Edmund se sentía agobiado de estar rodeado de tanta gente desconocida, así que trato inútilmente de concentrarse en el trago entre sus manos. ciertamente el estuvo totalmente encontrar de asistir a aquella fiesta en un principio, pero su hermana había resultado mas convincente de lo que creía.
— ¿Esperas a alguien?
Edmund levanto la mirada para ver al barman frente suyo, sintió un inexplicable calor subir por su cuerpo que lo obligo a apretar fuertemente el pequeño vaso entre sus manos.
— Yo...
— Tu..
Edmund parpadeo repetidas veces para salir de aquel extraño estado de estupor, notando la sonrisa divertida del barman, el debía creer que Edmund era un estúpido.
— Perdón, creo que el alcohol me esta empezando a afectar — Se excuso, se aclaro la garganta y siguió. — En realidad no, no estoy esperando a nadie.
— ¿Y decidiste pasar año nuevo solo?
— No, vine con mis hermanos, deben estar en algún lugar del bar.
— Bien ¿y cual es tu nombre? — Preguntó apoyándose sobre el mesón.
— Edmund, Edmund Pevensie.
— Bien Edmund Pevensie, es un placer tenerte aquí esta noche.
Edmund se sintió acalorado nuevamente, era idea suya o aquellas palabras habían sonado demasiado sugerentes, vio la mano extendida en señal de saludo y no tardo en corresponder el gesto.
— Es un verdadero placer. — Volvió a mencionar el Barman, apretando suavemente la mano de Ed.
— ¿Y cual es tu nombre? — Preguntó Edmund, totalmente extasiado de aquella situación.
— Caspian, para lo que necesites.
Y Edmund vaya que lo necesitaba.
Aun faltaban un par de horas para la media noche, todos en el bar estaban entusiasmado por empezar el nuevo año, y como no lo estarían, después de todo comenzaría una nueva década, la década de los 70.
Siguiendo bebiendo un par de tragos más hasta que sintió que ya era demasiado, podía ver a sus hermanos ya algo borrachos, pero ellos ya eran adultos y debían hacerse cargo de ellos mismos, Edmund no tenía los ánimos de ser su niñera esa noche.
Además se había sentido observado toda la noche, y no quería sonar paranoico pero estaba un 80% seguro de que era aquel apuesto barman, pero no sabia como reaccionar ante aquellas indirectas (las cuales eran bastante directas). Así que inútilmente había intentado retener su atención en otras cosas, pero finalmente termino por sentarse nuevamente en la barra, siendo atendido por Caspian.
— Aquí estas de nuevo.
— Creo que lo único divertido aquí es hablar contigo.
— Eso suena bastante halagador, y si no hubieses estado casi toda la velada evitándome, lo hubiese interpretado como un sutil coqueteo. — Respondió Caspian con simpleza mientras limpiaba la barra.
— ¿Quieres que suene a coqueteo? — El alcohol estaba afectando el sistema de Edmund.
Caspian no respondió, Edmund quiso interpretar aquel silencio como un si.
Se recargo sobre el mesón y se acerco sugerentemente al oído de Caspian, susurrando las palabras mas sucias que Caspian a sus 27 años había escuchado.
— Vamos a mi habitación de hotel.
Caspian dejo escapar una risa satisfecha.
— ¿Quieres que deje mi trabajo?
Edmund no había pensado en eso, los colores se le subieron al rostro y mágicamente estaba sobrio nuevamente.
— Eso fue estúpido, perdona el inconveniente.
Edmund estuvo apunto de ponerse de pie cuando escucho a Caspian avisar que se iría, dejando aquel delantal sobre el mesón, algo sorprendido vio que nadie alegaba nada. Caspian tomo la mano de Edmund y rápidamente y sin ser vistos salieron por la puerta trasera del local.
— Ya estamos fuera ¿a donde debemos ir?
Edmund no mencionó nada.
— ¿Edmund? — Volvió a preguntar. — Por favor dime que no te estas arrepintiendo.
— Yo...
— Si es solo una broma, me iré, me estoy arriesgando demasiado, soy un imbécil. — Caspian estuvo a punto de dar media vuelta cuando Edmund lo detuvo sujetando su mano.
— No no, es solo que no creí que bueno...fueras gay.
Caspian se tenso.
Un incomodo silencio se instaló entre ambos jóvenes. Sin previo aviso, Caspian beso a Edmund, dejándolo aturdido.
— Mejor dejemos las etiquetas de lado y vayamos a lo importante.
Ambos hombres recorrieron las oscuras y frías calles de de la ciudad, riendo como dos pequeños niños que acababan de hacer una travesura.
Edmund jamás olvidaría aquella noche en Paris, después de todo, lo llevo a conocer al amor de su vida.
— Feliz año nuevo cariño - Dijo Caspian, besando suavemente los labios de Ed.
— Feliz año.
Comenzó la cuenta regresiva y cuando el marcador llego a 0, todos celebraron felices, los 80 había llegado.
Tengo muchas cosas que hacer para la universidad pero tenia demasiadas ganas de publicar, aunque no me convence del todo, pero de igual forma espero que les guste <33
Tengan un buen fin de semana.
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𝑅𝑒𝑙𝑎𝑡𝑜𝑠 𝐶𝑎𝑠𝑚𝑢𝑛𝑑
Fiksi PenggemarPequeñas historias sobre Caspian y Edmund. - Extensión indefinida. - Contenido para mayores de 18 (solo algunos capítulos) ----------》Emisión《-----------