"No te planee, sin embargo, ahora no puedo dejar de ver tus lindos ojitos cuando me sonríes. ¿Soy un buen padre para ti?"
El líder de la banda Surcoreana más reconocida a nivel global tiene un problema que prontamente le llamará "papá", está asustad...
Estábamos a primera hora de la mañana del sábado arriba del avión, todos creían que había perdido el pasaporte, pero por primera vez en mi vida, todo estaba en orden conmigo.
Me había tocado sentarme al lado de Jimin, que continuaba peleado con Jk desde hace dos semanas atrás, el Sope iba muy cómodo frente a nosotros diciéndose cosas bonitas creyendo que no los escuchábamos...que lindo es el amor cuando ambas partes se respetan y quieren como son.
Jin se veía nervioso, traía puesta una peluca desde la tarde en que Hoseok discutió con él puesto que sí se había rapado todo su sedoso cabello, intentó disculparse conmigo cuando regresó de la estética, pero yo estaba muy cansado así que no tuve fuerzas para escucharlo, además, mi respuesta sería la misma de siempre: "No te preocupes hyung, todo está bien".
Dejé de prestarle atención porque sentí un peso extra sobre mi hombro, era Jimin que dormía mientras sollozaba algo que no entendía, simplemente lo recosté sobre mis piernas y también me dejé dormir.
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Caminando hacia un nuevo destino...con una panza muy grande.
Llegamos, no podía creer que volvería a estar aquí luego de tanto tiempo.
Después de un tedioso largo viaje (gracias, chicos por no dejarme leer, se los agradecemos) ...llegamos a nuestro destino, ¡Nueva York!, siendo el orgullo nacional surcoreano. La primera dama ya estaba al tanto de mi estado por eso en cuanto vio que bajé del avión se acercó con emoción para felicitarme por "la hermosa noticia", le agradecí con una breve reverencia y continuamos caminando.
Empezó a contarme sus experiencias en la crianza, la pobre mujer había pasado por varias desventuras, intentando advertir los riesgos que conllevaba tal responsabilidad, la dejé que hablara cuanto quisiera, notaba como había emoción en su rostro por finalmente encontrar a quien la escuchara. Parecía que nadie en su casa le prestaba atención.
Su esposo intentó calmarla con un regaño sutil- Cariño, calma, vas a asustar al pobre muchacho. ¿Acaso quieres que se ponga sentimental como tú cuando estabas embarazada?
- ¡Eso es secreto de estado!
-Entonces déjalo tranquilo, mañana tiene que presentarse frente a muchas personas, no le des más problemas.
-Está bien. Pero igual estaré a sus órdenes, joven Kim.
-Se lo agradezco mucho- respondí con suavidad
En general, estábamos fatigados y con las piernas hinchadas, llegamos al hotel a dormir tres horas seguidas...bueno, solamente Hoseok y yo, el resto desapareció en cuanto les fue posible.
