Narra can:
Me miro en el gran espejo,, mientras mi asistente personal, Jenny, se encarga de peinar y hacer que mi cabello este a la perfección sin que un solo cabello se salga ya me duele la cabeza de tanto gel que a embarrado en veo que me quedaré calvo a mi muy pronto
Jenni siempre se asegura de que mi aspecto sea el de el príncipe hermoso y envidiable que se supone que soy y digo se supone porque no tengo nada que envidiar, me parezco a mi madre en el pelo negro, los ojos oscuros y la piel blanca. El aspecto es lo único que he heredado de mi madre la Reyna de Tailandia Su carácter cariñoso, responsable y obediente dale a relucir para Mala fortuna de mi padre el rey Gong Su esposo. Mi padre.
Mi viejo es un gran defensor de las tradiciones, los valores y las reglas. Unas reglas pasadas de moda y, si me preguntan a mí, totalmente irracionales.
Llevo, un pantalón entallado una camisa blanca con un horrible moño de la época antigua y saco negro Además, llevo unos zapatos negros de charol que dejarían ciego a cualquiera con semejante brilló mi atuendo hará que el rey este orgulloso de mi algo que me interesa en lo más mínimo.
Cierro los ojos, conteniendo las ganas de salir corriendo y desaparecer de la Fas de la tierra mientras Jenny me rocía más laca cuántos botes pu nada acabarse ya lleva dos.
Jenni: Puede sonreír si le apetece, Jovén .Al fin y al cabo, es su cumpleaños.
Abro los ojos y miro al espejo hoy cumplo treinta años. Se supone que con esta edad ya debía de estar casado con algún príncipe de sangre azul, alguien como Mew suppasint . El hijo de Daniel suppasint, amigo del rey ósea mi padre un amigo de toda la vida y uno de sus consejeros, es el hombre que mi padre a elegido para mí. Lástima que su elección no coincida con la mía. No pienso casarme con Mew. Nunca!! ni loco.
Can: Dime, ¿qué razones tengo para sonreír?
Jenni: No a todo el mundo le organizan una fiesta en los jardines de palacio para celebrar su cumpleaños.
Can: ¿De verdad crees que lo de hoy lo han organizado pensando en mí? Reverenda estupides está fiesta no es para mí es para ellos.
Jenni : no debería hablar así joven no es apropiado para un príncipe coge mi bolso
Jenny lleva preparándome para la vida de palacio desde que tengo uso de razón. Sabe lo que pienso sobre sobre la realeza las fiestas en el jardín y los actos en los que debo hacer para con la realeza y la aristocracia.
Jenni: trate de divertirse principe
Por detrás de Jenny veo que entra Diana , mi bajita asistente personal, tan formal como siempre. Lleva un serio traje de chaqueta gris y el pelo sujeto con una peineta de piedras preciosas.
Diana: El coche la espera príncipe debemos darnos prisa
Can: ya voy ya voy no desesperes no creo que empiecen sin mi.
Respiro Ondo para agarrar valor ante la tarde horrible que tengo por delante y acepto el bolso de mano que me entrega Jenny.
Can::¿El móvil?
Jenny: en el bolsillo lateral.
Le doy las gracias y salgo a toda prisa con Diana pegada a mi lado.
Can:¿Cuánto rato voy a tener que aguantar?- recorremos la galería de arte de uno de los centros culturales reales de Tailandia más importantes
Es brillante y lujoso con las paredes llenas de cuadros de los reyes anteriores vestidos con elegantes prendas algún día mi retrato está congado también - que horror en mi caso esa foto será que un espejismo de mi, una sombra, un reflejo de lo que supuestamente soy , en pocas palabras una mentira!.

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Mi Príncipe Rebelde
Hayran KurguEl príncipe Can se niega a someterse a las obligaciones que implica su título, pues sabe que bajo la imagen perfecta de la familia real no hay más que mentiras y secretos. No quiere formar parte de ello y mucho menos piensa aceptar la petición de su...