Tras comprender que se encontraba en un lugar desconocido se incorporó y fue hasta la única puerta de esa pequeña habitación. Intento abrirla, pero estaba cerrada con llave. Trato de forzarla por unos minutos, y después paso a golpearla sin éxito alguno. Finalmente, su frente quedo apoyada en la puerta cansado luego de una larga batalla por abrirla.
Cerrar los ojos enfocando los recuerdos que aún estaban muy claros en su memoria, Sangwoo firmado su sentencia.
Golpeo la puerta con la palma de su mano derecha haciendo un estruendoso ruido, había sido un idiota. Aunque en su interior las dudas no dejaron de aglomerarse en su pecho, decidió ignorarlas y poner todas sus esperanzas en el hombre que lo había ayudado desinteresadamente tantas veces, ignoro la desesperación que sangwoo mostro por vivir porque creía que si alguien podría salvarlo a los dos era el, entonces decidió darle las canicas que había ganado y no se molestó en revisar su interior cuando este se las colgó en el cuello hasta que regreso al punto donde habían acordado encontrarse. Cuando sangwoo no apareció tuvo un mal presentimiento, y tras llamarlo muchas veces decidió revisar el pequeño bolso atado a su cuello en donde supuestamente las canicas que había ganado aún se encontraban, pero incluso antes de abrir el saquito lo supo y su corazón se rompió al confirmarlo, dentro de la bolsa solo había piedras sacadas del espacio artificial en donde se encontraba.
La angustia que se sintió en ese momento provocaron que inevitablemente se deslizaran las lágrimas por sus mejillas ¿Qué sería de su familia sin él? Fue el primer pensamiento que atravesó su mente. Había decidido arriesgarse a regresar al juego porque quería darle una mejor vida familia, pero todo había resultado ser en vano. Nunca podría escuchar la voz de pequeño diciéndole "Papa", se preguntó ¿Por qué sangwoo le había hecho esto? Él le había contado sobre su familia, sobre su difícil situación ¿Acaso nunca le había importado? ¿Si quiera pensó en el destino de su hijo? Su niño ni siquiera lo llegaría recordar y si esposa al ver que no volvía seguramente llegaría a pensar que no pudo más con las deudas, y que decidió dejarlos a su suerte.
-Sangwoo -musito imponente ante su situación, y con aquello pensamientos tan tortuosos escucho como a su espalda el gatillo soltó la bala que acabaría con su vida.
Ahora se encontraba en una habitación por la decisión de alguien superior, encerrado igual que un animal en una jaula esperando seguramente a hacer utilizado para otro de esos monstruosos juegos de vida o muerte.
Se dejo caer al suelo y apoyo la espalda a la puerta cubriendo su rostro empapado en lágrimas. Todas las decisiones tomadas lo habían conducido a esta situación, si tan hubiera sido más listo, si tan solo no hubiese creído en las palabras de su jefe, de aquel hombre misterioso y de Sangwoo.
-¿Me quedare aquí a lamentarme? -se cuestionó tras largos minutos en esa posicion. Si, quizás había cometido muchos errores, pero estaba vivo, ¿no?
Si era por obra de dios o por el enfermo ser que había organizado esos juegos, estaba vivo y no podía desperdiciar esa oportunidad, no si queria volver con su familia, así que tras calmarse y ordenas sus pensamientos lo primero que hizo fue analizar el entorno en donde se encontraba.
El espacio media alrededor de unos doce metros cuadrados, casi totalmente a oscuras y más estrecho de lo que se debería gracias a la cantidad de cajas que se aglomeraban en las dos paredes de los costados.
Frente a la puerta en donde aún continuaba recostado recibía los pequeños rayos del sol que se adentraban por una pequeña ventana en lo más alto.
-Debe haber algo en las cajas -se dijo.
Aquel día se dedicó buscar soluciones para poder escapar y al caer la noche solo encontró botellas de agua con latas de comida que calmaron su hambre, dos cambios de ropas con un par de zapatillas y un pequeño botiquín con un par de vendajes con alcohol.
No hubo ningún objeto contundente para poder atacar, y ni siquiera las dos matas que destrozo le sirvieron para poder crear una cuerda lo suficientemente grande para poder atar a alguien.
A las primeras horas del siguiente día la puerta se abrió, su corazón se detuvo por un segundo al ver a un guardia enmascarado con el símbolo de un cuadrado. Este le lanzo una mochila con instrucciones, debía aguardar ahí hasta que el juego finalizara y de querer marcharse podía hacerlo, pero no era algo recomendable pues sería encontrado en poco tiempo y asesinado.
-Si te quedas aquí tendrás más posibilidad de vivir -le dijo.
-¡¿Por qué estoy aquí?! ¡¿Esto es parte del juego?! -le pregunto levantándose con la intención de conseguir respuestas, pero el hombre ni se inmuto, permaneció mirándolo desde la puerta escuchándole hacer las preguntas que cruzaban por su mente.
-Jugador 199 se te ha dado instrucciones, la única pregunta que debería importante es el decidir si vas a marcharte o no de aquí.
-¿Qué es todo esto?... -El hombre enmascarado corto sus palabras apuntándole. Disparo sin darle a Ali la posibilidad procesarlo. La bala rozo apenas su mejilla provocando que sus piernas temblaran y cayera al suelo aterrado por su posible muerte.
-Decide -fue lo único que dijo ante de marcharse.
Ali no se movió de su lugar, ni siquiera comprobó si la puerta estaba abierta o no. Tras el evento se sintió mareado. Estaba encerrado en la habitación. Sus manos temblaron a medida que saco las cosas de la mochila, un cuchillo y mucho dinero ¿Qué se supone que haría con eso? ¿Era una forma de burlarse de su situación? ¿Acaso él era pago por su vida?
-Tranquilízate - se consoló abrazándose a sus piernas. Lo que había hecho fue un acto imprudente, había actuado producto del miedo, pero debía procurar no volver hacerlo. Nada le aseguraba que correría con la misma suerte.
Avanzo a grandes zancadas por la habitación hasta la ventana, el color de cielo se estaba tornando anaranjado rojizo. Al caer en cuenta las horas que había perdido fue hacia la puerta, tomo el pomo y dudo entre abrirla o no. Pensó en las palabras del hombre, moriría si salía, pero ¿y si lo estaba engañando? Reflexiono por muchos minutos mirando una y otra vez la mochila que ahora se había colocado en su hombro, los dos implementos que había dentro no le servirían de mucho en ese ligar, en especial el dinero.
-¿Y si era una prueba? -cabía la posibilidad que el guardia estuviera probando que tan grandes eran sus ganas de vivir, después de todo había perdido, pero por alguna razón no fue asesinado como el resto de los jugadores. -¿A lo mejor esto es real? - no creía que quien estuviese detrás del juego fueran tan generoso para dejarlo irse sin más, pero al final luego de tantas dudas e infinitas posibilidades se arriesgó y abrió la puerta.
Se encontró con otra habitación igual de pequeña con paredes verdes, llena de más cajas y algo entre ellas que lo estremeció. Al acercarse a detallarlo, el cuchillo que tenía en su mano cayó al suelo atónico por lo encontró, se trataba de la jugadora 212, Han Mi-Nyeo.
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Hacia el abismo de los sentimientos (Squid Game)
FanfictionSinopsis: Ali Abdul se prometió no volver a confiar. Cuando descubre que ha sido salvado misteriosamente, no puede evitar asociarlo a un regalo de su dios, sin embargo, ante la llega de Sangwoo entiende que no es más que suerte. Ahora a...