No podía dejar de pensar en ese día.
No podía dejar de pensar en Izuku y su cínica sonrisa.
No podía dejar de pensar en esas palabras.
Luego de que el peliverde confesara que él había matado a su amada madre, la clase entera había sido separada siendo teletransportada a distintas secciones de la instalación, donde tuvieron que lidiar con la masa de villanos que habían sido igualmente esparcidos.
Tan pronto como acabó con aquellos inútiles salió en busca del pecoso, pero no lo encontró.
Su cabeza estaba hecha un lío, llena de preguntas sin respuesta y con una creciente ansiedad que le robaba el aire de sus pulmones. Encontrarse con el peiliverde había sido un evento bastante inesperado, y el hecho de que su encuentro terminara de esa manera, Izuku trabajando con la liga de villanos, lo hacía sentir más inquieto aún, además de un emergente sentimiento de culpabilidad.
¿Y si fue por su culpa?
Katsuki había hecho de la vida del peliverde un infierno desde que eran pequeños, tal vez le había ocasionado tanto daño que no pudo soportarlo más y terminó explotando de la peor manera posible. De sólo pensar en esa posibilidad su pecho se contraía con más remordimiento que antes. ¿Qué debería hacer? Lo más lógico sería hablar con sus profesores acerca de Izuku, pues cualquier información de alguno de los integrantes de la liga de villanos era de suma importancia para la investigación que estaban llevando a cabo las autoridades. Pero tendría que verse obligado a explicar el cómo se volvió un villano por su culpa, ¿eso afectaría su futuro como héroe? No, si quiere ser un héroe debe comenzar por aceptar sus errores y tomar la total responsabilidad de sus actos, si no lo hiciera sólo sería un héroe hipócrita más.
— ¿Está todo bien, Bakugō?
La voz de Kirishima lo sacó de su mini conflicto interno, haciéndolo volver a la realidad parpadeando un par de veces, encontrándose con cuatro pares de ojos que lo observaban preocupados. Había olvidado dónde se encontraba.
— Estás bastante callado desde ayer, es demasiado extraño viniendo de ti.
— ¿Qué intentas decirme, pikachu?
— ¡No lo tomes a mal! ¡Nos preocupas, eso es todo!
— No necesito que ningún extra se preocupe por mí, estoy bien.
El pequeño grupo se quedó en silencio por unos segundos, inseguros acerca de preguntar sobre aquel chico que le había hablado como si se conocieran de antes. Esa parecía ser la principal causa del decadente estado de ánimo del cenizo, y tenían bastante curiosidad por saber lo que había sucedido. Ashido fue la primera en arriesgarse.
— Ne, ese chico peliverde, ¿lo conocías de antes?
La pregunta tomó por sorpresa a Katsuki, provocando un pequeño sobresalto y abriendo sus ojos un poco más de lo normal con sorpresa. Se preguntaba si estaba bien abrirse a ellos, pues no llevaba ni un mes de haberlos conocido. No eran malas personas y parecían genuinamente preocupados por él. Nunca nadie había sido tan cercano a él en tan poco tiempo como ellos habían hecho. Además de Izuku, claro.
Suspiró derrotado, cansado de seguir guardándose todo para sí mismo. Tal vez si se daba la oportunidad de confiar en alguien más todo se volvería un poco más fácil de sobrellevar. Sólo tal vez.
— Fuimos amigos de la infancia. — se detuvo un momento, pensando en sus siguientes palabras, ordenando ideas para tratar de resumir lo mejor posible toda la información enredada en su cabeza, mientras que los demás ponían absoluta atención a las palabras del cenizo, sorprendiéndose de inmediato con esa primera oración. Vaya que no se lo esperaban. — Nuestras madres eran amigas por lo que nos conocemos prácticamente desde que nacimos. Por un tiempo fuimos bastante unidos, éramos casi como hermanos.
Se detuvo una vez más, sintiendo sus recuerdos golpearlo conforme avanzaba el relato. Esta vez fue el turno de Sero de preguntar.
— ¿"Por un tiempo"? Suena a que no duró mucho. Si eran tan unidos ¿qué pasó para que dejaran de serlo?
Su ceño se frunció, mostrando una mirada abrumada que sólo alimentaba más la duda e inquietud del grupo.
