Capítulo II

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Perspectiva de Susan
03 de octubre

Aunque tenga amigos, me he sentido sola últimamente. Quedamos en casa para una pequeña reunión antes del comienzo de clases. Los chicos compraron su bebida preferida, es un poco suave y no es tan seco como el ron, mis mejores amigas sami y Aisha, compraron latas de cervezas. No podía faltar para su preferencia un poco de marihuana y cocaína para la velada. He sido buena amiga aunque no me gusta ver a mis amigos destruyéndose. Hago el intento de que lo dejen, pero es lo que menos hacen.
Las horas se fueron rápidamente, entre risas divertidas, acordamos en regresar al colegio, todos juntos. Comimos carne y pollo a la parrilla con Arepa pelada y yuca. Seguimos bebiendo, vi que sami volvió a consumir.

____ ¡basta por favor! Le dije levantando su cabeza y esparciendo el polvito con la mano.

Sami: ¡lo siento Susan! Me dijo abrazándome.

____ ¡la vida en algún momento nos dará lecciones que dolerán! Mirando a sus ojos.

Sami: ¡gracias Susan, quiero dormir! Me dijo cayendo en un sillón de la sala.

Volví con los otros chicos y estaban bailando como locos. Viviendo una vida loca, sus risas eran únicas y sonreían a la vez conmigo.
Definitivamente que; la amistad solo tiene sentido, si el cielo es el límite y si aquí inaugura su comienzo. No quería terminar así sin despedirnos, y que cada uno tomara su camino, sin antes no haber competido con el tiempo. Allí estábamos todos juntos y sami dormida.

Nos levantamos de las sillas y los chicos se van.

____ ¡gracias por todo chicos! ¿Me recogen mañana para ir al colegio? Le pregunte.

Eithan: ¡claro que sí, nos vemos! Me dijo

Santiago: ¡descansen chicas! Dirigiendo las palabras a Aisha y a mí.

Cerré la puerta de la casa e íbamos a buscar a sami que se encontraba profundamente dormida. Y recordé ese día en la que me arrebataron a mi pequeña hermana.

El año pasado 2019.

Inicio de flashback:

Mis padres habían salido de casa, estaban de viaje por cuestiones de trabajo. Mi pequeña hermana tiene un año menos que yo. Ella de 15 años y yo 16 años. Nos divertimos y disfrutamos del momento, de las ocasiones y de las causas. Entre sus amigos y los míos hacíamos una perfecta combinación, en la piscina nos lanzábamos unos contra otros y era demasiada felicidad junta.

Llego la noche, aproximadamente las 8:40 pm, era tan oscura fuera de lo normal. La luz de la luna era opaca y sí que era tenebrosa. Se sentía el ladrido de los perros y unos pasos sigilosos. Todos estábamos concentrados en lo que en nuestro alrededor ocurría.

Un viejo amigo del colegio, salió con la idea de comprar bebidas alcohólicas y era la primera vez que una idea sonaba tan bien. Así que hacíamos una “vaca” entre todos para comprar cervezas, ya al rato había recolectado el dinero suficiente.

Ese mismo chico salió con su auto y se llevó a mi hermana pequeña. No estuve de acuerdo, pero ella prefirió irse. Estuvimos esperando su regreso durante unos 30 minutos. La licorería no quedaba tan lejos, me sentí preocupada.

Así mismo se hicieron las 10:30 pm, había pasado ya 1 hora y era extraño. No había llamadas entrantes, sin dudarlo habrían llamado, pero eso es lo que menos sucedía. Volvía a marcar y esta vez la contestadora era quien hablaba. Sami vio su teléfono, alguien llamaba. Se lo arrebate de las manos.

____ ¡buenas! ¿Quién habla?

Desconocido: ¡le comunicamos a la familia de la jovencita Edith Smith, ha fallecido al ser trasladada al hospital más cercano con traumatismo severo y diversas lesiones en el cuerpo! No supe que responder y solo sentí que la respiración me faltaba.

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