Ahora y para siempre [NaruHina] #Flufftover

Festival de verano

Tema: anillos de promesa

Su buena suerte en los juegos de azar seguro sería algo que le presumiría a Tsunade baa-chan apenas la viera. Pensó Naruto sin poder borrar su sonrisa después de ganar el máximo puntaje en uno de las carpas de juego de cartas instaladas por los pasillos de la avenida principal de la aldea con motivo del festival que daba la bienvenida al verano. Ahora andaba felizmente con su premio entre las manos: un par de anillos de acero con piedras de colores.

Su emoción se hizo más notoria cuando, entre el mar de gente que iba y venía entre los puestos de juegos o comida, se encontró con el par de ojos nacarados de su esposa. La vio sonreírle cuando se dio cuenta que la veía, caminó hasta él con un plato con comida entre sus delgadas manos. Ella estaba vestida con un bonito kimono lila y su largo cabello oscuro estaba sujeto en un moño.

—He comprado takoyaki para que podamos compartirlo —le anunció con alegría, mostrándole el platillo—. Me los ha recomendado Ino-san, dice que están deliciosos.

—¡Genial! —le respondió él sin bajar su entusiasmo—. Yo he ganado esto en el juego de cartas.

Extendió su mano derecha para mostrarle el par de anillos que brillaban con las múltiples luces anaranjadas de los puestos a su alrededor. Hinata los vio con curiosidad.

—¿Son esa clase de anillos de la buena suerte? —preguntó ladeando inocentemente su cabeza.

—Eso me dijo el señor del puesto —contestó Naruto volviendo a cerrar su mano—. Vamos a buscar un sitio dónde comer y los vemos más a detalle. ¿Te gusta la idea?

Su esposa asintió con un suave movimiento de cabeza así que comenzaron a caminar en busca de un sitio donde pudieran sentarse. Mientras andaban por los pintorescos locales, Naruto pudo percibir la mezcla de deliciosos aromas de la diferente comida que vendían, la risa de los niños jugando en las carpas de juego se escuchaba como una melodía que estaba disfrutando.

Su mente voló por un momento, él y Hinata apenas eran unos recién casados, pero le encantaba la idea de algún día llevar a sus propios hijos a jugar en esas carpas.

—Mira, Naruto-kun —la voz de Hinata lo sacó de sus pensamientos, la vio señalar una banca de madera en el parque cercano al festival—. Allá hay un sitio.

Apenas se sentaron, Hinata colocó el plato de papel sobre su regazo, tomó una de las bolas de harina y lo acercó hasta la boca de Naruto quien aceptó comer de buena gana. El sabor del pulpo le llenó agradablemente la boca, masticó con entusiasmo el resto de la masa en su boca y tragó.

—Ino tenía razón —corroboró apenas acabó de comer—. están muy buenos-ttebayo.

Hinata rió dulcemente llevando una mano hasta sus labios—. Sí, lo están —corroboró cuando terminó su propio takoyaki—. ¿Qué más te dijeron sobre esos anillos, Naruto-kun?

El rubio volvió a abrir su mano para observar una vez más el par de accesorios que había ganado—. el viejo dijo que cada uno tiene una promesa de buena suerte diferente —respondió acercando más su palma a su rostro para poder estudiarlos mejor—. ¿Tú ves algo?

Ella tomó uno de los anillos entre sus dedos para poder estudiarlo mejor—. Parece que tienen escrita una palabra —mencionó al tiempo que le acercó el anillo que había tomado—. Creo que este dice «prosperidad»

Naruto puso atención al que seguía en su mano tratando de leer el grabado en la parte exterior del aro de metal, entonces pudo leer claramente que decía «amor»

—¿Qué es lo que dice ese? —preguntó Hinata al notar que Naruto de pronto se había quedado en silencio—, ¿Naruto-kun?

La Hyuga soltó un jadeo de sorpresa cuando su esposo le tomó la mano izquierda y le colocó el anillo en el dedo anular—. Una promesa de buena suerte-ttebayo —respondió el rubio sonriéndole tan ampliamente como solo él sabía hacerlo.

Hinata acercó su mano para poder leer el grabado en el aro de metal, Naruto se deleitó con la manera en la que su par de ojos aperlados brillaron, casi como si quisiera llorar. Entonces ella tomó su mano izquierda, tal y como él había hecho, y le imitó colocando el anillo faltante en su dedo.

—Es una promesa de buena suerte —corroboró ella sonriéndole al mismo tiempo que entrelaza su mano con la suya, haciendo que ambos anillos en sus dedos quedaran uno al lado del otro.

—Lo es —dijo él acercándose a ella para juntar sus labios en un beso rápido para después volver a sonreírle—. Y jamás retrocedemos en nuestra palabra, ¿verdad?

Disfrutando de la sonrisa que ella le dedicó, volvió a besarla.

Sellando su promesa de amor y prosperidad.