— Comenzó cuando mi quirk se manifestó, desde el primer momento fui llenado de halagos y admiración por parte de compañeros y maestros debido a que es uno bastante poderoso. El exceso de atención recibida hizo que el ego se me subiera a la cabeza, incluso ahora sigo siendo ese mocoso que se cree superior a todos. Izuku siempre me había admirado, incluso antes de manifestar mi poder. Aún recuerdo cómo me dijo lo increíble que era y que esperaba tener un poder igual de asombroso que el mío, que ambos seríamos los mejores héroes... Pero el suyo jamás se manifestó.
Jadeos sorprendidos se escucharon en la mesa, bastante adentrados en la historia que les contaba su amigo, aunque aún no podían imaginarse del todo el cómo llegaron a alejarse.
— En el momento en el que me enteré, en lugar de darle mi apoyo como su mejor amigo, en lugar de defenderlo de las burlas, sólo pude pensar en una cosa: Yo soy el más increíble, Izuku el que menos lo era. Recuerdo que lo que más odiaba de él, es que a pesar de no tener poder, siempre defendía a los demás sin importarle salir lastimado. Lo odiaba porque a pesar de no tener poder él siempre iba un paso delante. Me molestaba que un quirkless tuviera más madera de héroe que yo. Era un pensamiento bastante inmaduro, pero nunca me di cuenta de ello hasta ahora.
— ¡Espera, espera! Hay varias cosas que no logro entender aún. Si quería ser un héroe, ¿cómo es que llegó a parar a la liga de villanos?
— Es mi culpa.
— ¿A qué te refieres?
— Desde que fue diagnosticado quirkless le hice la vida imposible, hasta segundo de secundaria. Yo... yo le dije cosas horribles e imperdonables. Me arrepentí por todo demasiado tarde, para entonces él ya había desaparecido y sin dejar ni un sólo rastro, ese mismo día su madre murió. Lo estuvimos buscando por meses y nunca supimos el cómo o porqué de su desaparición... hasta ayer.
El silencio reinó una vez más, esta vez nadie sabía qué decir, el pensar que alguien tan bondadoso cómo lo era ese pequeño peliverde de la historia, aquel que se ponía enfrente de los demás para protegerlos aún si no tenía poder, fuera capaz de acabar con la vida de su propia madre, los hacía sentir perturbados. Pero les inquietaba más el hecho de que las acciones del cenizo lo orillaran a tal grado. ¿Qué había hecho para apagar un corazón tan noble y convertirlo en el villano que era ahora?
— Escucha, Bakugō. No conocemos todos los detalles del cómo llegaste a tratar al chico y no tienes que contárnoslo si no quieres, pero definitivamente hay algo que no cuadra. — Kirishima sabía que su amigo había hecho mal acosando al pobre chico que sólo quería ser un héroe. Se sentía decepcionado, sin embargo, todavía había cosas que no encajaban en toda esa historia, y aunque el cenizo cometió errores, él iba a apoyarlo para que pudiera resolverlo debidamente.
— ¿De qué hablas?
— Por lo que nos contaste parecía ser bastante noble, tú conoces mejor su personalidad, ¿crees que él haría algo como eso por gusto?
La pregunta mostraba una genuina curiosidad. Tenía que saber qué pensaba Katsuki, pues se supone que lo conoce desde siempre, una persona no se convierte en un psicópata de la noche a la mañana.
— En realidad no. Él amaba a su madre más que a nadie en el mundo. Siempre sonreía sin importar lo mal que lo pasaba, era demasiado optimista y alegre. En todos esos años en los que lo molesté jamás me mostró indicios de algún tipo odio hacia mí ni a nadie.
— ¿Creen que haya mentido?
— ¿Pero qué razones tendría para mentir diciendo que él mató a su madre?
— ¡Les digo que hay cosas que no encajan!
El timbre marcó el fin del receso y juntos se dirigieron a su salón de clases, pensando en toda la información adquirida y formando teorías de lo que pudo haber ocurrido el día de la desaparición del peliverde.
Katsuki se sintió un poco más aliviado al soltar un poco de la carga que llevaba en sus hombros, sintiendo el apoyo que sus amigos le estaban brindando, y a pesar de saber que no lo merecía, se sintió agradecido y con energías renovadas para dar inicio a su nuevo objetivo:
Traer de vuelta a Midoriya Izuku.
![](https://img.wattpad.com/cover/284583583-288-k343359.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Come back [En edición]
FanfictionMidoriya Izuku aparece de la forma más inesperada posible después de haber desaparecido por un año entero luego de la muerte de su madre, asombrando a Bakugō Katsuki no sólo por su cambio radical de personalidad, sino también por el hecho de formar...