Quatre

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El día siguiente fue completamente normal.

Nada nuevo.

Todo igual.

Yo quería algo más, algo emocionante, algo bello. Algo.

Pero no había nada.

El día siguiente a ese también fue común y corriente.

Y el siguiente a ese.

Todavía faltaban meses para que la obra de Sunghoon se estrenara, así que yo no tenía mucho que hacer en el teatro, ni siquiera un poco de papeleo. Me quedaba vagando por los pasillos y una que otra vez me escabullía a alguno de los ensayos.

"¡Mírame a los ojos y dime que me quieres!" gritó la mujer.

El director la miró mal.

"Esa es una frase lenta, triste. No le estás recriminando, se lo estás pidiendo"

La mujer rodó los ojos, acomodó su libreto y repitió la oración.

"¡Dime que me...! No, no, no. ¡Mírame a los ojos y dime que me amas!"

¿Acaso esa mujer no entendía? ¿Siquiera había leído el libreto? La historia era de una chica que no sabía amar, y cuando al fin aprendió, perdió a su amado. Esa escena es la parte final, cuando ella le pregunta si su amor es real. Se supone que ella le pide entre llanto y dolor que la mire a los ojos y que le diga que la quiere, que la quiere de verdad. Pero... Esta mujer dice la frase como si él tuviese la culpa, no ella.

"Mírame a los ojos" dije subiendo al escenario. "Mírame a los ojos y dime que me quieres. Mírame a los ojos y dime que me amas. Dime que lo haces de verdad"

"Yo..." dijo Sunghoon, siguiéndome la corriente.

"Está bien, no tienes la culpa, soy yo la culpable" dije simulando limpiarme las lágrimas, "no soy buena en esto, ¿sabes?"

Me di la vuelta para irme, como el libreto decía, pero palabras de Sunghoon me detuvieron.

"Te amo"

Aplausos se escucharon. Sunghoon y yo volteamos hacia los asientos del público y ahí se encontraba el director aplaudiendo.

"¡Así se hace, Sunwoo!" dijo felicitándome. "¡Yeri, tienes que aprender de él! No por nada es el dueño de este lugar"

La mujer bufó, y yo sólo solté una pequeña sonrisa. Bajé del escenario y volví a mi oficina.

Las horas volvieron a pasar rápidamente. Ya era hora de ir a casa y me encontraba guardando mis cosas.

"Entonces actúas..." dijo Sunghoon entrando por el marco de la puerta haciéndome respingar.

Lo volteé a ver.

"Sólo cuando es necesario"

"¿Y era necesario hace un rato?"

"No quería que una obra de arte se arruinara por esa mujer"

"¿Hablas de la obra o de mí?"

Mis mejillas se encendieron. Hablaba de la obra, hablaba de la obra, ¿hablaba de la obra? Sí, hablaba de la obra.

"Hablaba de la obra"

Sonrío.

"Claro que sí"

Excepto tú || SunSun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora