Mensaje

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Tema: beso indirecto

—¿Estás seguro que se escribe así? —preguntó un no muy seguro Kiba a Shino, asomando su nariz muy cerca del papel de pergamino donde el Aburame había estado escribiendo momentos antes. Sentados uno al lado del otro en una larga mesa de madera dentro de la biblioteca de la aldea, Kiba y Hinata acompañaban a su compañero de equipo mientras redactaba, o eso intentaba, un informe especial solicitado por el Hokage.

—El clan Aburame tiene historia en común con el clan Kamizuru de Iwagakure, si me permites recordarte —le respondió Shino que, aun con su tono impasible de siempre, dejó notar lo mucho que le agravió que Kiba no creyera en sus conocimientos—. Sí, estoy seguro que se escribe así.

—A ver, no es que no confíe en ti, pero, ¿puedes ir a buscar el archivo de clanes de Iwagakure solo para comprobar? —continuó Kiba tratando de mantener la fiesta en paz.

—¿Cómo no es eso "no confiar en mí''? —demasiado tarde para los intentos del Inuzuka, Shino se había ofendido con él.

—Eh, iré yo a buscar el archivo, Kiba-kun —se ofreció Hinata levantándose de su silla—. Espérenme aquí.

—Conseguiste que tampoco Hinata confíe en mí —le reclamó Shino a Kiba.

—Deja de exagerar las cosas, quiero ayudarte a terminar con esto —se defendió el joven de piel morena—. me estoy muriendo de hambre.

Tratando de aguantarse la risa de escuchar a sus dos compañeros de equipo discutir, Hinata se adentró en uno de los silenciosos pasillos bordeados por repisas de madera tan altas que, si se deseaba tomar un libro de los peldaños más alejados del suelo, era necesario utilizar una escalera.

Cuando llegó al anaquel dedicado completamente a información referente a Iwa, Hinata estudió rápidamente uno a uno los nombres escritos en los bordes de los libros que se encontraban afiliados en perfecto orden. Exhaló triunfante cuando se encontró con el título que buscaba, lo sacó con cuidado de su lugar y lo abrazó contra su pecho.

—Hey, Hinata —la Hyuga tuvo que apretar los labios para no soltar un jadeo de asombro cuando escuchó la voz de Naruto a unos pasos de ella. Aún abrazando el libro que había ido a buscar, giró todo su cuerpo a su flanco derecho, donde había escuchado la voz de su novio.

—¿Naruto-kun? —preguntó sorprendida de verlo ahí si se suponía que estaría todo el día en la torre del Hokage ayudando a Shikamaru. Cuando sus ojos blancos se toparon con el par celeste del rubio lo entendió de inmediato—. Eres un clon, ¿no es así?

El clon sonrió al mismo tiempo que llevaba su mano derecha hasta su nuca, un gesto común en Naruto cuando quería bajar la tensión de las circunstancias—. El jefe me mandó a consultar cierta información que Shikamaru le pidió —justificó su presencia ahí, a Hinata le parecía gracioso que los clones de sombra se refirieran a Naruto como «El jefe»—. Ya terminé aquí, estaba por desaparecer cuando te vi. También había invocado a un segundo clon para ir a buscarte, pero al parecer solo yo era suficiente-ttebayo.

—¿A buscarme? —preguntó ladeando su cabeza con curiosidad.

El rubio frente a ella sonrió al mismo tiempo que asintió en un suave movimiento—. Hay mucho trabajo allá, ¿sabes? —dijo señalando hacia donde se ubicaba la torre del Hokage—, pero quería que supieras que la cena de esta noche todavía está en pie.

—Claro —Hinata sonrió curvando sus labios con suavidad—. No te preocupes por eso, Naruto-kun.

—Bien, entonces ya me voy —declaró el clon con entusiasmo, deteniéndose un momento antes de desaparecer para mirarla con curiosidad—. ¿Algún mensaje para el jefe? Lo captará de inmediato.

Hinata parpadeó un par de veces, tratando de recordar algún mensaje que tuviera pendiente para Naruto. Su mente se iluminó y sonrió mucho más ampliamente que antes, desconcertando un poco al clon frente a ella.

—Sí, tengo un mensaje —antes de que el clon pudiera preguntarle, ella se colocó frente a él. Parándose de puntillas para alcanzar su rostro, presionó sus labios contra los del rubio en un beso que duró mucho para considerarlo fugaz.

Cuando alejó su rostro del suyo y abrió los ojos, se topó con un Naruto tan sonrojado como sorprendido. Casi soltó una risa cuando lo vio sonreírle enérgicamente.

—Mensaje enviado, jefa —el clon se despidió de ella juntando su dedo medio e índice, llevándolos hasta su frente y, haciendo una graciosa imitación de saludo militar, se disipó en el aire dejando solo unas cuantas nubes de polvo ahí donde había estado.

-o-

Perdió el equilibrio de manera tan drástica que tuvo que sujetarse del borde de la mesa frente a él, haciendo que esta se tambaleara amenazando con regar todos los documentos que había estado organizando la pasada hora.

Apretó los labios y, al sentir como sus mejillas ardían, se cubrió el rostro con la mano derecha.

—¿Qué rayos te pasa, idiota? —preguntó Shikamaru sin levantarse del escritorio ubicado al otro extremo de la oficina donde se encontraban trabajando.

Naruto no respondió, tomó un par de bocanadas de aire para recobrar la compostura y soltó una risa nerviosa—. Nada, ¿qué podría pasarme? —respondió tembloroso.

El Nara rodó los ojos, fastidiado—. No te distraigas, ¿quieres? —le recriminó antes de regresar su vista a su lista de pendientes.

Naruto apartó su vista del escritorio de Shikamaru y volvió a cubrir su cara con su mano, temiendo sonrojarse otra vez.

—Mensaje captado —murmuró contra su palma, sintiendo el sonrojo expandirse hasta la punta de su nariz. 

Ahora y para siempre [NaruHina] #FlufftoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora