Cuando despertó a la mañana siguiente estaba acomodado entre las cobijas de seda pertenecientes a su cómoda cama, las cortinas blancas con bordados de flores doradas yacían abiertas permitiendo el paso a la luz solar, con su mirada le dio un recorrido a su habitación y no había nadie allí, puede que eso le haya decepcionado, quizás muy en el fondo de su corazón esperaba verlo a su lado cuidando de él.
— Jamás te dejaré solo— eso fue lo que dijo Park anoche.
Mentiroso.
Se escuchó la puerta siendo tocada.
— Su majestad permiso para ingresar- era él, se acomodó y trató de arreglar su cabello que ya le llegaba a los hombros.
— Permiso concedido— Park ingresó con una bandeja donde estaba una tetera verde de porcelana con pequeñas flores turquesas acompañado con copas para tomar el té que tenían diseños similares a la tetera, con limpios pasos se acercó e hizo una reverencia.
— Mi príncipe ¿Ya se siente bien?— inmediatamente BaekHyun desvió la mirada al sentir sus mejillas calentandose al recordar la noche anterior.
— Sí ¿Qué hace en mi palacio? No le permití el ingreso al reino, creía que ya se había marchado— su voz salió infantil y un poco altanera, después de eso hubo un silencio un poco incómodo y se escuchó un pequeño suspiro entre el inmaculado ambiente.
— Le prometí servirle a usted y no alejarme, estaré a su lado aunque así no lo quiera, soy su guardián y usted fue el que me despertó, así que cumpliré mi labor como su inmortal.
— No necesito de tí, tengo a mi tío, así que puedes marcharte— sabía que se estaba comportando como un niño, pero él era un niño después de todo, así que no le importaba.
— Su alteza, yo...— la puerta de su habitación fue tocada de una forma calmada interrumpiendo su conversación.
— su majestad, su séquito le pide permiso para ingresar a su habitación— se escuchó desde el exterior y BaekHyun le dio una última mirada a Park para luego dirigirla a la puerta.
— Permiso concedido— la puerta fue abierta y les mostró la imagen de dos dolcellas que vestían con túnicas celestes, GunMin y YunHan, portadoras de espléndida belleza, aquellas mujeres lo vieron crecer y lo cuidaron como a su propio hijo. Atrás de ellas estaban dos hombres que vestían con túnicas verdes, TaeHo y BoFan, ellos nunca se separaban de él, eran los guerreros más capacitados para cuidar del emperador. Ellos eran su séquito principal, portaban grandes cargos en el palacio y eran respetados fuertemente por los demás.
GuMin era encargada de todo lo que se refería a la presencia del emperador, desde los conjuntos de túnicas, hasta la más simple joya que decorará la belleza de su alteza, en sus manos está hacer resaltar al príncipe de los demás. YuHan, era la la doctora más grandiosa jamás vista, se encargaba de la salud de su majestad y cualquier alimento ingresado al palacio, ella verificaba absolutamente todo lo referido a comidas, higiene y limpieza, que tengan que ver mayormente con BaekHyun. TaeHo, era el líder de la guardia Real, el guerrero que mataría a cualquiera que se atreva a dañar al pequeño príncipe, sus manos estaban manchadas de sangre del enemigo, pero mantenía muchísima fidelidad a la corona. Y por último BoFan, el que mantenía el horario de su majestad, era el encargado de que BaekHyun estuviera donde lo necesitaban, fiel a las reglas de renascent y lo que conlleva a la educación y rectitud del futuro monarca.
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Emperador
FanfictionEn la antigua Corea, donde los reinos predominaban y estos tenían la suerte de tener inmortales para el cuidado de los futuros gobernantes; aquellos que darían la vida para cuidar de sus príncipes. El inmortal de renascent creía que sería fácil, él...