Ciego

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Magnus iba caminando por las calles del centro. Era algo que solía hacer: a veces, cuando estaba libre, caminaba sin un rumbo fijo por las calles de su ciudad, y ayudaba a los que podía.

Y justo cuando iba pasando por una calle, su oportunidad llegó en forma de un atractivo joven, con pelo negro y ojos azules, que vendía pañuelos. Magnus lo vio muy solo bajo el ardiente sol, y vio que no parecía haber vendido mucho, así que decidió que su pañuelo ya estaba muy gastado, y quiso comprarle para apoyarlo.

Aparte de que era terriblemente  guapo.

-Buenas tardes. Quisiera comprar un pañuelo.

-Claro, caballero. Elija el que guste- Magnus los vio todos, y rápidamente su vista se fijó en un pañuelo azul rey, con algo de diamantina plateada y bordado de oro.

-Me llevo este- dijo poniéndolo frente al vendedor, y se extrañó cuando no reaccionó-¿Hola?

-¿Sería tan amable de dármelo?-Magnus frunció el ceño- Es que soy ciego- casi se golpea. ¿Cómo no notó antes el velo que cubría esos hermosos zafiros?

-Por supuesto- dijo y se apresuró a hacerlo. 

-Mmm... El pañuelo azul -el joven sonrió, y Magnus frunció el ceño ¿Cómo demonios supo el color? También el joven frunció el ceño- Oh no.

-¿Qué sucede?¿Ese era el suyo?- preguntó Magnus, preocupado.

-No, para nada. Pero este pañuelo se estropeó hace un tiempo con algo de diamantina, así que no creo que lo quiera. Puede escoger otro.

-¿Estás bromeando? ¡Es el mejor que he visto en el mundo! Me atrajo desde que lo vi, igual que el vendedor- el joven se sonrojó.

-¿Está seguro?

-Por supuesto.

-Bueno...Entonces se lo dejaré más barato. Está gravemente estropeado...igual que el vendedor...- susurró, pero igual Magnus lo escuchó.

-No lo creo. Sólo necesita alguien que sepa apreciarlo- dijo, y se tomó el atrevimiento de acariciar su mejilla. El joven enrojeció, pero después carraspeó.

-Bueno, serían $200- Magnus frunció el ceño.

-¿Cuál era el valor original?

-Eso ya no importa.

-Por supuesto que sí. Si no me lo dice, no me iré de aquí, y le hablaré hasta enamorarlo- el joven se sonrojó furiosamente.

-Debe tener trabajo.

-Es mi tarde libre.

-Una pareja...

-Estoy dispuesto...

-Algo interesante por hacer...

-Estar contigo- el joven suspiró.

-Nunca conocí a alguien que regateara a la inversa.

-Pues ya lo hiciste. Y vete acostumbrando, porque haré todo lo posible para estar diario aquí.

-¿Es eso una insinuación?

-No. Es una promesa- el joven suspiró.

-Bueno, valía $300, pero...

-¡Excelente!- dijo, y sacó un billete de a $500- Estos son quinientos pesos- dijo, y se los dio en la mano- Así está bien.

-No puedo...

-Claro que puedes.

-¿Podría hacerme otro favor?- Magnus asintió, pero después se aclaró la garganta- Claro.

-¿Podría decirme de cuanto son estos billetes?- dijo y sacó un puñito de papelitos de su bolsa- Es que son de los nuevos, y todavía no los identifico.... Perdón si lo molesto...

-En absoluto- dijo, y el joven le fue pasando los billetes, mientras Magnus le decía de que valor eran. Pero al último le esperaba una gran sorpresa.

-¿Qué es esto?- dijo, y le tendió un papel, que Magnus en seguida supo que no era un billete. Pero decidió leerlo en voz alta para que el joven supiera de que era.

-Dice un número, y arriba viene escrito Alec.

-Oh, Izzy... Ese es mi nombre y mi número. 

-¿Alec?¿De Alexander?

-Sí. Mi hermana pensó que sería buena idea que se lo diera a un hombre para conseguir pareja, pero yo no pienso igual.

-Bueno, Alexander, yo apoyo a tu hermana, así que me lo quedo para concretar nuestra primera cita el viernes. Te hablo luego, guapo- dijo, y se fue de ahí.

Magnus estaba acostumbrado a dejar a la gente sin palabras, y salir victorioso.

Pero ese no fue el día.

-¡Nos vemos!- dijo el joven alegremente.

Y Magnus quedó en blanco.

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Quiero que sepan que el último diálogo de Alec fue algo que en verdad me sucedió (claro que en un contexto muy diferente) y fue lo que dio pie a toda la historia.

Así que ya se imaginarán mi cara y la de Magnus en esta historia.

Mi cerebro estaba algo así como:

También deberían saber que no sé el costo real de un pañuelo, así que lo inventé, y puede que esté más bajo o muy exagerado.

Eso es todo lo que tienen que saber.

Gracias por leer.♡

Random MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora