Tu una insignificante bruja? Nunca llegarás a ser tan poderosa como la Bruja Pálida. Antes morirás que convertirte en algo mas poderoso. Las personas como tu sois debiles, insignificantes; estas aqui por mera suerte, no por destino. Por muchos trucos que tengas, jamas llegaras a proteger a los tuyos. He matado a miles y todos ellos como tu, creyendo algo que jamás serán.

Poco a poco retrocediste, agachando la cabeza, con los ojos como platos... aquellas palabras te hirieron. Mientras tanto Angor se acercaba mas a ti...

-Por mucho que hayas matado a miles jamás podrás conmigo- exclamaste cabizbaja, apretando tu báculo, temblando. Angor se paró en seco mientras alzaste la cabeza, mirándolo a los ojos llena de lágrimas-¡PIENSO SEGUIR LUCHANDO POR LOS MIOS AUNQUE ESO ME MATE, PERO AL MENOS YO MORIRÉ PROTEGIENDO A MI FAMILIA Y NO SIENDO EL PERRO DE NINGUNA ASESINA!

Ambos estabais a menos de un metro de distancia. Vuestras miradas se fundieron en un silencio incómodo. Angor se dió media vuelta, se sentó en aquellas piedras y empezó a tallar con la cara inexpresiva pero dura.

-Marchate, si te vuelvo a ver por aquí no seré tan amable.

Tus piernas temblaban tanto que aquellas palabras por poco te hicieron caer. ¿En vez de atacarme en mi punto mas débil, me estaba perdonando la vida?

-¿Acaso no has escuchado bruja? Marchate de aqui antes de que cambie de idea.

Asentiste y te dirigiste a la salida. Justi antes de que te desvanecieses por el túnel Angor comentó:

-¿Sabes? En mi aldea yo era quien los protegía a todos... Lo di todo por ellos... y ahora no me queda nada.

...

El sol salia por los bosques de Arcadia mientras Alice pensaba que quizás, y solo quizás, Angor no era tan malo como ella pensaba.

New Witch In Arcadia/ Angor Rot X ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora