PESPECTIVA DE SAMI
Después de varias noches, donde fumaba mota y esparcía un poco de coca al suelo.
Una mañana común como otras decidí ir a un terapeuta hablarles sobre mi ansiedad y las pocas ganas que quería de sobrevivir en un mundo disfuncional. Me levante de la cama, peinaba mi cabello, aunque fuera una locura, jamás lo hacía, pero me hice una cola alta, me sentía radiante.
Fui al baño, lave mis dientes y la cara. Me vestí de un suéter color rosa un poco holgado para mí, y un mono jogger color negro, baje hasta la cocina, tome un vaso de jugo de naranja y una rueda de pan, las llaves en mi mano, abrí la puerta de mi auto y una vez allí lo puse en marcha hasta la clínica, que estaba a unos 10 minutos en casa, lo estacione cerca y me dispuse a caminar hacia la recepción.
____ ¡al parecer padezco de ansiedad, quiero sanar urgente, necesito a un doctor!
____ Recepcionista: ¡ok! ¿Me dirías tu nombre, apellido y edad?
____ ¡Sami Rodríguez, tengo 16 años! Le dije.
____ Recepcionista: ¡Lo siento, pero eres menor de edad, debes venir con tus padres! Me dijo
____ ¡sabe una cosa, apenas saben que existo, ellos solo viven para auto complacer y darle a su hija dinero para que no llamen de su atención, pero resulta que a mí lo único que me mantiene es una niña de mi edad, que se hace ser mi hermana, usted quizás no lo entendería señorita, quizás no entendería por lo que he tenido que lidiar, noches frías y desahuciadas, noches imposibles de conciliar dormir y descansar, necesito con suma urgencia ayuda, nadie podría entender más que un especialista en la materia, ayúdeme!
Le dije con la voz quebrantada
____ Recepcionista: ¡déjame preguntar, quiero ayudarte!
Pasaron unos minutos, desde que la señorita se había ido a preguntar, pero ante mi vista pesada y el frio del lugar, me quede dormida, hasta que unas manos tocaron mi hombro.
____ Recepcionista: ¡al poco tiempo que regrese, te quedaste dormida, no te quise despertar, supongo que estas menos cansada!
____ ¡supongo que sí! Le conteste sonriendo.
____ Recepcionista: ¡El doctor me dijo que podías entrar! Me dijo también sonriendo.
____ ¡muchas gracias! Le dije.
Una vez abrí la puerta de ese consultorio, sentía escalofrío, el cuerpo me temblaba y no podía controlarlo, a su vez, un señor pasado de edad venía a mi encuentro.
____ Doctor: ¡tranquila niña, todo estará bien a partir de ahora!
Sus palabras, me indicaron confianza. Sentada en un asiento cómodo como si su piel fuese la de un gato sedoso. De hecho pensé en adoptar un gato, me transmitía paz.
La sesión duro media hora, le hable de mi situación familiar, de mis emociones, de mis amigos, de lo que hacía para aliviar la ansiedad, solo veía como el doctor escribía sobre un libro, al cerrarlo. Me entrego unas pastillas y no sabía qué hacer, pensé que iba a decir algo al respecto.
____ doctor: ¡escucha con atención, estos medicamentos solo los tomaras antes de dormir, solo una vez al día, y te olvidaras que necesitas drogarte, no es necesario hacerlo, en la próxima sesión, seré yo quien hablara, tu solo escucharas, ya puedes salir! Me dijo
____ ¡está bien! Salí de ese consultorio extraño, me hacía sentir como si estuviera encerrada en un cajón.
Pase muy cerca de la recepcionista, me despedí de ella.

ESTÁS LEYENDO
Los Juzgados
Mystère / ThrillerPROLOGO Ocho jóvenes han sido envueltos en una historia con sus propias experiencias. De vuelta al colegio "San Agustín de Valle Verde" ciudad natal en la mayoría de ellos. Cada uno con personalidades, aspectos, estilos, totalmente diferentes. Un d...