A los dos los inundo el silencio, a pesar de ser muy tímido Felix amaba hablar de sí mismo, los viernes eran sus días favoritos porque asistía al psicólogo era su espacio personal, donde podía hablar todo de él sin ser juzgado, solía anotar todo lo que le pasaba para leérselo a la psicóloga, también amaba los domingos porque la abuela venía a hacer postres con él, mientras se ponían al tanto de todo lo que les había pasado, sus aspiraciones, sus sueños y tal vez este domingo hablaría de un nuevo chico en su vida con el que habría paso la noche.
-¿Qué quieres saber de mí?- rompió el silencio.
-¿Que tenías planeado hacer esta noche?- Hyunjin sonrió.
-Iba a ver películas con Chris, pero no pudo venir, así que ahora solo iba a ver las estrellas y tal vez dormirme.
-Veamos películas juntos ¿Qué te gustaría?
-Beetlejuice.
- Creo que nunca la he visto.
-Es una de mis películas favoritas de Tim Burton, él no retrata la muerte como algo trágico realmente, sino como un nuevo comienzo.
-¿Que te parece si yo voy poniendo la película y tu buscas snacks?
El corazón de Félix se agito, no pudo balbucear ni siquiera sus palabras. Entro a la casa en dirección a la cocina, abriendo las gavetas una por una; Félix no solía tener autocontrol con los dulces así que su padre mejor los escindía, aunque eso no solía detenerlo por mucho tiempo, si había algo que disfrutaba en esta vida era la comida, nunca tuvo que preocuparse por su peso realmente, era muy activo a todos lados le gustaba ir en su bicicleta y cada jueves después de la escuela jugaba básquet con Chani, no solía ser muy bueno y de hecho casi no le gustaba, pero le gustaba ver a su mejor amigo feliz.
-Vamos papá, cada vez te vuelves mejor escondiendo las cosas- hablo al aire- ¡oh no!- su corazón se agito aún más- papá...- susurro- ¿Qué va a pensar de que metí a alguien a la casa?, bueno, técnicamente no está dentro sino sobre de ella, tal vez esto sea mala idea y deba pedirle que se vaya.
Su teléfono vibro, era aquel Romeo que estaba en la azotea preguntando si ya había encontrado algo; se sostuvo de una de las gavetas tratando de recuperar su aliento, nunca había hecho algo así, pero le emocionaba hacerlo, estiro su cuello hacía atrás y suspiro.
-¿Qué estoy haciendo? este no soy yo, ¿Qué pusiste en esos ojos avellana que me tienen hechizado despertando mi curiosidad?.
Al fondo de la gaveta visibilizo dos cajas de dulces y una bolsa de gomitas.
-Bingo- jalo la caja de dulces y sintió como su mono roso con la botella de vino tinto de papá, estaba fría- ¿ y sí...?
Felix volvió a donde Hyunjin.
-Encontré esto, no sé si te guste- dijo con la botella en su mano temblando de nervios.
-Es perfecto, mira, espero te guste esto a ti.
Hyunjin acomodo flores y velas al rededor de una manta junto con muchos almohadones que tenía Lix dentro de su tienda de campaña, se sentía cálido, pero aún con ese aroma tibio en el aire el corazón de Lix no lograba calmarse, estaba apunto de explotar, demasiada emociones nuevas para él, demasiado que procesar y demasiado que pensar.
-Me gusta, es cálido.
Ambos se acostaron y así como se acercaba el final de la película con cada minuto que pasaba, también los cuerpos de estos dos lo hacían, ni siquiera notaron en que momento Félix quedo sobre su pecho del Hyunjin mientras él acariciaba suavemente el su pelo, todo fue tan orgánico que no lo tonaron hasta que aparecieron los créditos en la pantalla de su computador, quedando en un silencio de nuevo.
-Sabias que beetlejuice también es una estrella. dijo Félix rápido mientras se levantaba de su pecho- está a 650 años luz de nosotros, es parte de la constelación de Orion y hace un par de años se "oscureció" un poco perdiendo su brillo y se pensaba que explotaría en un supernova pero hace unos meses se dedujo que se dividiría teniendo un gemelo, es casi tan grande como nuestro planeta y si explotara en una supernova, eso no hubiera significaría que se va a destruir, solo que se hará polvo de estrellas, creando vida y tal vez forme nuevos mundos, Carl Sagan dijo: "somos polvo de estrellas" y mi mamá también decía eso, decía que había caído polvo de estrellas extra sobre mi rostro por eso tenía pecas y que se podían ver constelaciones en mis ojos, claro que ya no puede decírmelo, pero mi papá lo repite todo el tiempo.
-Eso suena muy hermoso mi pequeño, sino te molesta puedo preguntar que paso con tu mamá.
-Falleció cuando yo aún era muy pequeño.
-Lo siento.
-Yo también, siento una pena muy profunda dentro de mí por no conocerla relámete, tengo vagos recuerdo de ella y casi no puedo recordar su voz, solo como cantaba, papá casi no habla de ella, aún le duele en el alama y la familia de mi mamá después de que falleció no ha querido verme así que desconozco mucho sobre ella, solo sé que le gustaban las estrellas y el mar, tenía más de 100 libros al respecto y ahora todos son míos, al igual que su telescopio.
-Ven- tomo la botella y lleno las copas- hagamos un brindis: por tu mamá.
-Por mi mamá.
El sol resplandeciente choco con los ojos de Felix, tardo unos minutos en reconocer donde estaba, sentía una ligera presión en su pecho, era el brazo de Hyunjin abrazándolo. Trato de no entrar en pánico por ello, pero todo se fue por la borda cuando vio la hora, tenían 15 minutos para llegar a la escuela.
-Hyunjin- su voz estaba agitada- Hyunjin, Hyunjin despierta por favor.
Hyunjin abrió lentamente sus ojos tratando de acostumbrarse a la luz del día cuando vio el rosto angelical de Lix, a eso podría acostumbrarse todos los días.
-¿Qué pasa?- la voz ronca de hyunjin casi ponían los pelos de Felix de punta, pero su miedo por llegar tarde a la escuela era aún mayor.
-Es tarde, la escuela y tenemos que irnos ya.
Ambos bajaron corrieron, Felix entro a su cuarto, tomo su mochila y su suéter favorito uno blanco tejido por su abuela.
-Pequeño- llamo su atención- ¿Dónde está el baño?
-Es la puerta de al fondp.
Bajo corriendo las escaleras cuando vio salir a su papá de la cocina con una taza de café.
-Pa-papá- tartamudeo- ¿Qué haces aquí?
-Vivo aquí hijo- Felix odiaba esos chistes.
-Me refiero a: ¿por qué no estás en el trabajo?
-Me tome el día, ¿te llevo a al escuela?
-No, gracias, me gusta ir en bicicleta.
-Lo sé, pero hoy vas solo, ayer me marco la mamá de Chris dijo que lo suspendieron, ¿estarás bien solo?
-Pa', ya no soy un bebé- y la verdad es que no iría solo, pero ahora no sabía que hacer con Hyunjin.
-Entonces regresare a la cama.
-Sí pa', descansa.
"No salgas del baño hasta que yo te diga" le mando un mensaje a Hyunjin, mientras esperaba escuchar cerrar la puerta del cuarto de su padre, "voy por ti".
Trato de subir lo más cauteloso que pudo, iba por el corredor cuando Hyunjin abrió la puerta del baño, Felix puso su dedo sobre sus labios pidiéndole a este que no hiciera ruido, pero el que hizo ruido fue él, cuando choco con un jarrón gigante que había comprado su papá unos meses atrás, desde que lo quería comprar felizx se opuso "sabes que lo podaría romper" le dijo, bueno, eso seguía siendo cierto, peor no quería que fuera justo ahora.
-Hijo, ¿estás bien?- abrió la puerta
-Si pa', se me olvido lavarme los dientes.
-Claro, nos vemos al rato hijos, ¿quieres que te recoja para tu cita con la psicóloga?
-Me vendría bien pa'.
-Okay- se acerco para darle un abrazo- ten un lindo día Winter.
Amaba su apodo, pero no sabía que tanto amaba que aquel chico escondido en el baño lo hubiera escuchado, era muy difícil para él abrir su mundo a cualquier persona y sobre todo tan rápido. Su padre volvió a su habitación, y Hyunjin camino despacio hacía Félix, sus labios estaban apunto de esbozar algún sonido cuando el menor pudo su mano sobre su boca, lo tomo de la mano y lo llevo hasta fuera.
Del otro lado de la calle estaba Chris, sentado en las escaleras de su puerta, cuando vio salir a su mejor amigo de la mano de otro chico, lo había estado esperando durante unos minutos para llevarlo a la escuela, pero al parecer él ya tenía un nuevo chaperón, algo dolió dentro del pecho de Chris y una dosis de curiosidad reventó en su cerebro, Felix ni siquiera noto que él estaba ahí y solo lo vio marcharse en su bicicleta junto a él.
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Entre gotas y lágrimas
FanfictionFelix no sabía si eran sus lágrimas o la lluvia que se resbalaba por sus mejillas, pero de algo podía estar seguro, Chris no era el único que odiaba sus pecas, también él y todo lo que representaban, las odiaba tanto, sólo quería arrancarlas de su c...