¿Por qué el amor es difícil?.

Cap 12

Escuchamos el auto afuera,lo que significaba que Ciro llegó,me alejé de ella casi como sacándomela de encima.

No la miré y tampoco le dije algo,fui a recibir a Ciro.

—¡Hey!,¿Que tal te fue?.

—Pensé que estarías durmiendo,¿Y Serena?.

—Ella,está en la cocina,limpiando algunas cosas pero no me cambies el tema.

—Estuvo muy bien,ella la pasó bien,fue divertido.La dejé en su casa,la ví bastante cómoda.

—¿Hubo beso?.—cruzada de brazos.

—No,no quise acelerar las cosas,quiero conocerla más ya habrá otras oportunidades.

—wow,¿Quién eres y que hiciste con mi amigo?.

—Calla.—iria a la cocina,viendo a Serena.—Veo que preparaste risotto eres arriesgada.

—Si,te dejé para que pruebes.—se la veía algo frustrada.

—¿Pasa algo?.—mientras probaba lo que había hecho.

—non è niente, sono solo stanco.—bostezaria.

—Bien,ve a dormir,tu cena está bastante rica.

—Grazie..me voy a la cama.—salió y no cruzó miradas con Zamira.

—Ciro yo también me voy.—miraba la hora para luego rascarme la nuca.

—¿No te quedarás?,¿Pasó algo que no me quieras decir?.

—No, está todo bien,solo quiero ir a mi casa.

—Está bien,que tengas buena noche.

Me fui de su casa y maneje hacía la mía.Me sentía incluso frustrada.Llegué a mi casa,mis padres dormían.

Saqué mi celular y le escribí a Nicolas para vernos mañana en la noche.Seguramente me lamentaria.

En la mañana siguiente,quise salir a trotar al parque,olvidarme por un momento de todo.

Un día nuevo,estaba preparando el desayuno, mientras que Serena se levantaba.

—¡Serena el desayuno!.

—¡Ya voy!.—bajó,estaba de mal humor y su cara lo grita con su expresión.

—¿Y ese humor?.—le serví para que desayunara.

—¡Nada!,¡No molestes!.

—Wow, relájate.—la miré muy confundido, capaz estaba en sus días.

—Hoy es sábado invitaré a alguien a casa,así que más te vale que no estés aquí.

—¿Disculpa?.

—¿No puedo divertirme?..¿O soy tu prisionera?.

No entendía a qué se debía esa reacción pero por esta vez lo dejaría pasar.

—Bien,te dejaré un tiempo a solas.¿A quién invitarás?.

—A un chico que conocí,podrías ir a ver a Nira.—seguia comiendo mientras ambos nos miramos.

—Oye no decidas por mi niña.—me senté a su lado.—tendrás las tarde libre entonces.

—¡Bene!.

Tuve que aceptarlo,le dejaría la casa sola por un rato.Antes que nada fui a mi habitación.

Abrí un cajón de mi ropa y saqué unas pastillas, sentía que estaba perdiendo nuevamente ahora que las cosas me salían bien, tomé una y suspiré.Bien ahora sí.