|Saint Suppapong es un detective muy antipático que se ha alejado de su familia por razones personales. Dejando atrás a una hermana que con el tiempo se metió en problemas y ahora unos hombres la persiguen. Así que ella le encarga la misión de que é...
La niña está demasiado emocionada queriendo saber qué prosigue en la historia cuando una mujer abre la puerta de la habitación. Esta es una mujer joven de cabello en ondas, vistiendo una chaqueta negra por encima de una camisa abotonada, falda pegada, medias cremas y tacones del mismo color. —¡Chicos! Siguen despiertos.— La mujer sonríe agotada recién llegada del trabajo.
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*N/A: Esta es la actriz que imagino para el papel de la mamá de la niña. Su nombre es Davika Hoorne*
Saint voltea a mirarla sobre su hombro con una gentil sonrisa de labios. —¡Dav! Llegaste.— Saluda el hombre. —¿Cómo te fue hoy?
—Hola, papá.— Saluda agotada aunque sonriente la mujer que hace su camino hacia los amados de su vida. Ella le da un beso en el cachete a su papá antes de contestar: —Bueno, ya sabes, trabajo. Nada divertido. Sin embargo, ¿ustedes cómo siguen despiertos?
Pregunta la hermosa mujer frotando la espalda de su dulce hija. —Mamá, ¡el abuelo me está contando la historia de su amor verdadero!
—¿La historia de cómo conociste a mi mamá?— Pregunta la adulta como si fuese una niña con una gran sonrisa dirigida a su padre.
—¿Qué a tu mamá? Ella nunca me quiso.— Bufa el mayor de edad levantando y desplomando un brazo. Su hija hace una mueca de «Avemaría, para qué pregunte» mientras mira al techo.
—¡El abuelo me está contando la historia de un primer amor que tuvo! Su amor verdadero. Con un chico que tenía una ardilla.
—Primero que todo: ¿Qué?— La mujer pregunta sin saber nada de esa historia. —Segundo: Mabel, nos tenemos que ir.
—Mamá, ¿podemos quedarnos un poco más? Quiero saber qué pasó con Perth, con Squishy... Y por qué el abuelo Saint está solo ahora.
La niña voltea con un rostro triste hacia su abuelito que está más que dispuesto a proseguir con la historia. La madre de la niña se sienta al lado de esta. Desplomando su trasero ahí. —Bien. Podemos quedarnos un poco más.
—¡Sí~! Te amo, mamá.
—Mm~. Yo también te amo, mi pequeña.
Ambas se abrazan brevemente. Su madre le besa la cabeza varias veces antes de que ambas alejen sus rostros de sí. Los ojitos de ambas esperando a la continuación de la historia.
—¿Y bien? ¿Cuál es ese tal chico ardilla? Y, ¿existe?
—Oye, era un chico raro. Pero sí, es real. Existe. Así que aunque tu no estuviste aquí desde el comienzo de la historia, Davika, continuaremos.
—Genial. Siento que me perdí todos los episodios iniciales de una serie de Netflix.— Habla la madre de la niña.
