Todo por ti

Capítulo 22.

Por Edward.

Solo pude observar como Harry se iba rápidamente del aula.

Seguramente por las náuseas.

Sin desear estar más en el mismo espacio que ella me dispuse a irme de allí, quería ir a ver a mis hijos y decirles que tuvieran cuidado.

-Edward, ¿puedo hablar contigo un momento?

Su voz... una voz que en un momento llegue a amar, una voz que me alegro mis días negros, la voz que hizo que la inmortalidad no se sintiera tan mal.

- ¿Qué es lo que quieres Swan?

La persona ante mi no era ella, no era la persona dulce que conocí, aquella que pensaba en los demás antes que ella, la persona que no era ambiciosa, esa joven que, a pesar de ser torpe, era linda a su manera.

La persona delante mío no era ella, era solamente la cáscara.

-Oh vamos Edward, ¿tantos años sin vernos y así me recibes?

-No tengo porque recibirte con los brazos abiertos después de lo que hiciste.

Su expresión quedó en blanco, poniendo una mirada triste.

-No fue mi culpa que eso sucediera.

>>Yo... no estaba en mi mejor momento, estaba confundida Ed...>>

Su voz se estaba quebrando, y por un momento dejé que la simpatía corriera por mi cuerpo.

-No quería hacerlo, la sed me ganó en ese momento, día con día llevo el recuerdo de su pequeño cuerpo en mi mente.

No sabía cómo era que forzó a las lágrimas salir, pero de ser así seguramente han de ser reales ¿cierto?

Ella las limpió algo brusca, acercándose poco a poco a mí.

-Ed yo lo lamento, día con día he querido volver, pero sabía que me ibas a rechazar por lo que había hecho.

>>Yo te amo>>

No sabía que hacer, mi mente me estaba haciendo una mala jugada.

"No es ella, no es ella, no es ella"

Pude ver cómo ella se acercaba a mi para juntar nuestros labios, mientras yo me quedaba inmóvil.

Por el rabillo del ojo vi a Harry, quien observaba atentamente la escena. Sus brillantes ojos verdes abiertos con una expresión que no sabía descifrar.

¿Qué demonios estaba a punto de hacer?

La aparte y me aleje de ella, dispuesto a ir con Harry a aclararle la situación.

Sin embargo, ya había dado media vuelta, alejándose de mí.

Y yo nuevamente me quedé en ese pasillo, inmóvil.

El timbre sonó, mientras rápidamente me dispuse a ir a la clase.

Debía de decirle lo que pasó.

Por Draco.

En una clase iba a coincidir con el grupo de Harrison, y estaba realmente alegre de ese hecho.

Elnath era bastante territorial conmigo. No es que me moleste, solamente que era cansado lidiar con la noticia.

Ahora comprendía el sufrimiento de Severus.