Dinos que es mentira.

175 19 49
                                    

- ¡QUÉ DEMONIOS HICISTE JEON JUNGKOOK! - Yoongi lo tomó del pelo mientras le gritaba en la cara. 

¿Acaso esto era real?, unos policías estaban arrestando a mi Kookie, a mi niño,  mi súper fan.

 Yo sé que tú no lo hiciste...te conozco tanto que sé que no podrías hacerle daño a nadie.

-  HABLA DE UNA VEZ, IDIOTA.

-Yoongi suéltalo ¡ya!, por favor, están alterando a Nam.- Era evidente que todos nos sentíamos alterados y confundidos al punto de que nuestro pálido compañero se dejó llevar por su conmoción y armó una violenta escena con el más joven del grupo.

Su pareja lo tomó de la mano para lograr alejarlo de Jungkook, le agradecí desde el fondo de mi alma que  hubiese detenido aquel daño hacia el joven pelinegro, porque si continuaba nadie sería capaz de contenerlo a menos que Yoongi lo golpeara hasta morir .

-Hyung...- Una pequeña voz me hizo salir de mis pensamientos - ¿esto es una mentira verdad?, Jungkook  no hizo eso, ¿verdad?- su mirada llena de decepción se hizo presente en su rostro dulce, clavándose sobre la mía, buscando con desesperación una respuesta por mi parte.

No era para menos, se trataba de un daño hacia su relación con el maknae debido a una supuesta acusación  en su contra. ¿Qué tanto dañaría su reputación?, eso decía su mirada.

Pude notar que ya tenía sus mejillas húmedas por el llanto que no cesaba dentro de sus cristalinos y puros iris.

-Claro Chimmy todo saldrá bien...- No pude evitar abrazarlo, ni controlar mis propios sentimientos expresados a través de gruesas lágrimas que fueron saliendo una tras otra sin cesar -todo saldrá bien- su pobre cabeza estaba empapada por mis lágrimas, unas que despedían a mi adorado amigo siendo detenido por la policía.

Pero tampoco era mi culpa, no pude suponerlo antes.

Creí que la felicidad que había experimentado cinco horas antes con nuestra reconciliación como grupo duraría un poco más, pensé que nuestra amistad volvería a ser firme como antes.

Curiosamente, en esta ocasión, Jungkook me pidió permiso en la mañana para acompañarme a la revisión del bebé, era como llevar a un niño que sería hermano mayor dentro de poco tiempo.

Lógicamente, me sorprendí al principio, pero me alegré mucho y acepté gustoso su compañía porque realmente quería saber que era aquello que lo atormentaba al punto de alejarlo de nosotros, sus amigos.

El camino fue bastante corto, el tiempo pasó volando entre nuestra plática tan amena. 

Al poco rato de llegar a la clínica, entramos al consultorio e hice el procedimiento que ya me había aprendido de memoria en esos últimos meses; después de pasar a la báscula, me recosté en la camilla y descubrí mi enorme panza llena de estrías, el obstetra la cubrió con el gel helado y puso sobre ella la maquinita con la que observaría al ser que ya no era tan pequeño.

Mi amigo pelinegro estaba un poco sorprendido con todo lo que escuchaba y veía, los latidos era fuertes e incesantes, el rostro del pequeño ser se veía a la perfección en la pantalla.

-¿Quieren saber qué es?

-¡Sí!- exclamamos emocionados  mientras nos tomábamos de la mano.

El médico sonrió divertido y nuevamente enfocó al bebito, finalmente sabríamos el género de nuestro nuevo integrante. Todo iba bien, estábamos a nada  de verlo con nuestros ojos...pero el dichoso feto se dio la vuelta y dejó ante nosotros la imagen de sus nalguitas perfectamente formadas.

-Vaya hyung, que linda retaguardia le hizo- dijo mi acompañante aguantándose las ganas de soltar la carcajada.

-Es la segunda vez que hace lo mismo- el obstetra también se burlaba de esta desfortuna, porque era cierto, ese feto era muy rebelde o ¿quizás penoso?

El vientre de NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora