"Siempre me siento feliz, ¿saben por qué? Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele."
Mi frase favorita, escrita en una hoja arrancada de una libreta, me recuerda lo que siempre me digo a mí misma. El dolor no es opción, así que lo evito a toda costa.
Nunca me han herido, nunca han roto mi corazón, ese sentimiento es ajeno a mí, pero he visto a personas buenas derrumbarse por un mal amor y eso las transforma.
Yo no quiero eso, yo quiero seguir siendo yo misma. Así que lo evito.
Pero si he de ser honesta, solo una vez me enamoré, sin embargo fue un enamoramiento a solas, soy cobarde lo sé.
Fui cobarde.
Nunca dije nada sobre los sentimientos que tuve, pero no me arrepiento, estoy orgullosa de haberlos guardado y no haber dejado entrar a nadie.
Vuelve a sonar mi despertador.
Es la quinta vez que suena y sé que ya debo levantarme, si no llegare tarde a mi primera clase. Con una pesadez horrible logro pararme y entrar al baño para darme una ducha rápida.
Mientras camino me tropiezo con mis zapatillas, llevan 2 días tiradas ahí desde la fiesta del sábado ¡qué buena fiesta!
El sonido del agua cayendo me relaja y mientras me sumerjo en la regadera pienso en todo lo que paso:
Estoy bailando, la pista de baile es mía, muevo mis caderas lentamente mientras levanto mis manos, varias miradas se posan en mi pero el chico lindo de la mesa contigua sabe que me muevo para él.
>> Su mirada se encuentra con la mía, él es muy atractivo, el tipo de chico con el que me gusta divertirme. Bajo mis manos y comienzo a caminar lentamente hacia su dirección, pero no me detengo cuando estoy frente a él, continúo caminando, él se levanta de su asiento y me sigue sigilosamente.
>> Me tambaleo un poco, sé que he perdido la cuenta de los tragos que he tomado durante la noche, pero puedo sentir las emociones que brotan de mí. Me detengo.
>> Él no dice nada, solo me sigue con la mirada, toda la noche me ha seguido con su mirada. Toca mi mano como si fuera muy delicada y comienza a subir lentamente por mi brazo hasta llegar a mi mentón, lo levanta y me mira con intensidad, abro los labios un poco mientras miro los de él y eso solo provoca que se lance sobre mí y me bese...
Siento un fuerte dolor en mi mano, me he quemado con la llave de la bañera que está hirviendo. El despertador vuelve a sonar, ¡es tarde, muy tarde!, salgo y me arreglo lo más rápido que puedo.
Llego literalmente corriendo a mi salón y para mi suerte el profesor aún no ha llegado, tomo asiento junto a Lea, la cual me saluda levemente con la mano, después de eso comienza la clase...
***
Un par de horas después ya estoy lista para irme a mi casa, estoy caminando hacia la salida cuando siento un par de brazos que me rodean, es Lea de nuevo.
- ¿Aun sigues triste por lo de José? - me pregunta, un suspiro falso de mi parte hace que ella ponga cara de comprenderme.
José era mi novio, habíamos estado juntos por casi 1 año, pero yo nunca sentí un gran afecto por él, a menos que nuestros muy buenos encuentros clandestinos se pudieran llamar sentimientos.
Por ello, cuando me dejo por otra chica, yo no sentí lo que se espera, solo hirió mi orgullo, pero no mi corazón.
Claro, yo no le diría eso a Lea, ella era mi amiga, pero no por ello tenía que creer que soy una persona sin corazón.
- No te preocupes por mí, de verdad que estoy bien - ella me sonríe y comenzamos a bajar las escaleras, cuando lo veo...
El chico de la fiesta esta parado al final de la escalera.
- Voy al baño - es lo único que alcanzo a decir antes de salir corriendo escaleras arriba, un piso... dos pisos...
Me detengo al inicio de la escalera y giro mi cabeza...nadie, ¡bien!
O no me vio o no me siguió, cualquiera de las dos cosas son buenas, pero un instante después escucho voces.
No quiero que me haga preguntas raras y que el ambiente se ponga incomodo, así que decido esconderme en el baño.
Distraídamente me doy la vuelta para salir corriendo, sin embargo, en el acto recibo un fuerte golpe que me hace resbalar.
Para no caer por las escaleras, la persona que me golpeó me toma con sus brazos y me jala hacia si, mi corazón va a mil por hora, en mi mente yo ya estaba tirada en las escaleras, posiblemente con un par de huesos rotos, pero en vez de eso...
En vez de eso me encuentro abrazada a cierta persona, la cual emana un aroma cautivador, levanto mi vista y nuestras miradas se conectan.
Los ojos demuestran una y mil emociones y, a pesar de que este par de ojos me mira sin expresión alguna, no puedo evitar admirarlos y maravillarme de su belleza natural.
Que embriagantes eran esos ojos color avellana...
***
¡Hola hola!
Espero que se encuentren bien, si llegaron hasta aquí gracias por leer :3
Ojalá les guste la historia...
A. Vega <3

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R, pero no de amor
Teen FictionMuchas veces los miedos e inseguridades se esconden detrás de una barrera que no quiere ser traspasada, pero ¿el amor genuino es un sentimiento mayor a todo esto? Uno no puede negarse a sentir cuando todo indica que está bien, cuando todo parece est...