Encontrando la melodía - Parte 2 -

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Las cosas que Jayce disfrutaba no eran exactamente cosas que disfrutara la mayoría de las personas en su vida regular. Jayce adoraba trabajar en alguno de sus laboratorios, adoraba sus proyectos, adoraba crear cosas nuevas. Adoraba tocar música con su cello, adoraba escuchar a Viktor tocar piano, en general adoraba pasar tiempo con Viktor. Y esto recientemente estaba aumentando, de poquito a poquito, sus interacciones se volvían menos hostiles y eso lo hacía muy feliz. Añadía a la lista pasar tiempo con su hijo, nunca espero querer tanto a alguien, pero lo hacía con su hijo, adoraba a ese pequeño.

Pero bueno, el punto era que Jayce tenía sus actividades que le gustaban y no disfrutaba otras cosas comunes que la mayoría si hacía. Y estaba bien, no es como si le estuviera haciendo falta, su vida estaba bien a como era actualmente.

Por eso debía decir que se sorprendió lo divertido que encontraba ahora el comprar ropa, cosas del hogar y cosas que no fueran realmente necesarias, pero quería tenerlas. Bueno, quería que su hijo las tuviera. Y ahora tenía la excusa perfecta para comprarle a Dacyan todas las cosas que quisiera.

Las cosas realmente habían ido mejorando en los pocos días que llevaban todos en Piltover, Viktor ya estaba comiendo regularmente, aun comía poco, pero ya lograr que no se saltara una comida era un logro excelente. Pero el que estuvieran más tiempo allí, significaba que su pequeño hijo debía tener su propio espacio y él estaba muy gustoso de dárselo. Había pedido algunos días libres y aparte de cuidar a Viktor, se había dedicado a limpiar algunas habitaciones que tenía sin uso. Quitó cajas, movió algunos muebles y dejó una habitación completamente vacía, la iba a decorar completamente a gusto de su pequeño.

Y otra ventaja de todo esto, adoraba pasar tiempo con su hijo. Realmente nunca fue tan divertido comprar muebles.

- ¿Crees que esta cama sea lo suficientemente suave? –Decía al voltear a ver a su hijo, estando ambos recostados en un colchón-

- Creo que es muy grande –Decía el pequeño, sentándose en el colchón- No creo que haga falta una cama tan grande solo para mí.

- Crecerás y después no te parecerá tan grande.

- Aun así, creo que es demasiado, debe ser muy cara.

- Te dije que no te preocuparas por eso, puedes pedir lo que tú quieras. No importa el precio –Decía sonriendo, sentándose también y desordenando un poco el cabello de su hijo- Tu dime lo que más te guste y ya.

Se levantó de la cama y tomó a su hijo en brazos para bajarlo también y después continuar viendo un poco más la tienda, aunque no podían quedarse allí todo el día, aun debían ir a Zaun. Viktor ya se estaba cansando de tener que usar su ropa y ya que estaba más estable, podía ir tranquilo a traer la ropa y las pertenencias de Viktor y de Dacyan. Su hijo no había tenido problema en que Jayce le comprara ropa, pero Viktor se había negado rotundamente, así que al fin iban camino a Zaun a tomar las cosas, con algunas distracciones en el camino. Realmente quería darle una linda habitación a su hijo, para que cuando volviera de visita, tuviera su propio espacio. Le dolía pensar en eso, pero no creía que se fueran a quedar en Piltover, aún no habían avanzado tanto. Quizá en el futuro si, por ahora iban por el camino correcto.

- ¿Podemos comprar un escritorio? ¿Uno muy grande? –Preguntó de manera adorable, mirando a Jayce con ojos casi chispeantes- En casa no tengo mucho espacio en el cuarto y tengo que trabajar en la cocina.

- Tendrás el escritorio que tú quieras, el más grande que vendan si quieres –Sentía que su hijo estaba tratando de manipularlo, pero sinceramente, gustoso cedía sus caprichos- Pero también tengo una idea mejor, ¿Qué tal si tienes tu propio laboratorio? Nunca es muy temprano para empezar a trabajar en tus propios proyectos.

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⏰ Última actualización: Oct 15, 2021 ⏰

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The happiest child in ZaunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora