Fuera de la rutina

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Tema: hora del baño

Trató de desperezar su cuerpo estirando un poco los brazos antes de levantarse de la cama, teniendo especial cuidado de no despertar a su esposo quien, a juzgar por los ronquidos que lanzó descuidadamente, no notó que ella había hecho a un lado las sábanas para lograr salir de entre ellas.

Anduvo casi de puntillas por en la oscuridad, confiando en la poca luz de la luna que se colaba entre las cortinas que cubrían las ventanas de la habitación para guiar su camino. Cerró la puerta detrás de ella una vez salió del dormitorio para después comenzar a andar por el largo pasillo de madera con dirección al cuarto de baño.

Adormilada, pasó sus manos por su oscuro cabello azul deshaciendo los pocos nudos que se habían formado durante la noche en sus lisas hebras, aunque después tuvo que guiar su mano hasta sus labios para cubrir el bostezo que se le escapó por estar despierta tan temprano.

Pensó en lo encantador que hubiera sido acurrucarse junto a su amado Naruto por unos minutos más antes de por fin decidirse a levantarse, pero no quería retrasarse en su rutina diaria, había mucho qué hacer. Con ese pensamiento deslizó en silencio la puerta corrediza del cuarto de baño, cerrándola de nuevo una vez cruzó el umbral.

Planeó una ducha rápida, así que se acercó a la regadera. El agua comenzó a brotar en abundancia apenas giró la llave del grifo y comenzó a desnudarse distraídamente, sin muchas cosas en su cabeza más allá de lo que planeaba hacer primero una vez su mañana diera oficialmente comienzo.

Tomó un poco del agua que caía solo para corroborar que estuviera en la temperatura ideal antes de entrar por completo en la regadera. Apenas sintió la ducha caer sobre su cabeza, para después recorrerle la espalda desnuda, se permitió soltar un suspiro de alivio. Ahí donde el agua caliente la golpeaba dejaba una sensación agradable que le relajaba los músculos.

De forma despreocupada comenzó a lavar su cuerpo con ayuda de una esponja que había frotado previamente en el jabón hasta que el ruido de la puerta del cuarto de baño deslizándose al abrirse la sacó del aura relajante en la que ella misma se había envuelto.

—Ah, sólo dame un momento y desocuparé el baño —soltó sin alterarse mientras enjuagaba los rastros de jabón de su cuerpo, no halló sentido en activar su byakugan cuando lo más probable era que se trataba de alguno de sus hijos—. ¿Qué te gustaría desayunar?

Ahogó un jadeo de asombro cuando la puerta corrediza de la regadera se abrió y se encontró con los ojos azules de su esposo. Su muy desnudo esposo. Naruto no dijo una palabra, entró a la regadera con ella para dejar que la misma agua que caía sobre ella le mojara su dorado cabello.

—¿De verdad te despiertas todos los días a esta hora? —preguntó Naruto cuando el agua por fin le despabiló los sentidos.

Hinata apretó los labios al mismo tiempo que se encogía de hombros—. Tengo que hacer rendir la mañana —respondió con tranquilidad, dirigió su mirada hacia la mesita de metal donde colocaban los artículos de aseo para el baño, sujetó la botella de shampoo, vertió un poco en la palma de su mano y alzó los brazos para alcanzar la cabeza de su esposo.

—Ya —aceptó el rubio dejando que ella le masajeara el cabello con el shampoo, provocando que se llenara su cabeza de espuma—, pero, ¿tan temprano? ¡Aún ni siquiera amanece-ttebayo!

Ella solo pudo reír mientras continuaba con su tarea de lavarle el cabello—. Es parte de mi rutina —se limitó a decir.

—¿Y por qué nunca me despiertas? —el rubio continuó con su interrogatorio, alzando su propia mano hasta su cabeza para terminar de enjuagar la espuma de su cabello—. Podría empezar yo mismo mi día al mismo tiempo que tú.

La joven mujer de ojos nacarados negó con un suave movimiento de su cabeza—. Siempre regresas a casa tan agotado —confesó sin apartar su mirada de la suya—. Prefiero que duermas un rato más.

Tuvo que ahogar un nuevo jadeo de sorpresa cuando sintió las manos de su esposo posarse en sus caderas para atraerla más a su cuerpo

—A mí me gustaría hacerte compañía todas las mañanas —le susurró cerca de los labios antes de besarla. Ella correspondió sus besos con gozo de hacerlo, le abrazó del cuello y disfrutó sus caricias que se mezclaban con el caer del agua caliente sobre sus cuerpos.

Un gemido se le escapó de la boca cuando su esposo le besó el cuello al mismo tiempo que la acorralaba entre su cuerpo y la fría pared cubierta de losetas para levantarle las piernas encadenándolas en su cintura.

Esto estaba completamente fuera de su rutina, pero definitivamente le encantaba.

Su grito de placer murió en los labios de Naruto cuando la penetró, la sensación de tenerlo dentro de ella le llenó de tantos escalofríos que se aferró con fuerza al abrazo que aún mantenía alrededor de su cuello, perdiendo el aliento entre gemidos cada vez que él volvía a embestirla.

Esto estaba completamente fuera de su rutina, pero no tendría ningún inconveniente si se volvía parte de ella.

Ahora y para siempre [NaruHina] #FlufftoverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora