—Iré a vestirme
Verónica se levanta al oír a los oficiales preguntar por ella. Johnny imita su gesto, con movimientos más lentos. Sigue sin camisa y necesita cubrir las marcas en su espalda con las burlas de Jeremy han sido suficientes. Nota su cabeza baja y hombros caídos la toma de sus manos impidiéndole avanzar y le obliga a verle.
Veca solo piensa en todas las cosas malas que le han pasado como la señora Rov, antes de casarse su vida era tranquila. No contaba de mucho para subsistir, pero ella no necesitaba de mayor cosa. Johnny la mira con rostro tierno nunca ha visto en él hacía nadie y que lo haga con ella debería ser suficiente.
No obstante, no es así.
—Te diré que hacer, —habla avanzando tomados de la mano —Jeremy los distraerá. —comenta al ver que mira hacia la sala.
Esa mañana debió ser todo perfecto para ambos, era su primer día como pareja. No tenía claro lo que pasaría en adelante, salvo que sería bueno. Mueve la cabeza de manera involuntaria sus pensamientos van en otra época, en donde solo era ella y rayo.
Regresa a la denuncia, su cabeza es un remolido de sensaciones y pensamientos. No recuerda haberla visto la noche anterior, es probable que la hiena a ella sí. Pudo verla de compras en el área de lencería, lugar en que llamaron la atención. La rubia le mostraba atuendos muy atrevidos ocasionando en Verónica espanto y en Lana risas fuera de control.
—Veca —la voz de Johnny la trae de vuelta a la realidad. —por favor cariño, todo va a estar bien.
—Yo no la vi Johnny, ella quizás si... Lana me gastaba bromas con trajes extraños —Johnny sonriente la observa fruncir los labios ante los recuerdos. —me llevó al área de juegos sexuales en la zona de lencería.
Han ingresado a su habitación, avanza al ropero y busca su mejor atuendo. Si va a enfrentarse a esa mujer, no quiere sentirse inferior. Siente los brazos en su cintura y los labios de Johnny en su cuello.
—Deberíamos ir juntos a ese lugar —le susurra con voz ronca mordiendo el lóbulo de su oreja ocasionando en el cuerpo de Veca pequeñas descargas. —se me antoja un par de cosas que podríamos comprar.
—Johnny. —Protesta con algo de vergüenza, sintiéndose la más tonta de todas.
El efecto de las dos copas había acabado, poco a poco los recuerdos de la noche anterior empiezan a inundar su cabeza. No tiene idea de cómo reaccionar, la noche anterior todo estaba claro, la luz del día le mostró muchas dudas. Siente los labios de Johnny en su cuello y se pega a ella como una segunda piel, sintiendo en su espalda baja la erección. Continúa frente al ropero sigue con el mismo dilema y el cuerpo pegado a ella no colabora a su concentración. Nada de lo que tiene allí le agrada o podrá competir con esa mujer.
—¿Qué sucede? —cuestiona Johnny al sentir su silencio haciéndola girar para verle a los ojos. —¿Te arrepientes? —niega bajando el rostro y siente su suspiro.
—El efecto del trago pasó...no sé cómo comportarme —suelta el aire y cubre su rostro —soy un desastre —la abraza sonriendo esta vez en voz alta y suspira aliviado.
Le dice que por un momento llegó a pensar que ella se arrepentía de lo sucedido entre ambos. Continua con que no tiene por qué sentir vergüenza, no habrá mayor cambio en su relación. Seguirán siendo los mejores amigos, con la diferencia que van a compartir cama de aquí hasta el final de sus vidas.
—Eres la señora Rov, en todo el sentido de la palabra. Debes hacerte a la idea que seré tu apoyo o tu peor pesadilla —sonríe y siente sus brazos apretarla a él aún más.
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Domesticado un ogro.
RomanceLo único que tiene en la vida Verónica es su mascota y la vieja casa heredada por su abuelo. La vieja casa se incendia quedando desprotegida. Sin muchas oportunidades acepta el empleo como niñera que brinda Salma la antigua jefe de su abuelo. La m...