8

137 5 19
                                    

Mitsuki se movio entre la neblina, buscando de un lado a otro.

-¡Metal!, ¡Delegada!- grito desesperado. Corria

-Ya nunca los encontraras- de la niebla, emergieron copias de sus amigos, que se podian distinguir faciomente por los ojos rojos, que brillaban en un destello maligno...

°°°°

Tiempo atras.

Despues del decreto de shinki ellos salieron directamente en busqueda de la primer pista.

No tardaron en obtener informacion por parte de un informante que iba con su armada, al parecer tenian direccion a cierto lugar privado, pero el equipo de Mitsuki los intercepto.

El informante les dijo que lo que buscaban no era prescisamente el lugar mas seguro, incluso menciono que ni los informentes tenian acceso al templo, solo a su exterior.

Pese a las advertencias de esa persona, ellos optaron por no tomarlo en cuenta y verificar por si mismos esas palabras.

Asi que, tras una buena tortura, obtuvieron la ubicacion y partieron en busca de... lo que fueran a encontrar.

°°°

Ahora...

Mitsuki termino arrepintiendose de su decisión.

Pensando en donde habia echo mal, mienrras corria tanto como sus lastimadas piernas se lo permitian, sosteniéndose el brazo izquierdo con la mano derecha, pues la herida que le habian echo con una flecha ni siquiera se cerraba, si no que de abria mas, expandiéndose para permitir entrar el posible veneno que venia en la punta del arma.

Pese a toda dificultad, seguia corriendo.

Las risas brulonas tras el eran fuertes, parecian perseguirlo por toda la cueva. No fue hasta cuando salio, que por fin le dejaron en paz. Aun con eso siguió corriendo por un par de metros, antes de caer al suelo por la debilidad en su cuerpo.

Y simplemente todo se volvio de color negro.

°°°

Sumire se encontraba oculta en un pequeño hueco que habia encontrado en la cueva, abrazaba sus piernas, mientras procuraba llorar en silencio.

Habia perdido de vista a Mitsuki y Metal, pero eso no era lo peor del caso, si no que: al tratar de volver con ellos, termino encontrandose cara a cara con una copia de su amigo serpiente, la cual trato de asedinarla casi al momento.

Basicamemte quiso ahorcarla.

Por fortuna, pudo invocar a Nue, quien le ayudo a escapar.

Y ahora estaba ahi, esperando a que alguien la salvara, pensando en como habian llegado a ese punto y dudando de poder completar la mision.

°°°

La corrupcion del sentido.

Un truco sucio pero efectivo.

—Logramos hacer que se fueran mi señor— señalo una de las mujeres cambiantes, apareciendo tras el, con otras dos a sus costados.

—Mmm...— fue su unica respuesta.

Existen tres formas de corromper a los humanos: con recuerdos, tentaciones o atacando directo al espiritu.

Los recuerdos no eran lo suyo, ademas de que ese no era su encargo ni su maldicion.

Como en un juego: era el segundo nivel, aumentando la dificultad. Esto lo hacia con la tentacion.

Se encargaba de romper las mentes humanas con sueños o pesadillas.

El DespertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora