-¡Hange!- Sus piernas a comparación de las de la castaña no eran tan largas, lo cual hacia que le llevara bastante ventaja al correr. -¡Por favor Hange, espera!
Sentía su corazón latir desbocado, tanto como ella misma, pero ¿Que más podía hacer ante una situación como esa? Él se iba a casar, se tenía que casar eso era evidente. ¿Qué esperaba en primer lugar? ¿Que al verla de nuevo el volvería a sentir el deseo de correr hacia sus brazos tal como ella lo sentía? Pues la verdad es que si, ingenuamente hasta lo había imaginado, tontamente lo había pensado. Pero ahora no importaba nada porque él se iba a casar.
-¡Hange! Baja de ahí ¿Qué piensas hacer?- Histérica era como estaba Nifa, volteo a verla y paro en seco al recordar su estado.
-Nifa, tú no puedes correr.
-Hange, no sé qué es lo que pasa, pero por favor baja de ahí, tu vales mucho, tu vida es importante, habemos personas que te amamos, aléjate de ahí ¿Quieres?
No entendió sus palabras hasta que al mirar hacia enfrente se dio cuenta que estaba parada en la orilla del puente, como reflejo salto hacia atrás y cayó al suelo. –Nifa... Yo... Lo siento, es solo que... Él se va a casar. Olvido todo lo que vivimos, aunque probablemente sea lo mejor para todos, tal vez lo nuestro solo fue un accidente, algo que no debió pasar... ¿Pero entonces porque me duele tanto?
Nifa no sabía lo que estaba sucediendo, aunque con lo que acababa de escuchar no era muy difícil deducirlo. – ¿Levi y tu...?- Los ojos de Hange le impidieron continuar, ella estaba llorando, sus lágrimas salían una a una sin parar. Se acercó a ella y la abrazo.
-¿Quieres hablar de ello Hange? ¿Quieres desahogarte?- La sintió asentir entre sus brazos. –Bien, levántate, vamos a mi casa, te voy a preparar algo, me vas a contar todo y estarás bien, ¿Oíste?- La ayudo a levantarse y juntas emprendieron el viaje hasta la casa de Nifa, Hange iba a abrirle su corazón, por primera vez tal vez, se había mostrado vulnerable ante ella y la iba a cuidar, tal como ella lo había hecho años atrás.
*
*
-Pasa. Puedes dejar tus zapatos en la entrada, Moblit es muy desordenado con eso, siempre tengo que levantarlos y ponerlos en su lugar- Se le formo una tierna sonrisa.
-Supongo que tantos años conociéndonos hizo que se le pegaran algunos malos hábitos- Empezaba a recordar y cada vez que lo hacía, su corazón dolía y no podía aguantar las lágrimas, es por eso que vivía el día a día, tratando de empujar los pensamientos y recuerdos que se colaban por su mente para poder vivir y seguir adelante, lo hacía por necesidad, no por capricho, aunque sentía que todos sus sentimientos iban a explotar algún día, o probablemente ya estaban comenzando a hacerlo.
-Toma asiento, voy a preparar té.
¿Por qué tenía que ser te? ¿Que acaso era lo único que tomaban en Francia?
-No por favor, eso no. ¿Podría tomar un café?- Al menos así estaría un poco lejos de los recuerdos de una sonrisa burlona acompañada de unos ojos fríos, o bueno, eso era lo que pensaba.
-Claro, café será entonces.
La vio desaparecer por la cocina. Nifa había crecido mucho, se preguntaba en que momento había sucedido y por qué nunca lo noto. Dio un recorrido por la pequeña pero acogedora sala de estar; toda la casa, cada rincón de ella gritaba los nombres de Nifa y Moblit. Estaba bastante feliz por esos dos, de la manera en la que el destino los puso siempre frente al otro, su relación se dio de manera tan natural que pasó desapercibida para muchos. Ahora hasta iban a ser padres. No entendía porque el destino bendecía a unos y a otros los golpeaba. Tal vez hasta la vida tenía sus favoritos.
Se perdió en un cuadro colgado en la pared, era una pintura que estaba segura que Nifa había hecho, pero el paisaje le era sumamente conocido.
-Es hermoso ¿cierto? Moblit tomo la fotografía y yo la convertí en una pintura.
No noto el momento en el que se había acercado a ella. -¿Dónde es ese lugar?
-Creí que iba a ser muy fácil para ti reconocerlo. ¿No recuerdas las olas? ¿El cielo azul? ¿O la brisa del mar? Pasamos buenos momentos ahí.
Sus ojos comenzaron a picarle, no acostumbraba a llorar, pero parecía que todas las lágrimas que no derramo por años por fin le reclamaban la libertad. Si hubiera una manera de regresar el tiempo estaba segura de que haría las cosas diferentes.
-Ven Hange, dijiste que me contarías todo. Estoy aquí para ti ahora. Puedes desahogarte y soltar todo conmigo.
-¿Es esto una cita gratis?- Sonrió de lado, pero a decir verdad no le vendría mal una terapia.
-Tú sabes que yo no debería darte la terapia que necesitas, pero podría recomendarte algunos otros psicólogos, aún tengo contacto con algunos de mis compañeros de la universidad.
-Creo que por fin te tomare la palabra, no puedo seguir postergando mi salud mental, mi cerebro ya me pide a gritos que le haga caso, me lo exige.
La invadió una gran felicidad, después de años de insistir, por fin sus consejos habían sido escuchados, Nifa se sentía realmente realizada como psicóloga.
-Bien Hange, llego la hora de la verdad, habla ahora o calla para siempre.
-Gracias a Dios tengo la opción de callar- soltó una carcajada ante el rostro serio de su amiga. -Está bien, dejare de jugar y activare mi modo serio- un suspiro escapo de sus labios, este iba a ser un día muy largo.
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¡Hola! Este es el primer capitulo de esta nueva historia, la verdad es que no tenia pensado hacerla, al menos no tan pronto, pero es que si no la escribo se me va la idea. Esta historia, a diferencia de "Entre cartas y recuerdos" es espontanea, así que no tengo idea que tan extensa va a quedar.
Quiero agradecer al grupo de "Levihan infinite love" porque gracias a una publicación me llego la idea para esta historia. <3
Espero lo hayan disfrutado y si tienen alguna crítica, observación, pregunta o lo que sea, ¡No duden en dejarla en los comentarios! Me sirven para mejorar mi escritura.
Pd. Claro que no me he olvidado de "Entre cartas y recuerdos", es un proyecto que lo planee por meses, solo estoy esperando a que la inspiración (y el tiempo) regresen a mi para poder continuarla.
Pd. Sáquenme del ciclo de la U (universidad)
Sin más por agregar que tengas un lindo día (no importa a qué hora lo leas <3)
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Desire
Fanfiction"Después de un adiós, ciertas calles, ciertos lugares, incluso ciertas horas del día están prohibidas, la ciudad se convierte en un campo de batalla desierto, sembrado de minas emocionales. Debes cuidar muy bien donde pisas o puedes volar en pedazos...