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A Alec le gustaban mucho los vibradores.
Magnus lo había descubierto en uno de sus tantos encuentros, y lo había complacido desde entonces.
Grandes, pequeños, de colores, planos, con relieve. Ellos tenían de todos, y eran tantos que Magnus incluso tenía un cajón lleno de ellos en su clóset, y sólo invocaba el que necesitara.
Ocasionalmente, lo cogía con el vibrador, y él solo lo veía llegar al orgasmo mientras se masturbaba con la otra mano.
En otras, hacia que su magia moviera el vibrador, y el aprovechaba para tocar el cuerpo de su amante con ambas manos.
A veces, era él quien lo traía mientras lo cogía-o viceversa-. Alec era el que lo usaba en Magnus, mientras otro se movía dentro de él, o a veces Alec sólo se dedicaría a darle placer a Magnus.
Otras veces metía el vibrador y su pene al mismo tiempo, haciendo a Alec gritar de placer. Esas noches eran las más cansadas para Alec, y aunque ambos lo disfrutaban en demasía, no lo hacían demasiado seguido, para evitar desastres.
Cualquiera que fuera la manera, Alec la disfrutaba mucho, y Magnus también. Ambos gozaban de darle variedad a su vida sexual.
Y tanto disfrutaba Alec, que un día, mientras se vestía de nuevo, todavía medio montado en la nube del orgasmo que el otro acababa de darle, se le escapó una confesión.
"A veces me gustaría que tu pene fuera un vibrador"
Alec siguió con lo suyo, y cuando volteó a ver a su pareja, se encontró una expresión de shock.
Rápidamente procesó, y enrojeció al darse cuenta, antes de tartamudear un par de disculpas y salir corriendo a cazar, dejando a Magnus anonadado.
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Magnus lo pensó, y mucho. Le ofreció a Alec que podía usar aparatos, o incluso un hechizo.
Pero Alec se negó. No quería hacer que Magnus modificara su anatomía por un capricho suyo, y menos si no era 100% seguro.
Pero su oportunidad llegó un día, de la forma más inesperada.
Alec y Magnus estaban en un hotel, haciendo el amor, cuando empezó a temblar.
En ese momento, Alec se encontraba montandolo, así que Magnus liberó sus caderas, y con su magia creó una esfera que los protegería de cualquier daño, aunque no podía hacer nada contra las vibraciones.
Y cuando vio a Alec rodar los ojos, y soltar un gemido largo, recordó el deseo de Alexander, y se dio cuenta de que había hallado la solución.
Y sin que su pareja se diera cuenta, activó un hechizo que les permitiría sentir aún más.
El efecto fue inmediato. Alec rodó los ojos, gimió de nuevo, y perdió el equilibrio, así que se tuvo que apoyar en el pecho de Magnus, que al ver eso, lo tomó de las caderas nuevamente, mientras la magia seguía circulando, aumentando la sensibilidad de ambos, y haciendo que se corrieran al mismo tiempo que el temblor terminó.
Y mientras ambos recuperaban el aliento, y volvían en sí, Magnus pensaba en conseguir una cama vibradora.
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Hellou!
Esto se me ocurrió el lunes, después de que aquí en México temblara.
Mi intención no es ofender a nadie, y si alguien fue víctima, o conoce a alguien que lo fue, le ofrezco mis sinceras disculpas.
Espero que les haya gustado, y gracias por leer 💜💛💜
