[💥]El duelo de alguien que ha perdido a un ser querido varía de persona en persona, y la mayoría presenta sus cinco fases: negación, ira, negociación, depresión/culpa y finalmente la aceptación; no siempre en ese mismo orden. Sin embargo, así como unos llegan a la última fase y siguen viviendo sus vidas, adaptándose a su pérdida y superándolo lentamente, hay otros que llegan a medio camino y se quedan estancados en alguna de las anteriores. Otros se saltan algunas de ellas, y en el caso de Izuku sería un poco diferente.
[💥]
Corrió lo más rápido que pudo. Debía ser algo realmente malo si lo habían llamado durante la hora de clases. A penas escuchó su nombre siendo pronunciado por el altavoz supo que se trataba de Izuku, a quien no había podido ver desde que llegaron a la academia hace dos días.
Continuó su carrera por los pasillos hasta que por fin llegó a la puerta de la habitación en la que se encontraba el peli verde. Sin preocuparse en tocar la puerta o preguntar entró rápidamente observando de inmediato la gran ventana frente a él que daba al pequeño cuarto. Tenía una mirada perdida, llena de desdicha y hasta cierto punto algo vacía.
Dirigió su vista hacia los héroes y detective presentes, impaciente por saber lo que estaba pasando.
— ¿Qué sucede? — cuestionó inquieto.
— Preguntó por su madre —. El detective fue el primero en dar una explicación breve.
Katsuki había olvidado ese detalle, o más bien, lo había estado posponiendo. Una parte de él esperaba que Izuku supiera de ese hecho para no tener que ser él quien le diera la noticia.
— ¿Quieren que yo se lo diga? — preguntó con disgusto. ¿Acaso es una tarea tan difícil para los héroes que tuvieron que pedir la ayuda de un estudiante?
— Yo se lo dije —. aclaró Aizawa — Él pidió que te llamáramos, no cree en nosotros.
El cenizo se calmó un poco, y resignado trató de tomar aire y buscar las palabras adecuadas para confirmarle al pecoso la muerte de su amada madre. No era algo sencillo de hacer, y él no se sentía capaz de hacerlo sólo; pero era su deber, después de todo, era lo único que le quedaba al oji esmeralda, para bien o para mal.
Lentamente se fue acercando a la puerta que daba a la habitación detrás de la ventana, y con manos temblorosas tomó la manija y entró.
Izuku volteó inmediatamente y se paró de la cama, desesperado por escuchar del cenizo que todo se trataba de una farsa, que su madre seguía viva y esperaba por él en casa. Iría a disculparse con ella por haber sido un mal hijo y hacerla preocuparse. Él se recostaría en sus piernas mientras ambos recuperan el tiempo perdido viendo una película y ella acariciaría su cabello suavemente. Quería sentir un abrazo suyo una vez más y que lo consuele por todo lo ocurrido preparándole su comida favorita. Quería que todo volviera a cómo era antes.Quería a su mamá con él.
— Katsuki. ¿Mi mamá está bien verdad? ¿Ella se enojó conmigo por desaparecer tanto tiempo y por eso no puedo verla? Lo entenderé si es así, puedo esperar por ella.
Falsa esperanza. Lo único que podía hacer era mentirse a sí mismo, porque sin eso, ¿qué más tenía? La esperanza es lo último que se pierde y por eso la más dolorosa cuando deja de existir, y lo único que llena el espacio vacío que deja es sólo frustración y desdicha.
Katsuki abre la boca y un nudo en la garganta le impide hablar. Le rompe el alma ver la ilusión del más bajo por escuchar una noticia diferente, una que no llegará. Y no puede seguir posponiéndolo, tenía que hacerlo, era lo menos que debía hacer después de haber causado tanto dolor, y ni con eso sería suficiente para redimirse. Apretó sus puños y se armó de valor.

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Come back [En edición]
FanfictionMidoriya Izuku aparece de la forma más inesperada posible después de haber desaparecido por un año entero luego de la muerte de su madre, asombrando a Bakugō Katsuki no sólo por su cambio radical de personalidad, sino también por el hecho de formar...