No hubieron más clientes, así que por la noche, ya sin estar transvestido y vistiendo una camisa blanca algo escotada con unos pantalones negros ajustados, botas negras, sale de una farmacia cargando una bolsa con el pote de ungüento. Mientras camina con arrogancia lejos de la tienda sin mirar ni prestar atención a los que pasen por su lado, frente a él se detiene Perth.
-El chico que me salvó ayer. Hola.- Perth saluda con su manita. La ardillita se cruza de brazos. El detective se detiene frente a esa masita tierna llamada "humano" sin poderse creer que siempre se lo encuentra por pura coincidencia. Mira a todos los lados inclusive detrás suyo antes de mirar al chico.
-¿No tienes trabajo, estudios o algo?- Pregunta el detective. -Siempre andamos encontrándonos.
-No a muchos les gusta mi trabajo.- El moreno rasca su nuca cabizbajo.
-A mí no me molestaría saberlo.
Perth alza la mirada. Sintiéndose libre de no ser juzgado. Por primera vez en mucho se sentía libre de prejuicios, y sin saber por qué, la mirada del detective lo reconforta en sentidos que él mismo no puede entender. Mirar esos oscuros ojos de delante, mirar al abismo mismo, a la mezcla de peligro con ternura..., toma la valentía de expresar su oficio.
-Soy un gamer, gano dinero haciendo videos de videojuegos y repartiendole a las personas monedas de los juegos. No es que sea algo fácil así que no es dinero fácil. Muchos tardan en llegar a siquiera ser reconocidos como streamers--
-La próxima vez que las personas se quejen de tu oficio: muestrales el orgullo que tienes en trabajar en lo que te gusta. Seguramente ellos se quejan porque no tuvieron esa suerte.
-Woah. Gracias.
-Por cierto, toma.
El detective involuntariamente le pega (como un pequeño golpe) la bolsa del ungüento al pecho contrario. Este suelta un pequeño quejido antes de mirar abajo a la bolsa. La coge con ambas manos y las abre. -Señor, perdone mi ignorancia, pero ¿Qué es esto?
-Ungüento.
-¿Eh? Fu--Fue a la farmacia ¿por mí?
-¿Por qué te sorprendes tanto? Sí, fui a la farmacia por ti.
La ardillita de Perth brinca a uno de los hombros de Saint, y este se retuerce como si fuese a retroceder pero se queda quieto cuando no la ve hacer nada malo. Squishy se acerca a uno de los cachetes de Saint para darle un besito ante el cuidado que está demostrando por el moreno.
-Creo que le agradas a Squishy.- Perth ríe.
-¿Es una nena?- Saint pregunta mirando con tranquilidad al moreno mientras la ardillita sigue trepada en su hombro.
-De hecho, no. Solo es amistoso. Por cierto, dijiste que gritará tu nombre si corría peligro, pero note que... No recuerdo cómo era tu nombre.
-Saint.
-Oh, sí, sí, Saint. No sé cómo pude olvidar algo tan simple. Últimamente olvido muchas cosas.- El moreno se toca la frente con una sonrisa entre feliz y angustiada. Frunciendo un poco el ceño mientras mira a un lado.
«"Últimamente olvido muchas cosas"» esa frase se siguió repitiendo en la cabeza de Saint una tras otra vez. Cada vez oyendose más más cerca.
ESTÁS LEYENDO
𝐄𝐋 𝐄𝐒 𝐂𝐀𝐅𝐄 & 𝐕𝐀𝐈𝐍𝐈𝐋𝐋𝐀| PerthSaint (Versátil)
Humor|Saint Suppapong es un detective muy antipático que se ha alejado de su familia por razones personales. Dejando atrás a una hermana que con el tiempo se metió en problemas y ahora unos hombres la persiguen. Así que ella le encarga la misión de que é...