Tiempo.

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¿En cuanto tiempo moriremos?...


















El frio de la noche los abrazaba a todos, la sangre habia teñido sus mejillas de un tono carmin. Y a pesar de eso nadie se atrevia a ence der una fuente de calor, por el miedo instalado entre todos los presentes, habia seguridad y la zona estaba delimitada, pero eso no quitaba el panico que recorria el corazon de cada persona.

Su avanze era lento, comparado con el clima que los habia atrapado apenas pusieron un pie fuera del campamento.

—¿Segura que sabes hacia donde es?— inquirio Shikadai mientras se colocaba cautelosamente a un lado de su amiga.

Ella sabia que a Shikadai no le haria ninguna clase de gracia el hecho de que no supiera ni la razon por la que habian asistido, pero tal fue su impulso de curiosidad, que termino fingiendo que si lo sabia.

No sonaba a algo que ella haria.

°°°

El ejercito partio justo al caer la noche, sus posiciones ya estaban asignadas y solo tendrían que esperar a la llegada de sus tres lideres.

El plan de Boruto era volver en el tiempo. Regresar a aquel dia del torneo y revivir cada experiencia.

Empezando por la eliminatoria.

Entrar en un bosque... dos esquipos... y la consigna de eliminar a la mayor cantidad ee rivales posibles.

Aunque tenian una pequeña ventaja por el terreno.

El rubio observaba silenciosamente a traves de la ventana, estaba seguro de que ellos ya habian llegado, pero por alguna razon no daban ninguna señal de vida. Tampoco el grupo de su "linda" hermanita.

A sus espaldas, los otros tre se acercaban cautelosamente, como asechando desde las sombras, aunque el facilmente podia reconocer sus prescencias. Ademas de los multiples detellos en sus ojos.

—Matenlos— fue su unica y fria orden para los tres.

Ahora no parecian sus hermanos ni su querida amiga. Solo eran juguetes entrenados para servirle.

Pues, tal cual perros, salieron corriendo  a traves de la ventana, saltando hacia el bosque para tomsr posicion junto con el resto del ejercito.

°°°

—Algo pasa— alerto Shikadai mientras hacia una señal en direccion a Hisoka.

Este elevo su brazo para que todos guardaran silencio.

—Estan aqui— aviso Sarada con cautela, su Sharingan le habia permitido divisar el movimiento en el bosque.

Todo el mundo tomo sus puestos de batalla.

Durante unos minutos, que parecian una eternidad, no hubo ningun solo ruido, incluso las respiraciones de la gente eran apenas audibles, la adrenalina los insitaba a moverse, pero el temor era mas que suficiente para que se quedaran quietos.

Las miradas de todos viajaban de aqui a allá, buscando cualquier indicio de movimiento.

Pero no ocurria sobre sus cabezas, si no bajo sus pies.

El suelo bajo ellos comenzo a agrietarse, para despues caer junto con la mitad de los presentes.

Sarada y sus amigos habian logrado lanzarse hacia los costados para evitar la zona que caia.

Justo despues de eso no ocurrio nada mas, asi que aprovecharon para ayudar a los compañeros que estaban dentro del crater a subir.

Cuando Sarada y Wasabi estaban ayudando a uno de los soldados, una inesperada flecha fue disparada en direccion a la chica felina. Sarada alcanzo a divisarla con el Sharingan y rapidamente actuo, empujandola y haciendo que la flecha le diera a ella.

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