El Despertar

Sentimientos.

Sarada no era ninguna tonta, ya no se dejaria engañar de la misma manera.
En cuanto vio la oportunidad, en medio de las batallas, hizo una señal al aire y toda la arena fue rodeada por los miembros de su resistencia.

—No seguiremos tus juegos, entrega las llaves antes de que inicie un verdadero conflicto— demando en direccion al rubio, quien observaba todo desde el otro lado de la arena, con sus seguidores tras el.

Boruto miro a sus tres acompañantes, quienes estaban a la espectativa de sus ordenes.

—Esto se volvio aburrido, el tiempo de despertar al ejercito del sol llegó, encarguense de ellos— ordeno Boruto en medio de un susurro.

Menma hizo una señal al ejercito, quienes comenzaron a movilizarse para retener a las fuerzas de la rebelion.

Boruto se desvanecio entre los arboles del bosque, mientras una feroz batalla se desarrollaba a sus espaldas.

Rapidamente llego al castillo donde habia estado residiendo y antes de poder dar un paso hacia el interior del lugar, fue detenido por el dolor de su cabeza, acompañado de una sensacion cortante en su cuerpo.

Él Boruto real estaba luchando.

—¡Ve por él, si llega a su castillo estamos perdidos!— ordeno Hisoka en dirección a Sarada.

La Uchiha dejo de lado su combate y corrio hacia el mismo lugar por donde habia visto ir a Boruto.

Siguio avanzando por un buen rato, incluso los sonidos de la batalla ahora parecian mas nítidos, casi imperceptibles.

Esto ocasionó que perdiera la concentracion y como resultado de ello, no se dio cuenta de que habia pisado un activador.

En cuestion de segundos, varios hilos comenzaron a extenderse por todo el lugar, enredandose de un lado a otro, girando sobre los troncos de los árboles, cortando las hojas de los mismos.
Al final ella termino con sus piernas, brazos y cuello atrapados.

Al tratar de moverse, aquel hilo rozó con su rostro, haciendo un fino corte en su mejilla.

—Si yo fuera tú me quedaria quieta— Amaya salio de entre los árboles, una sonrisa siniestra adornaba su rostro, aunque esto no era visible para la Uchiha.

—Amaya... no entiendes, esto ya no es solo por la estupida competición, si Boruto usa las llaves todos estaremos perdidos—.

—Por supuesto que lo entiendo, mi deseo es cumplir las metas de Boruto... y si eso significa ser destruida con el resto del mundo, pues que asi sea— se acerco hasta quedar cara a cara con Sarada, importandole poco hacer varios cortes en su propia piel.

Sarada iba a decir algo mas, pero repentimante Amaya cayó al suelo, quedando totalmente de rodillas mientras sostenia su estomago y comenzaba a tener arcadas.
Su respiracion era anormal.

—No... no quiero... no quiero esto... esto no...— murmuraba desde el suelo.

Sarada observaba todo en silencio, mientras trataba de idear una manera de escapar.

—Sarada... el castillo... Boruto... no quiero, por favor...—.

—Amaya, ¿donde esta Boruto?— aprovecharia que la chica estaba débil y parecia confundida.

—El castillo... no, no, no... quiere... quiero parar...—.

—Amaya, mirame— ordeno Sarada.

La chica levanto alzo la vista casi al momento, el temor estaba implantado en su mirada y de su boca salia saliva a mares.