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Las semanas pasaron más tranquilas de lo normal, y contrario a lo que se supone que uno debe sentir en días tan pacíficos como esos, lo hacía sentir demasiado ansioso.

Izuku no se volvió a aparecer después del ataque en USJ. Él había dejado en claro que volvería, pero el no saber cuándo ni cómo aparecerá lo hacía estar alerta en todo momento. Sentía su cabeza estallar.

Las cosas volvieron a la normalidad demasiado rápido para su gusto. Días después del incidente, Aizawa les dió la noticia del tan esperado Festival Deportivo, diciendo que de esta manera les harían saber a esos villanos que la clase no se había dejado asustar por su existencia; para demostrar que eran fuertes y que no serán derrotados fácilmente. Para ese entonces Katsuki ya había hablado con sus profesores y director sobre Izuku. Les contó todo, desde que empezó su amistad hasta el día de su desaparición. Y también se sorprendieron al decirles que no tenía un poder, llevándolos a la misma interrogante: ¿Cómo llegó a la liga de villanos? Todos los villanos que habían invadido USJ tenían un quirk considerablemente fuerte. ¿Qué era lo que lo hacía tan especial para la liga? Por más que buscaran la respuesta no la encontrarían sin antes saber lo que pasó el día que se fue.
El cenizo no pudo confesar lo que le había dicho el día de su desaparición, no para salvarse, sino porque su propia voz no lo dejó hablar, su nudo en la garganta causada por el gran sentimiento de culpabilidad que tiene se lo impedía.

Esperó pacientemente a recibir su castigo, esperando una expulsión como mínimo por haber tenido tal comportamiento para nada heroico... No le fue tan mal como lo había imaginado, aunque tuvo que escuchar un gran discurso por parte del director Nezu acerca del acoso escolar y las consecuencias que podría traer tanto a la víctima como al violentador a largo plazo. Le llevó media jornada de clases terminar con ese eterno sufrimiento, pero valió la pena cuando pudo liberar todo el estrés que había acumulado durante días.

Y con respecto al festival.

No había ido como lo esperaba.

Es decir, ganó el primer puesto. Pero no lo sentía como una verdadera victoria.

En su última pelea contra Todoroki Shoto terminó explotando de enojo cuando este no quiso utilizar todo su poder contra él, alegando que no quería ser como su padre. Katsuki se enojó más y terminó gritándole que no iba a lograr nada utilizando sólo la mitad de su poder. Al final Shoto también terminó explotando, por alguna razón que desconoce. Su pelea fue por mucho la mejor que se había visto en muchos años en la historia de U.A. Aunque antes de dar el último golpe el bicolor se detuvo repentinamente, recibiendo el ataque de Katsuki y cayendo inconsciente al instante.

El cenizo estaba furioso por eso.

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El día se pasó volando entre conversaciones y recuerdos tontos acerca del evento. Katsuki seguía dejando en claro que su meta era ser el número uno, y que derrotaría a cada uno de ellos sin piedad. En este punto ya no sabían qué tan enserio lo decía, se ha notado un gran cambio en la actitud de Katsuki en esas últimas semanas, y lo que decía era cierto, él estaba más que determinado en cumplir su objetivo sin importar nada, sin embargo, sabían que no les haría daño para lograrlo. Sigue siendo ese chico explosivo y gritón que conocieron el primer día de clases, pero ahora se notaba lo mucho que se preocupa por sus compañeros.

— ¡Hey! ¿Y si vamos al arcade? — Mina propuso con voz alegre al terminar la última clase.

— ¡Cuenta conmigo y Kaminari!

Come back [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora