Cinq

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Sunghoon se acercó peligrosamente a mí.

"Enséñame" dijo.

"¿Eh?" Respondí.

"Quiero que me enseñes todo lo que sabes de actuar"

"Ah, está bien"

"Genial" dijo alejándose de nuevo, "entonces vamos"

"¿Eh?"

"Vamos a mi casa, ahí me darás lecciones todos los días"

"¿Qué?"

"Lo que acabas de escuchar"

Sunghoon se puso detrás de mí y me empujó al estacionamiento, suerte que hoy estaba usando un abrigo, sino literalmente ya hubiese muerto.

Llegamos a su casa, nada fuera de lo común. Entramos y tampoco era nada fuera de lo común. Era un lugar bastante frío y oscuro.

Sunghoon me hizo sentarme en uno de los sillones y él se sentó en el que estaba frente a mí.

"Bien..."

"Bien..."

Estaba nervioso, eso no podía negarlo.

Comencé a decir cosas acerca de la postura, la forma de caminar, la forma de sentarnos y otras cosas. Él me miraba con atención, con más atención de la que alguien jamás me había puesto.

"¿Podemos ensayar el primer acto?" me pidió.

Asentí. Me levanté de mi lugar y él también lo hizo.

La escena comenzaba en un jardín, con una bella chica llorando sentada en el pasto bajo la lluvia y un chico acercándose a ella.

"¿Sucede algo?" preguntó él.

"Sucede mucho"

"Eso está mal"

"Lo está"

Lo siguiente es yo apoyar mi mano en el suelo, y para evitar el contacto y morir, bajé un poco la manga de mi abrigo.

Él puso su mano encima de la mía y me miró a los ojos.

"Una chica linda como tú no debería llorar por ningún motivo"

Solté una carcajada.

"Suelen decirme eso"

Lo miré a los ojos.

"¿Sabes? La luna y tú son una muy buena combinación" dije.

"Suelen decirme eso"

Nos miramos a los ojos, como decía el libreto. Lo que seguía de eso era un beso. Un beso fugaz. Yo sabía que Sunghoon no iba a besarme, y aunque lo intentara no lo dejaría, pero no podía dejar de mirarlo y esperar algo, y él al parecer no tenía la intención de dejar de mirarme.

Se acercó al punto de que nuestras respiraciones se mezclaban. Mi corazón comenzó a latir de una manera desesperada y tenía miedo de que él se diera cuenta de ello.

Con la mano que tenía libre tomó mi mejilla y me atrajo hacia él. Me besó. Yo lo besé. Seguíamos besándonos.

No sé como no estoy muerto.

Excepto tú || SunSun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora