Caspian cerró los ojos y dejó que el cansancio lo llevara al mundo de los sueños, no duró demasiado antes de ser despertado por un ruidoso estruendo proveniente de la puerta de la habitación, sin perder tiempo, tomó la espada que descansaba a un lado de la cama y se puso en guardia.
— Lo lamento, he sido yo.
— ¿Edmund?
Edmund asiente en la oscuridad, sabiendo que el príncipe no lo ha visto, caminó en silencio hasta llegar al borde de la cama y sentarse en el.
— ¿Ocurre algo?
— Nada importante.
Un silencio se instaló entre ambos jóvenes, Caspian trataba de identificar que ocurría con Ed, pero este solo mantenía la cabeza baja y movía los pies nervioso.
— Es tarde Rey Edmund...será mejor que vayas a descansar.
Edmund lo sabía, pero no podía controlar aquellas terribles pesadillas que noche tras noche terminaba teniendo.
Edmund entendía que aquellos malos sueños eran producto de un estrés post traumático que tuvo a causa de la batalla y los abusos por parte de la bruja blanca.
Comúnmente recurría a una de sus hermanas, pero ellas estaba descansando juntas y no tenía ánimos de molestarlas, y Peter simplemente no era una buena opción, así que no tuve mejor idea que ir a la habitación del príncipe para buscar un poco de consuelo.
Caspian había decidido encender la vela que estaba a un lado de su cama para observar mejor el rostro del menor de los reyes, este estaba afligido, lo podía notar, se rasco la parte de atrás de la cabeza algo incomodo, no hallando las palabras adecuadas para decir.
— Recuestate a mi lado.
Edmund lo miró sorprendido, buscando algún indicio de broma o burla en sus palabras y expresión, pero Caspian solo reflejaba cansancio, así que no necesito que se lo repitieran nuevamente cuando ya se encontraba bajo las gruesas mantas del príncipe, a un lado de él. Caspian apagó la vela y se volvió a recostar.
— Gracias...
Susurro Ed, evitando mirar a Caspian, se encontraba muy avergonzado.
Caspian a diferencia de lo que creía, no se encontraba para nada incómodo, incluso la presencia del antiguo rey le parecía reconfortante, nunca había tenido el privilegio de haber compartido cama con alguien, sentir el calor humano de otra persona en esas oscuras y frías noches le gustaba, así que se atrevió a realizar otra acción que tenía en mente, se apoyó en su lado izquierdo y rodeo a Edmund con sus brazos, atrayéndolo a su cuerpo, cerró los ojos y dejó que su cuerpo pudiera descansar, sintiendo el acelerado corazón del menor.
— Buenas noches Edmund.

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𝑅𝑒𝑙𝑎𝑡𝑜𝑠 𝐶𝑎𝑠𝑚𝑢𝑛𝑑
FanfictionPequeñas historias sobre Caspian y Edmund. - Extensión indefinida. - Contenido para mayores de 18 (solo algunos capítulos) ----------》Emisión《-----------