Capítulo 4.

3.7K 307 63
                                    

Carter.

La homosexualidad siempre fue un tema prohibido en mi hogar, una persona que sea homosexual debe ir al conducto del altísimo para confesarse y ahí decidirán como tratar con su "enfermedad".

Mi yo de 13 años era un chico que vivía asustado día a día, la confusión que tenía sobre su sexualidad no lo dejaba dormir, sabía que si se aceptaba estaría cometiendo un grave error, no podía aceptarlo, no el, no el hijo de unas de las personas más influyentes en la iglesia, ¿Que dirían de el?

¿Estaba pecando?, ¿Era una etapa que pronto se iba a quitar?, ¿En verdad estaba enfermo?

Cuando cumplí 18 y me permití encontrarme conmigo mismo, me acepte como era en verdad. El problema era que esto lo tenía que dejar en secreto, por lo menos hasta que me fuera del pueblo.

—Carter!— me sobresaltó al escuchar a mi mejor amiga gritarme- ¿en qué andas pensando? te llamé seis veces, distraído.

—Perdón, últimamente ando distraído.

—¿Por el chico este?

Ah, tenía que recordarmelo.

Conocí a Mateo en una cena de bienvenida que solemos dar a todas las familias que se integran a nuestra iglesia, el pelinegro me pareció indiferente, pero llegó el momento que empezó a hablar con mis padres, a decirles emocionado cuánto quisiera estar en el grupo de jóvenes de la iglesia, como le brillaban los ojos...

Suspiro y nuevo mi cabeza para sacar todos esos pensamientos.

—Ay no me la creo, te sonrojaste y todo Carter, esa cara de bobo enamorado no se ve todos los días. ¿Que ha pasado con el?¿Algún progreso?

—No me ha vuelto a hablar. De echo creo que me evita.

—Y ¿eso?

—Ni idea, el es muy... Extraño.

—Pero me dices que te hablo mucho ese día, era para que se volvieran amigos, o ¿hay algo que no se?

—Tal y como te lo cuento, nada más paso.

—Que raro, quizás le gustes y piense que está mal, siempre pasa, te pasó.

Una esperanza entra a mi corazón al escuchar esas palabras, pero las descartó rápidamente meneando mi cabeza, es imposible, el mismo me dijo que era homofobico.

—No lo creo.

Antes de que T/n pudiera hablar más, la puerta de la cafetería, donde venimos a hacer tareas, se abre de golpe dejando ver a la mamá de T/n enojada.

—Buenas tardes Carter.

—Buenas tardes señora Fleming.

—Disculpa, pero tengo que llevar a T/n a casa.

—Pero, ¡no he terminado mamá!

—No importa, vamos— dice la señora Fleming en un tono muy desagradable.

Quien sabe que haría mi problemática mejor amiga.

The mistery boy of the shadows- ꜰʀᴇʏ ꜱᴛᴇɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora