Ahora y para siempre [NaruHina] #Flufftover

Vamos a casa

Tema: Tomarse de las manos

Agradeció a la dependienta del local después de pagarle el total por sus compras al mismo tiempo que volvió a guardar a su fiel Gama-chan en su bolsillo del pantalón para después tomar el par de bolsas de plástico llenas de víveres usando solamente su mano izquierda.

Reafirmando su agarre a las bolsas, dirigió su mirada hacia abajo y sonrió cuando se encontró con dos pares de ojos igual de azules que los de él.

—¿Listos para regresar a casa? —le preguntó al niño de cinco años y a la pequeña de tres que lo veían con inocente curiosidad. La niña, Himawari, dio un par de saltos hacia enfrente, respondiendo afirmativa y con alegría su pregunta. El niño, Boruto, por otro lado era otra cosa.

—¿Dónde está kaa-chan? —preguntó su hijo estudiando a su alrededor de derecha a izquierda claramente confundido de no tener cerca a su mamá.

Naruto acercó su mano libre hasta el rubio cabello del niño jugueteando un poco con las hebras doradas—. Fue al local de enfrente a comprar pan, la veremos afuera, ¿está bien? —le tranquilizó pacientemente, Boruto le dejó ver que entendía con un movimiento de arriba a abajo de su cabeza. Satisfecho, Naruto alejó la mano de su cabello y se la ofreció para que la tomara siendo aceptado casi de inmediato—. Andando, pues.

—¡Hima toma mi mano! —Boruto le ofreció su mano libre a su hermana menor, Naruto no pudo evitar notar los dedos pequeños y regordetes de su hijo mientras los entrelazaba con los aún más pequeños dedos de Himawari, comparó esas manitas con la suya, la cual Boruto apenas podía apresar un par de sus dedos con su palma—. ¡Vamos a buscar a Kaa-chan para irnos a casa!

—¡Con mamá! —festejó la dulce Himawari estrechando la mano de Boruto con emoción.

Sin soltar las bolsas con sus compras con una mano mientras con la otra guiaba a sus dos pequeños hijos afuera del establecimiento, apenas salió a la calle comenzó a buscar a con la mirada.

—¡Ahí!, ¡Mamá! —el rubio primero bajó su vista hacia la manita de Himawari para ver hacia donde señalaba, cuando levantó nuevamente su rostro vio a Hinata, con una resplandeciente sonrisa, acercándose hacia ellos sosteniendo, contra su costado y su brazo, una bolsa de papel de donde se asomaba un par de piezas de pan que olía bastante bien.

—Tto-chan dijo que iríamos a casa después de encontrarte —declaró un muy orgulloso Boruto sin soltar ni la mano de Naruto ni la de Himawari.

—¡Oh! —le respondió Hinata dedicándole una mirada llena de amor a su hijo—. En marcha entonces, ¿tienen hambre?

—¡Toma mi mano, mamá! —pidió enérgicamente Himawari ofreciéndole a Hinata su mano de la misma forma que momentos antes lo había hecho Boruto con ella.

Naruto vio a su esposa acallar una risita cubriendo sus labios con su mano libre antes de tomar la de su hija. De pronto se le secó la garganta cuando Hinata levantó la mirada y la clavó en la suya, contagiándose de su energía.

—¿Vamos a casa, Naruto-kun? —le invitó su mujer sin borrar ni por un instante. Él le regresó la sonrisa con entusiasmo.

—Vamos a casa —confirmó reafirmando su agarre en la mano de Boruto, llamó su atención que Hinata hacía el mismo gesto con la mano de Himawari.

Caminaron los cuatro juntos, sin soltarse ni por un momento de las manos. Al hogar que compartían como familia.

A casa.