Maybe, is love. ❪ RinGry ❫ ©

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Nahoya mantenía el arma apuntando a Koko en todo momento, ante cualquier clase de movimiento que tratara hacer le dispararía sin más. Koko se sujetaba el hombro trata do de detener la hemorragia que se mantenía en el hombro a causa de la bala incrustada.

— Debí suponer que vendría el combo dos por uno. — Exclamó fastidiado

Koko, mientras rodaba ojos acompañando tales palabras. Souya se sentía aliviado pero poco le duró el sentimiento: detrás de ellos varios hombres más apuntaban a las cabezas del equipo de Sanzu y también a Mitsuya, Hakkai y Nahoya.

Una risa salió de Koko, quien se levantaba tranquilamente a por el arma que momentos antes había caído al suelo. Se acercó al Haitani y a Souya, colocando la mano libre en el hombro de Rindō.

— Mi nuevo jefe me contó que tenía algunos asuntos pendientes contigo, y que ya haz tardado en responder a ellos. — Mencionó el peliblanco, mientras una risilla escapaba de sí. Se alejó unos pasos, siguiendo con mirada sobre el par delante suyo.

— Ya le había dicho a tu jefe que lo tendría en un par de días, sin duda son como un corral de insectos desesperados. — A las palabras que dijo Rindō fue que Koko no se hizo esperar, tomando vuelo puñetazo dió en el rostro de este. Sin embargo, Souya colocó la palma de su mano para recibir el mismo, mientras ceño fruncido mantenía junto a aquella mirada furiosa de siempre. — Te olvidas de mi, bastardo. —

Puño apartó de la palma de este, con cejas levantadas intrigado al tener al Kawata junto a su antiguo rival que era el Haitani ¿Qué sucedía entre ellos dos que habían terminado tan cercanos? Tiempo de pensarlo no tenía, arma apuntó a la cabeza del Haitani acariciando con indice el gatillo listo para disparar.

— Hubiera querido terminar estas cosas de la mejor manera Rindō, pero no fue así. — Gatillo a punto de jalar estaba cuando en cosa de nada bala volvió a impactar en el hombro sin lastimar del chico desde la parte trasera. Gracias a la conmoción del momento les dió oportunidad a Nahoya, Hakkai y Mitsuya de dar golpe a quienes les apuntaban, para así noquearlos y salir del área de peligro. Desde atrás múltiples balas sonaban siendo atinadas en contra del bando enemigo, deshaciéndose de varios en un instante.

— Basta de sermones Koko, en cuanto el jefe sepa lo que haz hecho terminarás muerto así que mejor lo terminamos ahora. — Gritó Ran desde atrás, con arma en mano responsable del disparo al peliblanco.

Con ello, Souya se hizo cargo de jalar a Rindō con él para salir corriendo. — ¡Llévate a Rindō de aquí Souya, nosotros acabaremos con esto! — Gritó Sanzu, mientras una nueva lluvia de balas se hacía presente en el lugar. Desde afuera del nivel se veían a Inui y a Draken esperarlos, y en la cara de Inui se podía notar una enorme decepción al ver a su antíguo compañero de tal forma.

— Concéntrate Inui, Koko ya no puede volver atrás. — Mencionó Draken a su compañero, quien bajó la vista con tristeza.

Enseguida estaban también Nahoya, Hakkai y Mitsuya los cuáles corrían a la entrada sin mirar atrás, sin embargo, Hakkai se desvío a ayudar a Souya con Rindō. Aún con las fuerzas que quedaban Koko se acercó al arma, rápidamente apuntó hacia la espalda de Souya. Draken que miraba desde atrás advirtió con un grito.

— ¡ANGRY, APARTATE! — sin embargo no pudo reaccionar en el momento. Koko disparó el arma y en esos instantes Rindō se soltó del agarre de Souya y, rápidamente, cubrió a Souya siendo él quien recibiera la bala por el peliazul.