Cambios

Parte 10 La isla y su misteriosa administración

Como cada mañana Susie acompañaba a Sue a desayunar, esto ya era bastante familiar para este par y habían desarrollado una estrecha amistad en parte por que la madre de Oscar le generaba mucha confianza a diferencia de la madre de Erizo quien era más difícil de tratar.

Susie le había explicado que se integraría a la escuela hasta después de vacaciones así que sin querer solo había extendido su periodo vacacional.

— Susie que tal están los hotcakes— Sue le servía nuevamente otro más lo cual maravillaba a la pequeña.

— Oscar envidiaría estos desayunos tan deliciosos, pequeñitos y esponjosos— Susie deleitaba tan buen manjar.

— Susie ayer te preguntaron sobre Erizo se que esta pasando un momento complicado, pero Oscar estoy preocupada no se que le pasa y evita conversar con nosotros, acaso tú sabrás algo que le moleste— Sue se notaba un poco preocupada él confiaba en Oscar y su juicio y por ello no podía dejar de preocuparse.

— No entiendo su pregunta, ellos se portan igual desde que los conocí ambos me visitan muy seguido pasamos tiempo jugando aunque entre ellos, pensé que siempre han sido así, creo que aun me falta por conocerlos un poco mas — Susie estaba disfrutando su desayuno.

— Si, creo que exagere un poco, y sobre eso los chicos irán a un campamento este verano y me gustaría ver si quieres acompañarlos, claro ya hablaríamos con tu madre y creo que le gustara la idea — Sue presentó su oferta.

— Un campamento? no se, se escucha complicado pero a la vez se oye divertido, se lo diré como secreto pero me da miedo dormir sola en el bosque— Susurro Susie.

— Pero creo que vives sola con la asistente de tu madre — Sue le respondió en con alguna duda.

— Es una cuidad, la casa está cerrada y en un bosque sin nadie a quien acudir a a mitad de la noche, tiemblo de miedo de solo pensarlo — Susie era buena fingiendo.

— Y si te dijera que podrías compartir cabaña con Oscar Erizo — Susie quedó pensando un poco.

— no se si podría tratar así a Oscar— Susie trato de Susurrar — No le diga a nadie promételo —

— Bien no le diré a nadie — Susurro Sue —

— Le prometí a Oscar que en cualquier salida haríamos acampada juntos con Erizo, fue una promesa por el dedito — Susie levanto el meñique — Sabe lo importante que es eso —

— Ok, veamos que podemos hacer — Sue trato de ser complaciente.

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Justo en la noche en la casa de Erizo Susie estaba disfrutando de la cena con un postre.

Susie y la mamá de Erizo comenzaban a llevarse bien y sobre todo desde que Erizo empezó a tener malos tratos con ella.

— Se supone que cenaremos juntos pero ella se niega a hablarme, la verdad no comprendo qué mosco le pico a esa niña — La madre de Erizo se sentía incluso incomoda y mas por el hecho de terminar platicándole estos problemas familiares a una de las amigas de Erizo.

— Se lo complicado que es pelearte con mamá, una vez hace tiempo tuvimos una discusión por los viajes de negocios yo me enoje con ella — Efectivamente volvió a mentir — Fue una amiga quien me ayudó a entender a mi mamá y creo que yo, ammm no no quiero entrometerme y ocasionar molestias—

— Espera, espera un segundo no sería ninguna molestia, tu y yo somos amigas y las amigas podemos ayudarnos — Expresó la madre de Erizo con una sonrisa forzada.

— Solo si promete no contarle a nadie, promételo con el dedito — Susie sonreía por ver lo fácil que sucedían las cosas.

— y como procederías — Le susurró la madre de Erizo.

— mmm Sue me dijo que iríamos a un campamento si conviviéramos en la misma cabaña podríamos hablar sobre eso en las noches después de sus actividades cuando estemos cansadas y más felices por las actividades si eso seria el plan, eso hizo mi amiga y ahora nos llevamos de maravilla yo y mi mama — Dicho argumento convenció de inmediata a esta madre dolida.

— Pero hay un problema, le prometí a Oscar que estaríamos en la misma cabaña — Susie estaba pensativa — No se me ocurre nada, haaaa!! — La pequeña se quejaba de manera exagerada.

— tengo la solución, en el folleto hay cabañas hasta para tres niños ustedes podrían compartir cabaña seria como una pijamada diaria — La madre de Erizo estaba dispuesta a hacer lo que fuera para recuperar a su niña modelo — Claro si tu estas de acuerdo—

— Ok me puedo sacrificar todo por ayudar a mi amiga, pero no le diga a nadie, a nadie o Erizo se puede enojar más y no se podría pasar ammm solo imagine lo peor que se le ocurra —

— No!! mi niña podría convertirse en una artista de teatro de Yale — la madre de Erizo se veía asustada.

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Días después de ese día en un ferry teníamos a tres niños listos para disfrutar un campamento en este verano, Susie se sentía emocionada, le causaba admiración todo su entorno era algo nuevo para ella era increíble salir de su monotonía aunque se veía difícil terminaba arrastrando a Erizo y a Oscar a disfrutar del viaje a pesar de su actitud tan distante.

— Esto va a ser emocionante imagina tantas cosas que podemos hacer juntos todo el día— Susie mencionó emocionada a su amiga Erizo.

— Susie dime que no tuviste algo que ver en todo esto — Comento Erizo algo molesta — vamos a una isla en medio de la nada, vamos a compartir la misma cabaña lo tres y nuestros padres estaban más que de acuerdo y contentos por este campamento de verano e incluso mi madre se veía extrañamente complaciente— Erizo se acercó de malas a su amiga — algo que confesar—

Susie estaba algo nerviosa por tan agudas observaciones de su amiga y sentía escalofríos de ver cómo todo su teatro se le caía encima.

— Erizo, Susie al fin los encuentro — Sue se veía aliviada — Este barco no es tan grande pero se pierden de vista muy fácilmente, regresemos al auto ya casi llegamos —

Ambas chicas regresaron esperando la arribada del barco, todo el tiempo Oscar no salió del auto y aunque no se veía nada entusiasmado, se le notaba algo cohibido.

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Después del desembarco y bajar todas las cosas en la costa varios grupos de familias se despedían de sus niños.

Sue aprovechó un momento para hablar con la encargada del campamento — Vera Oscar está pasando por un momento complicado, es la primera vez lejos de casa y bueno mi pequeñín especial, esperemos se divierta en estos días—

— Señora usted no tiene de qué preocuparse su pequeñín especial esta en buenas manos no así mi amigo campista — El director de el campamento un señor alto con lentes obscuros y una frondosa barba blanca le decía a una botarga que estaba a su lado, que irónicamente tenía cierto parecido a Oscar solo que en proporciones muy exageradas como una cabeza enorme y un cuerpo de peluche.

— A si es verá como su pequeñín se sorprenderá con las maravillas de esta isla — Se escuchó una voz femenina dentro del traje.

— Ejem , señor campistas nosotros nos retiramos — Habló el director — las consejeras en jefe son las encargadas de todas las actividades, el señor campista y yo somos los que llenamos los papeles y vemos que no falte nada, señora la dejo en buenas manos—

El señor director y la botarga se retiraron no sin antes hablar con Betsy, Alice y Ramona.

Ambos personajes desaparecieron de escena.